Artistas en falsificaciones legales
Alicante acoge una colección de imitaciones de pinturas universales elaboradas por pintores autorizados
Contar con un lienzo, a tamaño real y color original, de Sorolla, Botero, Van Gogh, Monet o Renoir colgado en la pared de su casa es un privilegio sólo al alcance de los muy ricos. Sin embargo, tener acceso a una copia o falsificación legal es más sencillo y, sobre todo, más asequible a personas amantes del arte, pero con economías más modestas. Giuseppe Salzano, pintor y tratante italiano, es el encargado de poner en el mercado las imitaciones de cuadros universales elaboradas por un grupo de finos falsificadores europeos. Los resultados de este trabajo son objeto de la exposición 100 auténticas fasificaciones legales, abierta en un hotel de Alicante hasta el próximo lunes.
'Esto también es arte, y cumple con una misión muy importante', dijo Salzano. 'Se trata de acercar las grandes obras de los pintores clásicos al público en general', añadió. Algunos artistas internacionales se han especializado en la falsificación de cuadros, una actividad que desde hace 16 años es legal desde el momento en el que los falsificadores dieron su cara públicamente y reconocieron la actividad que realizaban. Por este motivo, el promotor de la muestra, que incluye 107 imitaciones, explica que a cada comprador se le entrega un certificado de adquisición, denominado falso d'autore, mediante el cual la galería italiana Pitti Arte garantiza que la obra adquirida es 'única e inédita, que respeta y sigue la manera y técnica original'.
En la actualidad, 48 pintores falsificadores de Italia, Francia y España trabajan para Giuseppe Salzano que ha trasladado a Alicante una pequeña y representativa colección de estos artistas, entre ellos: Claudio Rossi, Sergio Ughi, Franco Galli, Mario Vonicca, Ariante Paolo y el inglés Jonhes Bell. 'Aquí se compra un Monet, que se sabe que no es original y lleva la firma del falsificador', comentó el organizador de la muestra. 'Por tanto, todo es claro y no engañamos a nadie, cada uno sabe lo que compra y a un precio razonable', argumenta. Las piezas que se exponen en Alicante tienen un precio que oscila entre las 100.000 y 600.000 pesetas, y abarcan todos los estilos y épocas pictóricas.
Las falsificaciones de la galería Pitti Arte de Florencia 'ofrecen a los coleccionistas y a los amantes del arte la oportunidad de disfrutar de las obras de arte más famosas en la historia de la humanidad', explica el promotor de la iniciativa, quien cuenta con el respaldo de museos de Francia, Países Bajos y la Academia de Bellas Artes de Milán.
Salzano mantiene que la figura del falsificador de obras de arte ha existido siempre. 'Al principio eran alumnos o secretarios de los grandes genios de la pintura, y ahora son admiradores y profesionales del arte', dice. 'A la mayoría les gusta compararse con los grandes maestros, quieren emularles y al final les gusta hacer lo que hacen y perfeccionar día a día sus falsificaciones', justifica el tratante.
Las bailarinas, de Degas o los famosos Girasoles, de Vincent Van Gogh, son las dos obras más llamativas de la colección. Además, la muestra se completa con imitaciones de cuadro de ilustres pintores como Gauguin, Lautrec, Rubens, Rembrandt, Velázquez, Goya, Brueghel, Klimt, Modigliani, Canaletto, Guardi, Leonardo, Raffaello, Micheangelo y Schile. Los falsificadores tienen sus propias técnicas y sus autores favoritos. 'Cada pintor se especializa en un artista de renombre, bien porque le gusta o quizá porque sea un desafío nuevo, la cuestión es que cada uno tiene su autor favorito', agregó.
El responsable de la exposición reconoce que el público español, y en esta ocasión el alicantino, no es una excepción, prefiere los lienzos impresionistas o los bodegones de la escuela de Joaquín Sorolla.
La exposición presenta una vertiente didáctica: alumnos y escuelas acuden a verla para conocer de primera mano cómo son las obras que normalmente visionan en diapositivas.
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