Bruselas da por hecho que Janssen no cumplirá las entregas pactadas hasta finales de julio
La UE afronta retrasos similares a los de AstraZeneca con la vacuna de un solo pinchazo, de la que ha pactado recibir 55 millones de dosis en el segundo trimestre
Bruselas da prácticamente por hecho que Janssen, la única vacuna de un solo pinchazo contra la covid aprobada en la Unión Europea, no podrá cumplir con la entrega de los 55 millones de dosis pactadas para el segundo trimestre, y es probable que se quede a bastante distancia. Hasta la fecha, superados ya dos meses del trimestre, la filial de la multinacional estadounidense Johnson & Johnson ha suministrado 7,2 millones de dosis a los 27 países del bloque comunitari...
Bruselas da prácticamente por hecho que Janssen, la única vacuna de un solo pinchazo contra la covid aprobada en la Unión Europea, no podrá cumplir con la entrega de los 55 millones de dosis pactadas para el segundo trimestre, y es probable que se quede a bastante distancia. Hasta la fecha, superados ya dos meses del trimestre, la filial de la multinacional estadounidense Johnson & Johnson ha suministrado 7,2 millones de dosis a los 27 países del bloque comunitario, en torno al 13% de lo que había prometido. La Comisión Europea estima que las demoras, relacionadas con unas obras para ampliar la producción en una fábrica holandesa, persistirán durante los próximos dos meses, hasta finales de julio.
Estas dilaciones ponen en aprietos los calendarios de vacunación de los Estados miembro, que fiaban parte de su estrategia a esta inmunización que requiere de un solo pinchazo. España, por ejemplo, decidió el martes que la inyección monodosis de Janssen sería inoculada en el tramo de edad de entre 40 y 49 años (hasta la fecha se administraba solo a mayores de esta edad). A pesar de la tardanza, el Ejecutivo comunitario cree que aún se podrá alcanzar el objetivo de vacunar al 70% de la población europea adulta en verano, pero gracias a la ayuda de los fármacos de Pfizer-BioNTech y Moderna.
Los retrasos de Janssen recuerdan a los que comenzó a anunciar AstraZeneca en enero de este año, marcando el inicio de una escalada de tensión que ha acabado con la UE enfrentándose a la farmacéutica anglo-sueca en los tribunales. Pero contrasta con el tono conciliador y constructivo de Bruselas en este caso, al menos de momento. Al final del primer trimestre de este año, AstraZeneca logró suministrar 30 millones de dosis (una cuarta parte de las pactadas).
“Entendemos que se trata de una reducción temporal y esperamos que haya un aumento de las entregas pronto”, dijo el lunes en una rueda de prensa el portavoz de la Comisión, Stefan de Keersmaecker, a pesar de que no quiso cuantificar los retrasos. Sí aseguró que las capitales ya están al corriente, ya que han sido informadas a través del comité directivo de la estrategia europea de vacunación, que reúne a miembros de los 27 gobiernos. Aun así, el Ejecutivo europeo no cuenta de momento con información del todo clara de la compañía, y las discusiones con ella prosiguen para reajustar el calendario de entregas. Bruselas confía en tener una solución inmediata por parte de la multinacional.
Según ha podido saber este diario, los retrasos se han debido a una combinación de dos factores. Por un lado, Janssen ha estado enfrascada en unas obras de ampliación de la fábrica donde produce la sustancia activa de su vacuna para la UE, ubicada en Leiden (Países Bajos). La reforma de la planta, que ya vuelve a estar operativa, ha tenido como objetivo expandir la capacidad de producción europea; pero debido a los largos tiempos de producción que requiere esta vacuna, los resultados solo serán visibles hacia finales de julio.
Dado que la ampliación de Leiden ha requerido una interrupción temporal de la producción, entre tanto, Janssen propuso cubrir los recortes con el principio activo fabricado en Estados Unidos. Pero una de las plantas del otro lado del océano, ubicada en Baltimore, donde se producía la materia prima para el fármaco, ha quedado fuera de servicio tras la contaminación de un lote que arruinó 15 millones de dosis. En estos momentos, existe una partida de vacunas procedentes de Estados Unidos en territorio europeo que no han superado los controles de calidad requeridos, por lo que no han sido distribuidas a los Estados miembros.
La compañía Janssen ha respondido a las preguntas de este diario a través de un comunicado en el que reafirma su “compromiso general” de suministrar 200 millones de dosis de su vacuna (el total del contrato firmado con la UE), pero sin especificar los tiempos. “Seguiremos proporcionando actualizaciones a la Comisión Europea y a los Estados miembros de manera oportuna a medida que afinemos los plazos de entrega”, añade el escrito. “Estamos trabajando sin descanso para desarrollar y activar nuestras capacidades de fabricación”. La empresa asegura que para cumplir sus obligaciones está estableciendo “una red mundial de suministro”, en la que, además del centro de fabricación de Leiden, participarán otros 10 centros “en diferentes instalaciones, en distintos países y continentes”. La farmacéutica prevé que la planta de Leiden esté “plenamente operativa” en el tercer trimestre.
“Janssen va a incumplir prácticamente seguro”, afirma en cambio el eurodiputado socialista Nicolás González Casares, miembro de la comisión de Industria del Parlamento Europeo, una de las encargadas del seguimiento de la estrategia de vacunas. El político español considera probable que para cuando las dosis lleguen, en agosto, ya se habrá protegido a la población objetivo (como la de 40 a 49 años en España) con otros fármacos. “Al final, probablemente contemos con ellas [las dosis de Janssen] para donárselas a otros países”, estima el europarlamentario, que reclama a la Comisión Europea “mayor claridad con la población”, para no dar falsas esperanzas con los calendarios de vacunas.
A pesar de haber recibido luz verde de la Agencia Europea del Medicamento (EMA son sus siglas en inglés) para su uso en territorio comunitario el 11 de marzo, el fármaco de la filial de Johnson & Johnson no comenzó a inyectarse en Europa hasta el 20 de abril. Los retrasos se debieron, primero, a problemas derivados de las medidas de protección a las exportaciones en Estados Unidos, y más adelante a la decisión de la empresa de suspender la distribución mientras la EMA revisaba su posible vínculo con casos de trombosis. Cuando el regulador finalmente dio el visto bueno a la vacuna, Bruselas anunció que contaba con la entrega de 55 millones de dosis durante el segundo trimestre, la cifra que ahora ya parece inalcanzable y que la Comisión confía en recuperar a lo largo del tercer trimestre.
A pesar de que, casi tres meses después de su aprobación, la empresa solo ha suministrado un 3,6% del total de los 200 millones de vacunas comprometidas, la respuesta del Ejecutivo comunitario de momento se mantiene en el argumentario positivo y constructivo que ya usó con Pfizer en enero, cuando anunció un momentáneo retraso en las entregas debido a las obras en su fábrica de Puurs (Bélgica) para ampliar la producción.