La pandemia retrasa la igualdad de género otra generación
El Foro de Davos calcula que el tiempo para alcanzar la paridad ha pasado de 99,5 a 135,6 años en los últimos 12 meses. España ocupa el puesto 14 de 156 países
La ansiada paridad se retrasa otra generación. La pandemia ha añadido 36 años al tiempo necesario para reducir la brecha de género, que ha pasado de 99,5 a 135,6 años en el último año. Así lo recoge el Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés) en su informe anual sobre la brecha de género, que atribuye el deterioro a la menor representación política de las mujeres en grandes economías y el estancamiento de los avances económicos, por los cuidados familiares y el hecho de que las mujeres trabajan en sectores más afe...
La ansiada paridad se retrasa otra generación. La pandemia ha añadido 36 años al tiempo necesario para reducir la brecha de género, que ha pasado de 99,5 a 135,6 años en el último año. Así lo recoge el Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés) en su informe anual sobre la brecha de género, que atribuye el deterioro a la menor representación política de las mujeres en grandes economías y el estancamiento de los avances económicos, por los cuidados familiares y el hecho de que las mujeres trabajan en sectores más afectados por el confinamiento.
Los avances hacia la paridad se han estancado en muchas grandes economías e industrias y eso ha pesado en el cómputo global del progreso. Aunque cada vez hay más mujeres en trabajos que exigen cualificación, las disparidades de renta persisten y sigue habiendo muy pocas mujeres en posiciones directivas. Tanto que la paridad económica, a este ritmo, no se alcanzará hasta dentro de 267,6 años. También ha pesado el retroceso en la participación política de las mujeres en los países analizados, donde ocupan apenas el 26,1% de la representación parlamentaria y el 22,6% de los ministerios. Cerrar esa brecha llevará 145,5 años, frente a los 95 años de 2020.
El WEF no duda en asegurar que la pandemia ha tenido un impacto más negativo para las mujeres que para los hombres, empezando por el desempleo que, según la Organización Internacional del Trabajo, ha afectado a un 5% de las mujeres frente a un 3,9% de los hombres. En buena medida por la desproporcionada presencia de mujeres en sectores afectados directamente por el confinamiento, como el consumo. En el caso de Estados Unidos, recuerda la organización que cada año celebra su reunión anual en la estación suiza de Davos, las más afectadas han sido las mujeres de grupos étnicos y raciales en posiciones de peor ventaja.
No solo eso, sino que la pandemia, el teletrabajo y el confinamiento decretados por las autoridades para hacer frente a la covid-19 ha hecho recaer las labores del hogar, el cuidado de mayores y niños mayoritariamente sobre las mujeres, “lo que ha aumentado sus niveles de estrés y reducido sus niveles de productividad”. La recuperación, sin embargo, no da prioridad a las mujeres. Según los datos de LinkedIn recogidos por el Foro Económico, la contratación de mujeres se está produciendo a menor ritmo en muchas industrias y ellas no suelen ser las candidatas preferidas para optar a puestos de dirección, “lo que está provocando un retroceso tras dos años de avances”, dice el informe, que este año alcanza su 15 edición.
El informe analiza la paridad en cuatro áreas: participación económica, educación, salud y poder político. En educación y salud la brecha casi se ha cerrado, pero los avances hacia la paridad total se han estancado en el último año.
“La pandemia ha afectado la igualdad de género tanto en el puesto de trabajo como en el hogar, dando marcha atrás a años de progreso. Si queremos una economía de futuro dinámica, es vital que las mujeres estén representadas en los empleos del mañana. Ahora más que nunca es crucial centrarse en el liderazgo femenino, comprometerse con unos objetivos y movilizar recursos para lograrlo. Es el momento de incluir la paridad de género en el diseño de la recuperación”, afirma Saadia Zahidi, directora gerente del WEF.
Islandia sigue en cabeza
Desde hace 12 años, Islandia es el país que encabeza la lista de países donde hay mayor igualdad entre hombres y mujeres en términos generales, seguido por Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda y Suecia. Los mayores avances, sin embargo, se han registrado en Lituania, Serbia, Timor Oriental, Togo y Emiratos Árabes Unidos.
España ocupa el puesto 14 de los 156 países que integran la lista y ha registrado un retroceso durante la pandemia: en 2020 había cerrado el 79,5% de la brecha de género y este año solo ha reducido un 78,8% de esa diferencia. Gran parte del retroceso tiene que ver con la menor presencia de mujeres entre los representantes parlamentarios —del 47,4% al 44%—, aunque comparado con 15 años atrás, cuando empezó el informe, la mejora es significativa pues partía del 36%. También porque la esperanza de vida, que con la pandemia se ha reducido entre ambos géneros, ha golpeado más duramente a las mujeres.
El WEF llama la atención de que en 81 países nunca una mujer ha ocupado la máxima posición política, como presidenta o primera ministra, entre ellos países considerados relativamente progresistas respecto a la paridad como Suecia, España, los Países Bajos o Estados Unidos.