El Cabanyal busca referentes
El barrio se fija en las exitosas luchas vecinales de Ottensen y Mukojima
El Cabanyal tiene mucho que aprender del barrio alemán de Ottensen y del japonés de Mukojima. Ambos han vivido, como sucede con el barrio valenciano, amenazados por el desarrollismo urbanístico y por proyectos oficiales como la construcción de una autovía.
El activismo ciudadano "y una combinación de otras cosas" funcionó y ahora son dos áreas regeneradas que no han renunciado a sus orígenes y sirven de espejo al Cabanyal. Habla Burkhart Springstubbe, arquitecto que vivió la lucha de Ottensen, un barrio de Hamburgo de 32.000 habitantes a orillas del río Elba, que 30 años atrás peleó por evitar que una carretera partiese su trama urbana. "Mi consejo es que no pierdan la paciencia. En Ottensen, a pesar de las sentencias judiciales en contra, la iniciativa popular no perdió la fe y siguió luchando".
A la alcaldesa, Rita Barberá, este arquitecto le recomendaría, si la tuviera de frente, que "escuche a todas las partes afectadas" e invierta en la rehabilitación de El Cabanyal. Así se hizo en este barrio alemán. "Sin las inversiones públicas no hubiera sido posible la recuperación del barrio", dijo.
Hace años que Ottensen ha dejado atrás esa apariencia gris y las muestras de degradación urbanística y social. Hoy es la típica zona donde "todo el mundo quiere vivir", agrega Peter Schwanewilms, activista alemán de Salvem El Cabanyal.
En Tokio se encuentra un segundo ejemplo que viene al barrio marinero como anillo al dedo. Junto a los altísimos rascacielos de la capital japonesa se extiende una zona de casas de madera y veredas verdes. Es una especie de casco histórico azotado desde hace décadas por desastres naturales, por guerras y más tarde por el avance de gigantescos edificios. Pese a todos estos envites, la zona se ha convertido en una especie de isla para todo aquel que visita Tokio.
Estas dos experiencias se debatirán estos días en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia, donde se reúnen hasta el sábado sociólogos, arquitectos y defensores de El Cabanyal. Francisco Herrero, profesor de la escuela y activista de Salvem El Cabanyal, es el director de este congreso internacional. Ayer explicó a alumnos de los tres países el valor de este barrio de pescadores. Luego dividió a los alumnos inscritos en tres grupos que elaborarán propuestas concretas sobre cómo regenerar el barrio. Hoy está previsto profundizar en la mediación de conflictos porque El Cabanyal es sin duda un caso de manual.
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