Bertarelli: "Sin nuestras velas, no navegaremos"

Para el dueño del Alinghi, Ernesto Bertarelli, ya no valen más retrasos ni excusas. Su barco está en la dársena del puerto de Valencia, a la vista tanto de los curiosos como de sus rivales, listo para navegar. Como lo está el Oracle, que ya ha hecho también un primer entrenamiento. "No es posible retrasar la regata más allá del 8 de febrero", fecha de inicio marcada por sentencia judicial, dijo Bertarelli, quien compareció con el patrón del catamarán suizo, Brad Butterworth.

En parte porque los patrocinadores ya tienen sus reservas, las invitaciones ya están cursadas, está en marcha el acuerdo para los derechos de televisión y existe ya un compromiso con la ciudad de Valencia. "La Copa del América es una maratón y estamos en el último sprint. Intentemos dejar atrás los pasados dos años y medio de problemas y discusiones y veamos quién tiene el barco más rápido", señaló.

Los regatistas se confiesan hartos de la sucesión de demandas

Es más, respondió al Oracle con otro ultimátum, como antes hicieran aquellos: "Si no nos dejan competir con nuestras velas, no navegaremos". ¿Teme perder la regata luego en los tribunales?, le preguntaron. "Si Larry Ellison gana la Copa en el Tribunal, yo le llevaré personalmente el champán", ironizó.

Una sarta de demandas impide a la competición regresar al agua. La última la presentó el Oracle, que denunció al defensor por usar velas construidas en América, cuando esta regata se entiende como una lucha entre países que exhiben su mejor tecnología. El Alinghi no lo niega, pero apunta matices: están fabricadas en Suiza, dicen. Además, responden con más acusaciones: si el Oracle mira sus velas ellos podrían echarles en cara que su motor es alemán y su trimarán es "una copia del Groupama francés de Franck Cammas". No lo hacen, dicen, porque quieren competir ya.

Los regatistas, unos y otros, se confiesan hartos ante semejante situación: "Sería conveniente que el Deed of Gift se modificara para que lo que pasa ahora no acabe nunca en una competición entre dos barcos", opinó el regatista español Joan Vila. Además, los integrantes del equipo suizo piensan que los norteamericanos solo intentan con sus demandas alargar aún más el enfrentamiento en aguas valencianas para ganar tiempo y desarrollar mejor su vela rígida, la gran innovación de esta nueva edición.

Aunque quedan poco más de dos semanas para el inicio de la 33ª Copa del América, a ojos de cualquier vecino de la ciudad de Valencia nada indica una actividad extra en el puerto deportivo. En parte, porque tan solo un equipo, el Alinghi, prepara su barco a la vista de los pocos curiosos que aún hoy se interesan por esta competición, que ha pasado los últimos dos años y medio en los tribunales. Su rival, el Oracle -como denunció ayer Bertarelli- "no está en la Dársena, está en el puerto comercial, detrás de los contenedores". Ello, reconoció, resta aún más atractivo a la cita náutica.