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El Consell se enfrenta a la primera huelga de la enseñanza pública

La oposición a la gestión de Font de Mora se aglutina en movimiento civil

No hay vuelta atrás. La Generalitat de Francisco Camps se enfrenta a la primera huelga general de la enseñanza pública no universitaria de la era popular, cuando se dirige hacia el ecuador de su cuarta legislatura autonómica en franco desgaste político por los escándalos de corrupción del PP y las implicaciones del presidente en el caso Gürtel, que instruye el juez Baltasar Garzón. Si el pasado 15 diciembre, la comunidad educativa dio un plácet de gracia al Gobierno valenciano y decidió "aplazar" la huelga convocada para el 17 y abrir un proceso de negociación para mejorar la enseñanza pública, esta vez no hay marcha atrás.

Rotas las negociaciones entre la Administración educativa y todos los agentes del sector público (CC OO, STEPV, UGT, confederaciones de padres y alumnos, asociaciones profesionales de directores, inspectores de Adide y la entidad cultural Escola Valenciana), mañana profesores y alumnos de 1.500 colegios e institutos públicos de toda la Comunidad Valenciana están convocados a la huelga.

Más información
Los 13 puntos de la ruptura de Educación con los agentes del sector público

Con una novedad sobre otras movilizaciones educativas. En esta ocasión, las dos asociaciones profesionales de directores de Primaria y de Secundaria -que son la piedra angular de la Administración educativa y se someten al Estatuto del Empleado Público- son una parte activa de la huelga y han hecho sendos llamados a la sociedad para que se "vacíen" los colegios. Con el dinero que la Administración se va a ahorrar -tras el descuento proporcional en la nómina de un día salario- pide que se reinvierta en la red pública. No en más conciertos.

Bajo el lema Font de Mora dimissió, la Plataforma per l'Ensenyament Públic pide un "giro en la gestión educativa". Algo que, según su portavoz, Gemma Piqué, pasa primero por "la dimisión del actual equipo directivo de la consejería", que dirige el popular Alejandro Font de Mora.

El 15 de diciembre de 2008, Educación se comprometió a negociar el documento 13 puntos para mejorar la enseñanza pública, tras un trimestre plagado de encierros en las aulas y movilizaciones en las calles, a raíz de la ocurrencia de Camps y Font de Mora de traducir al inglés las clases de Educación para la Ciudadanía, pese a las reservas del Tribunal Superior de Justicia.

El documento nació como un "pacto de mínimos" por parte de la Plataforma para aplazar la huelga y retomar la senda del "diálogo" y la "normalidad" en materia educativa, tras las maltrechas relaciones con el consejero. El diálogo funcionó durante tres meses, en forma de múltiples reuniones bilaterales, pero se rompió el 15 de marzo, tras la respuesta "definitiva" oficial leída en persona por el consejero Alejandro Font de Mora, que no concretaba prácticamente ninguno de los puntos.

La dimisión de Font de Mora se ha convertido, en este momento, en el catalizador social de una marea "amarilla" (el color de las protesas) tras meses de desencuentros y ocurrencias, como implantar chino y uniformes en la escuela pública.

Educación habla de "consenso"

Ante la "marea amarilla" a la que está convocada el martes la sociedad valenciana, con el respaldo incluido de la Confederación Valenciana de Asociaciones de Vecinos, la Consejería de Educación, preguntada por este periódico sobre las causas que han llevado a este callejón sin salida que es la huelga responde que se limita a "respetar las decisiones que libremente adoptan los agentes sociales".

Educación considera, además, que "ha realizado en todo momento un esfuerzo por avanzar en una posición de consenso que podía ser perfectamente asumible por estos interlocutores". "De hecho", añade, "desde la Administración se ha llevado a cabo una labor de diálogo muy amplia y extensa que ha llevado a superar el centenar de reuniones. Estas reuniones se han desarrollado con normalidad, sin que se adoptara ninguna decisión definitiva al margen de las mesas de negociación".

El equipo directivo de Font de Mora defiende su proceder: "En nuestra voluntad de diálogo creemos haber avanzado en muchos temas de los 13 puntos planteados, con cuestiones que pueden ser perfectamente asumibles desde nuestro punto de vista por los interlocutores sociales".

La consejería sostiene que ha trabajado "al máximo de sus posibilidades, dentro del marco general del proyecto educativo ratificado por la mayoría de los ciudadanos". Es decir, el programa del PP.

Historia de un curso plagado de movilizaciones en las aulas

- 10 de junio de 2008. Primera manifestación del "Nou i Prou" a la política de "decretazos" y el que obligaba a traducir al inglés las clases de Ciudadanía.

- Finales de junio. El consejero Alejandro Font de Mora amenaza con suspensión de sueldo a los profesores que se nieguen a impartir EpC en inglés.

- Finales de agosto de 2008. Educación saca de golpe 10 decretos de la Ley Orgánica de Educación (LOE) sin consenso. Protesta de directores ante la improvisación y falta de planificación. - Finales de agosto. La secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez, afirma en un comunicado que se han eliminado la mayoría de aulas prefabricadas. En 2007-2008 había 1.111 barracones. Este curso, 1.300, por falta de plazas de Infantil.

- Septiembre. El curso se inicia con la orden valenciana que obliga a que haya un profesor de inglés y otro de filosofía en clase de EpC. Es la gota que colma el vaso.

- 26 de septiembre. Font de Mora ordena a la inspección educativa que entre en clase para controlar al profesorado.

- 16, 20 y 27 de octubre. Primeras concentraciones frente a la Generalitat.

- 29 noviembre. 50.000 personas contra la gestión educativa de Camps.

- 15 de diciembre. Se "aplaza" la huelga y se condiciona a la negociación de 13 puntos para mejorar la enseñanza pública.

- 15 de marzo.Rotas las negociaciones, la Plataforma convoca huelga general para el 28 de abril.

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