El Apartamento se estrena como la primera galería con sede en Cuba en participar en Art Basel Miami Beach

Uno de los destacados de la 23ª edición de Art Basel Miami Beach, que se celebra del 5 al 7 de diciembre, es que contará por primera vez con la participación de una galería con sede en Cuba: El Apartamento. Un hito, considerando las barreras políticas, económicas, logísticas e históricas a las que ha tenido que hacer frente y teniendo en cuenta la longeva enemistad entre Miami y La Habana.

Para el fundador de la galería, Christian Gundin, participar en una feria de la envergadura de Art Basel Miami Beach, la más importante en América, tan solo una década después de inaugurar el proyecto, es un gran honor y un reconocimiento a todo el trabajo. “He tenido suerte, pero a la vez no he parado de trabajar durante los últimos 10 años. Ha sido una verdadera aventura llena de altibajos, una montaña rusa de emociones y decepciones, con mucho estrés económico”, explica.

Gundin, de 45 años, nacido en La Habana, vive a caballo entre la capital cubana, Miami y Madrid. Es precisamente esa persistencia uno de los factores que contribuyeron a la supervivencia de la galería y posteriormente a su expansión. De momento, El Apartamento no parece haber notado el vertiginoso descenso de ventas en el mercado del arte contemporáneo, las cuales han caído un 12% respecto al año pasado, según un reporte de Art Basel y UBS.

En las últimas ferias les ha ido muy bien, desde The Armory Show en Nueva York hasta la más reciente, Frieze, en Londres, donde lo vendieron absolutamente todo. “Las crisis son cíclicas. Los costos han subido mucho y no necesariamente porque se venda más; pero yo siempre llego optimista a la feria, y la actitud es importante”, apunta Gundin.

Aún no es posible determinar si el caso de El Apartamento abrirá el camino a otras galerías al mercado internacional o ha sido una excepción fruto de la conjunción de diversos factores. En la actualidad hay otros proyectos culturales en La Habana, como el Estudio Figueroa-Vives o el recientemente creado espacio Cemí, pero la supervivencia de galerías de arte en Cuba es difícil, considerando que la situación en el país sigue siendo precaria —“No hay combustibles, no hay luz, hay epidemias, hambre…”— y los artistas dependen de un mercado foráneo.

Gundin asegura que desde que comenzó su andadura con El Apartamento, nunca ha tenido problemas con la aduana, ya que el embargo de arte está protegido por la ley, pero reconoce que la logística sigue siendo complicada: las compañías de transporte son muy limitadas y, a veces, hay que enviar las obras primero a Europa y desde allí traerlas a Estados Unidos.

El Apartamento se fundó en 2015, en el florecimiento de la escena cultural cubana durante la era de Barack Obama, el primer presidente estadounidense en visitar Cuba en 90 años. El demócrata impulsó el deshielo de las relaciones diplomáticas entre ambos países, consiguiendo el mayor acercamiento de EE UU a Cuba desde la Revolución de 1959. Esta apertura repercutió en el nacimiento de numerosos proyectos culturales que se beneficiaron de la afluencia de turistas y visitas de comisarios de arte. Un movimiento que se frenó con la llegada de Donald Trump al poder, y sobre todo con la irrupción de la pandemia del covid-19.

“Nosotros sobrevivimos gracias al apoyo de amigos coleccionistas. Una persona clave que nos ayudó muchísimo durante la pandemia fue Jorge Pérez (empresario y filántropo, cuyas donaciones hicieron que el Miami Art Museum pasara a llevar su nombre, Pérez Art Museum Miami)”, comenta Gundin, quien afirma que a partir de la pandemia se produjo una de las migraciones más grandes de artistas cubanos que él ha experimentado. En la actualidad, en La Habana solo le quedan cinco o seis artistas, asegura.

Fue entonces cuando empezó a sopesar la expansión de El Apartamento a otras ciudades, y al final se decantó por España, aprovechando que su padre tenía la ciudadanía. Desde el 2023, la galería abrió sus puertas también en Madrid.

El arte contemporáneo cubano está reafirmando su lugar en el canon internacional, algo que puede constatarse a través, por ejemplo, de When I don’t sleep, I dream, la gran retrospectiva que el MoMA dedica en la actualidad a Wilfredo Lam y las que antes le dedicaron el Pompidou, el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía y la Tate.

En este contexto, la apuesta de El Apartamento es propiciar el diálogo de los artistas cubanos con artistas de otras regiones. En su primera incursión en Art Basel Miami Beach, la galería lleva a cinco artistas, cuatro de ellos cubanos: Ariamna Contino, Roberto Diago, Diana Fonseca y Orestes Hernández y el español Miki Leal. Gundin afirma que tiene previsto ampliar su portafolio de artistas e incluir de otros países de Europa, Latinoamérica y EE UU. “No quiero que la galería quede encasillada como un espacio de arte cubano, sino de arte contemporáneo”, puntualiza, señalando que se ha esforzado por mantener un enfoque diverso con que enriquecer el programa y que, además de pinturas, aglutina diferentes disciplinas y se pueden encontrar esculturas, fotografías e instalaciones.

En febrero, El Apartamento estará presente en Frieze Los Angeles, una feria muy exclusiva en la que participan solo un número reducido de galerías y donde presentará la obra de Miki Leal. Pero ahora toda la atención está puesta en su primera participación en Art Basel Miami Beach, que, conocida por ser la más especulativa del calendario internacional, puede resentirse ante un mercado del arte que se mueve con cautela en momentos de máxima incertidumbre.