El Gobierno rechaza el confinamiento domiciliario solicitado por Asturias
Illa confía en que funcionen las medidas impuestas tras el estado de alarma. El Principado cierra todas las actividades comerciales no esenciales
Después de que la cascada de peticiones de las comunidades acabaran con la imposición del estado de alarma el 25 de octubre, Asturias ha sido la primera comunidad en solicitar, este lunes, la imposición del confinamiento domiciliario en el principado, algo que también pidió formalmente Melilla un día antes. Sin embargo, en esta ocasión, el Ministerio de Sanidad ha trasladado que “en el escenario actual, no se contemplan confinamientos domiciliarios en nuestro país” y que va a esperar para ver si las medidas actuales logran el efecto esperado contra el coronavirus. El presidente asturiano, Adri...
Después de que la cascada de peticiones de las comunidades acabaran con la imposición del estado de alarma el 25 de octubre, Asturias ha sido la primera comunidad en solicitar, este lunes, la imposición del confinamiento domiciliario en el principado, algo que también pidió formalmente Melilla un día antes. Sin embargo, en esta ocasión, el Ministerio de Sanidad ha trasladado que “en el escenario actual, no se contemplan confinamientos domiciliarios en nuestro país” y que va a esperar para ver si las medidas actuales logran el efecto esperado contra el coronavirus. El presidente asturiano, Adrián Barbón (PSOE), ha anunciado que cerrará todas las actividades comerciales no esenciales y adelantará el toque de queda, medidas para las que no requiere de autorización del Gobierno.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha negado varias veces la necesidad de esta medida, la última este mismo lunes, poco antes de que Barbón anunciase que pediría al Gobierno el confinamiento de los asturianos en sus casas. “Ahora no prevemos ni estamos trabajando” en un confinamiento domiciliario, había asegurado durante un encuentro digital organizado por la agencia de comunicación Intermedia. Preguntado sobre esta posibilidad, Illa ha insistido en que “el abanico de medidas” que se ha puesto a disposición de las comunidades autónomas ―en alusión al decreto del estado de alarma, que permite reducir los encuentros sociales y la movilidad con cierres perimetrales― es “suficiente”.
“Cuando uno toma medidas se tarda entre 10 y 15 días en ver los resultados. Por lo tanto, debemos tener un punto de templanza y saber esperar el tiempo necesario para poder ver los efectos de unas medidas muy drásticas y no entrar en una especie de competición para ver quién toma la medida más dura”, ha dicho. Illa ha convocado al Gobierno asturiano a una reunión por videoconferencia este martes a las 12.30, según ha anunciado el ministerio, que ha añadido que “las medidas que ya han adoptado las comunidades requieren un tiempo para evaluar su impacto y hay, por tanto, un margen temporal para que su eficacia tenga resultados en la evolución de la pandemia”.
Un día antes que Asturias, el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, había instado formalmente a Sanidad a habilitar los mecanismos legales para activar el confinamiento domiciliario, ya que la ciudad autónoma es, en términos relativos, la región española con más contagios y mayor presión hospitalaria, tanto en planta como en UCI. La semana pasada, Castilla y León pidió al Gobierno que habilite las herramientas legales necesarias, aunque no para ordenar el confinamiento domiciliario de forma inmediata, sino para poderlo hacer si los datos epidemiológicos no mejoran. El decreto del estado de alarma no permite dictar esta medida, por lo que, si el Gobierno se lo replanteara, haría falta rehacer o ampliar dicha disposición.
Las demás medidas anunciadas por el presidente asturiano, que no necesitan de la aprobación del Gobierno, entrarán en vigor en la madrugada del miércoles, bajo la premisa de evitar la movilidad y la interacción social, durante 15 días prorrogables. “No hay otro camino”, ha dicho Barbón en una conferencia de prensa. El Principado aún no ha comunicado exactamente cuáles son los sectores implicados. Barbón sí ha indicado que el toque de queda, actualmente de 23.00 a 6.00, se adelantará a las 22.00.
El consejero de Salud, Pablo Fernández, ha precisado que se mantendrán abiertos los establecimientos de venta de alimentos y productos de necesidad básica, las farmacias, las peluquerías o los locales que preparen comida para su recogida o distribución a domicilio. El director de Salud Pública, Rafael Cofiño, ha detallado que la norma, que se publicará este martes en el boletín oficial del principado, implica el cierre de espacios como centros comerciales, la supresión de la presencialidad en las aulas universitarias salvo que sea imprescindible, el cierre de espectáculos públicos o actividades recreativas y la cancelación de congresos o reuniones laborales. En cambio, ha recalcado que se mantendrá la educación escolar y en institutos, siempre bajo minucioso control de los contagios, tanto por la importancia del desarrollo formativo del alumnado como por las dificultades para la conciliación familiar en caso de clausurar los colegios.
“Momento crítico en la segunda ola”
El presidente asturiano ha calificado este momento como “crítico en la segunda ola de la pandemia” y ha admitido que su gravedad ha superado incluso las previsiones. La consigna de la orden autonómica pasa por evitar el “colapso sanitario” dentro de un sistema hospitalario en una situación “límite”. Barbón ha explicado que antes de que la instrucción se implemente, hablará con los sectores más perjudicados para establecer ayudas para paliar parte de sus repercusiones económicas. También ha reconocido el trabajo de los sanitarios y ha emplazado a la responsabilidad de la ciudadanía para contener los contagios. Además de insistir en que los principales destinatarios de estas contundentes intervenciones son los mayores y personas vulnerables, ha llamado a la esperanza de la población: “[Durante la primera ola] supimos reaccionar como sociedad y controlar al virus. No caben otras respuestas que apoyarnos desde la unidad”.
Por su parte, Fernández ha destacado un “cambio cualitativo” en la incidencia del coronavirus, que requiere “reaccionar contundentemente” antes de que el sistema pueda colapsar. El consejero ha informado de que su equipo ha contactado con los representantes del Ministerio de Sanidad para que el confinamiento se aplique cuanto antes y que solo se salga del domicilio particular para trabajar, estudiar o comprar alimentos. Fernández también ha insistido en el éxito de Asturias durante la primavera y el verano en su lucha contra la covid-19 y ha pedido a la población su ayuda para repetirlo.
Mientras, Cofiño ha reiterado la importancia de crear “burbujas sociales” para controlar totalmente los contactos entre personas y ha instado a reducir al máximo las relaciones sociales o familiares. La zona que más preocupa por su elevada tasa de incidencia es la de Gijón, mientras que Oviedo y Avilés muestran una línea más estable. Las tres ciudades permanecen bajo un cierre perimetral desde que el Principado retornó a una “fase 2 adaptada” hace dos semanas. La semana pasada, Barbón ordenó además el cierre perimetral de toda la comunidad, así como el cese de la actividad comercial a las 22.00 y de los locales de hostelería, apuestas y juego a las 23.00. También limitaba los encuentros sociales a seis personas.
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