Nuevo frente en Educación por el control de las horas extraescolares
La nueva orden que obliga a los centros escolares públicos a pedir autorización a la Secretaria Autonómica de Educación sobre cualquier programa de intervención en educación sexual o de cualquier otro contenido que quiera llevar a cabo como actividad extraescolar -incluso participar en encuestas o estudios universitarios- ha abierto un nuevo frente entre la consejería y las asociaciones de padres y los partidos de la oposición. Los docentes y los claustros han empezado a oponerse a esta normativa. "Si se cumple lo estipulado en la orden, se introducirá la práctica decimonónica del nihil obstat que ni siquiera el franquismo estableció en los institutos", aseguraron unánimente los profesores del claustro del instituto público Ballester Gozalbo de Valencia.
La orden será solo de aplicación para los centros públicos, ya que las patronales privadas se opusieron también a que fuera la Administración educativa la que regule y restrinja la participación del alumnado en actividades denominadas extraescolares, en las que se busca la participación de otros agentes educativos.
Prácticas teocráticas
"Conviene recordar que ningún dirigente europeo del pasado siglo (ni, por supuesto, del presente) se atrevió a imponer una norma de este estilo. Hay que buscar en algunos regímenes teocráticos actuales basados en el fundamentalismo islámico para encontrar alguna norma de estas características", condenan los profesores.
"Resulta no solo indignante y escandaloso, sino también extraordinariamente curioso que nuestro consejero de Educación [Alejandro Font de Mora] intente imitar prácticas impropias de los países europeos y que todas las democracias rechazan de plano", prosiguen. El claustro del IES Ballester Gozalbo advierte: "Como miembros de una profesión intelectual y sujetos dotados de derechos ciudadanos, no podemos menos que mostrar nuestro asombro e indignación ante la vulneración de los derechos fundamentales de la Constitución". Por todo ello, han acordado enviar el escrito "a toda la ciudadanía y, especialmente, a las comunidades escolares de otros centros", ya que "están en juego la libertad y la democracia".
La Confederación de Padres Gonzalo Anaya ya se opuso al proyecto en el Consejo Escolar de febrero. Y Marga Sanz, candidata de EU a la Generalitat, acusó al consejero de tener una vocación "censora" impropia en democracia.
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