Homenaje sorpresa a un agitador
Un grupo de amigos reconoce la labor de Uberto Stabile, poeta, editor y activista cultural de la Valencia de los ochenta, en su regreso a la ciudad
Pese a su extenso recorrido como poeta y agitador cultural, Uberto Stabile (Valencia, 1957) es un personaje poco dado a la autocomplacencia. Quizá por ello, la única forma de someter su rico perfil al reconocimiento público era pillarle desprevenido. Aprovechando una visita a Valencia el pasado fin de semana para presentar su nuevo libro, Línea de fuego (Brosquil, 2008), y dar a conocer la Red Internacional de Editores y Proyectos Alternativos (RIEPA), en la que trabaja actualmente, un grupo de poetas de su generación y de posteriores hornadas le tributaron un homenaje sorpresa la noche del sábado por su "contribución a las letras hispanoamericanas al posibilitar la edición a poetas noveles de uno y otro lado del Atlántico y facilitar la labor a las editoriales alternativas", explicaron los promotores, Alicia Martínez e Isaac Alonso, gestores del café literario El Dorado, lugar de la incruenta emboscada. Detrás del reconocimiento, nombres como Alfons Cervera, David González, Antonio Orihuela, Antonio Méndez Rubio, Yolanda Pérez Herrera, José Luis Falcó, Agustín Calvo Galán, Quique Falcón o Carla Badillo, entre otros representantes de dos o tres generaciones literarias.
En Valencia "ahora está todo más bonito, pero es una ciudad gris"
Algunos de estos nombres coincidieron con Stabile durante el efervescente período de los ochenta, años en los que funda el café literario Cavallers de Neu, en 1983, imprescindible foco cultural del barrio del Carmen, o la Editorial Malvarrosa, en la que dan sus primeros pasos literarios Julio Bustamante, Adolf Beltran, Julio Máñez, Vicente Muñoz Puelles o Gonzalo Santelices. En 1991 deja Valencia y desde entonces su labor se ha centrado en el área editorial y de difusión cultural a través de revistas, editoriales, colecciones y certámenes como Palabra Ibérica, dedicado al intercambio entre poetas de España y Portugal, o el Salón del Libro Iberoamericano de Huelva. Tiene además dos decenas de libros pblicados entre poesía y ensayo.
EL PAÍS conversó con Stabile el viernes, antes de que tuviera constancia de que iba a ser homenajeado en una ciudad en la que no vive desde hace 17 años. Una distancia física y temporal que da aliento a la nostalgia: "Lo de Cavallers de Neu era muy divertido, había una convivencia genial entre pintores, escritores y músicos. Por allí pasaba todo el mundo, desde cantautores como Remigi Palmero y Bustamante, a pintores como Miquel Navarro y escritores en catalán y castellano", dice, y recuerda al desaparecido Josep Vicent Marqués, Pere Bessó, al propio Cervera, Carmen Alborch y Ricard Pérez Casado. "Además, el local estaba situado estratégicamente, entre teatros, y eso hacía que mucha gente de fuera pasara por allí", puntualiza. "Valencia era una ciudad muy viva, estaba menos desarrollada tecnológicamente pero era mucho más moderna. Había más libertad y más creatividad y gozaba de una salud intelectual increíble. Era una ciudad caliente y valiente, con miles de tertulias e infinidad de actividades culturales. Había más movimiento civil". "Ahora está todo más bonito y ordenado, pero es una ciudad gris desde el punto de vista intelectual, porque la cultura en general está enganchada al poder", añade, si bien reconoce que en sus últimas visitas a Valencia detecta "signos de que se mueve algo como respuesta a la producción cultural institucionalizada".
Stabile siempre ha tenido voluntad de estar al otro lado. "Yo he editado siempre. Con 18 años hacíamos revistas que luego nos enteramos que eran fanzines", dice, con cierta sorna. Y el interés de dar a conocer el trabajo creativo de otros nunca le ha abandonado. Su última aportación es RIEPA, red editorial alternativa de la que destaca su carácter profesional y la filosofía del producto bien acabado y presentado. "El reduccionismo de que lo alternativo es cutre, pasó a la historia. El comunicador debe tratar de sacar un producto de calidad no sólo en el formato, sino también en los contenidos". "No se trata de un movimiento contra nadie, sino a favor de... Lo alternativo debe contemplar una mirada seria pero atractiva. Hasta ahora el discurso era serio pero triste y derrotista. Interesa una posición mucho más optimista y eso viene dado por la toma de conciencia: uno no es como reflejo del otro, sino porque cree en lo que hace", razona Stabile. Una filosofía al servicio de lo que denomina "bibliodiversidad", una adaptación a la literatura del conservacionismo ecológico. "Es un concepto paralelo a lo que ocurre con el medio ambiente. Hay que trabajar para que las pequeñas editoriales, las que mejor se adaptan a los lectores exigentes, sean visibles e imprescindibles", acota.
El esfuerzo editorial y de difusión cultural no le ha impedido desarrollar su faceta creativa. Desde que apareciera En torno a un mar (1980), ha ido acumulando una solvente obra poética y ensayística. La línea de fuego, una de sus últimas aportaciones, presentada el viernes en Valencia, es una antología de sus poemas "a pie de calle", los de contenido más social y político, que abarca todos sus períodos creativos. Unos versos, en forma de líneas de fuego que, como alerta Antonio Orihuela en el prólogo, no han perdido vigencia pese al tiempo transcurrido "porque, sencillamente, continúa vigente la pesadilla que les dio forma entonces".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.