Obras de última hora para tener las aulas a punto

Junto al centro escolar Tomás de Montañana está el único colegio público educativo nuevo de la ciudad de Valencia, pero su estreno se producirá en vetustos barracones. Se trata del CEIP número 103, habilitado sobre el mar de aulas prefabricadas que desde hace años inunda la moderna avenida de Baleares. Los operarios trabajaban ayer por la tarde a marchas forzadas para adecentar las aulas prefabricadas y que los niños puedan iniciar las clases.

La provisionalidad de los prefabricados de este centro se prolongará hasta que la Consejería de Educación construya el nuevo edificio proyectado sobre el solar de las naves de la vieja industria de Cross. Un solar que forma parte de las 92 parcelas del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1989 que los socialistas destinaron a reserva de suelo escolar, pero que el Ayuntamiento popular de Rita Barberá congeló entre 1996 y 2000, coincidiendo con los años de mayor presión inmobiliaria.

En la otra punta de la capital, en el distrito de Nou Moles, con dos colegios públicos de Infantil y Primaria para un barrio con 30.000 habitantes, los padres y alumnos de tres a 12 años del colegio público Barcia Goyanes se agolpaban frente a las puertas del centro sorprendidos de que el nuevo edificio aún no esté acondicionado para estrenarlo. El Barcia Goyanes estaba pendiente de ampliación y con los terrenos cedidos por la Generalitat al Ayuntamiento desde 1995.

El retraso en la habilitación de aulas prefabricadas -tanto en el medio centenar de centros que está en alguna fase de su construcción, como por el déficit de plazas públicas de Infantil- se reprodujo ayer en otras grandes poblaciones de la provincia de Valencia, como Torrent o Silla.

En Torrent los concejales socialistas y padres vestidos con la camiseta amarilla distintiva de la Plataforma per l'Ensenyament Públic protestaron ante el Ayuntamiento del PP por el retraso del funcionamiento del nuevo colegio público número 10. El Grupo Socialista denunció que en 2006, cuando gobernaba, "cedió los terrenos y han pasado tres años, y la consejería no ha empezado las obras, que prometieron iniciar en septiembre".

En conjunto, según datos oficiales de la secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez, en la provincia de Valencia "la instalación de aulas prefabricadas, mobiliario y la finalización de las obras de acondicionamiento de los nuevos centros, que concluirán esta semana, afectaron a un total de 1.035 alumnos".