Cómo comer mejor para envejecer con salud
Los ajustes en nuestra dieta podrían ser una de las maneras más eficaces de prevenir las enfermedades en una población europea cada vez más envejecida
En 2021, más de una quinta parte de la población de la Unión Europea tenía 65 años o más. Las tendencias demográficas actuales indican que en 2050 habrá 130 millones de europeos en ese grupo de edad. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2040 sus integrantes superarán los 1.300 millones a escala mundial.
La prolongación de la esperanza de vida conlleva sus problemas, como el aumento de las deficiencias físicas y mentales. Las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer y l...
En 2021, más de una quinta parte de la población de la Unión Europea tenía 65 años o más. Las tendencias demográficas actuales indican que en 2050 habrá 130 millones de europeos en ese grupo de edad. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2040 sus integrantes superarán los 1.300 millones a escala mundial.
La prolongación de la esperanza de vida conlleva sus problemas, como el aumento de las deficiencias físicas y mentales. Las enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer y las incapacidades que afectan al cuerpo y a la mente, no son excepciones. En general, el rápido envejecimiento de la población plantea costosas exigencias a unos sistemas sanitarios ya en dificultades.
“Los cambios en la alimentación y el estilo de vida son, con mucho, la manera más eficaz de propiciar un envejecimiento saludable de la población”, afirma Hermann Stuppner, jefe de departamento en la facultad de Química y Farmacia de la Universidad de Innsbruck, en Austria.
Stuppner puso en marcha el proyecto MediHealth, inspirado en la dieta mediterránea, entre otros hábitos alimenticios de todo el mundo, para descubrir qué plantas nos ayudan a envejecer mejor.
La zona mediterránea, especialmente Creta, se asocia desde hace tiempo con bajas tasas de cardiopatías coronarias y cáncer de mama y de colon. Algunos científicos lo atribuyen al alto consumo de aceite de oliva, que constituye la principal fuente de grasa de la dieta.
El proyecto seleccionó plantas originales de Grecia, Vietnam, Sudáfrica, Túnez y Chile. Al final se optó por la pequeña planta silvestre Cichorium spinosum, conocida como achicoria espinosa, para utilizarla como ingrediente de un nuevo producto nutracéutico competitivo.
Un nutracéutico es un producto alimentario con efectos médicos o sanitarios beneficiosos, entre ellos la prevención y el tratamiento de enfermedades.
“Los cambios en la alimentación y el estilo de vida son, con mucho, la manera más eficaz de fomentar un envejecimiento saludable de la población”.Hermann Stuppner, médico coordinador del proyecto MediHealth
Stuppner celebra “que los efectos beneficiosos de una alimentación saludable se acepten ampliamente y se reconozcan en todo el mundo”. Sin embargo, puntualiza, la mayoría de las plantas alimenticias no se han investigado, y todavía se desconocen sus virtudes.
El proyecto MediHealth funcionaba con una única estructura que reunía a más de 13 grupos diferentes de expertos tanto del mundo académico como de la industria. Se crearon y analizaron metabolitos que replicaban el procesamiento de los extractos de las plantas por parte del sistema digestivo humano.
Los científicos querían saber si estos metabolitos podían detener el deterioro relacionado con la edad. Esto proporcionaría una sólida base científica para el desarrollo de nuevos productos que combatieran los efectos del envejecimiento.
Según Stuppner, esta estrategia de intercambio entre equipos multidisciplinares “ayuda a aumentar el interés científico por investigar los productos naturales”. A pesar de la intensa colaboración, algunas preguntas quedaron sin respuesta. Por eso, los socios de MediHealth siguieron trabajando juntos después de que el proyecto acabara en 2019.
Anciano, pero independiente
Las personas mayores pueden necesitar, en promedio, más proteínas que los jóvenes. Una ingesta inadecuada de proteínas por parte de los adultos de más edad es preocupante. El estudio InDEPENDEnt analizó los efectos de las dietas proteínicas en la pérdida de capacidades por una población europea y estadounidense cada vez más envejecida.
“De qué manera se quiere envejecer es algo que depende de la persona”, señala Nuno Mendoça, de la Universidad Nueva de Lisboa (Portugal), que participó en la investigación. “Sin embargo, en general, a los adultos mayores les preocupa más poder seguir siendo independientes y continuar con sus actividades diarias que prolongar la esperanza de vida sin que esta sea de calidad”.
La aparición de la incapacidad puede ser paulatina o producirse de repente, después de un suceso que cause un estrés importante, explica el experto.
La llamada “buena nutrición”, que proporciona a la persona todos los nutrientes necesarios según su sexo, edad y estado de salud, va de la mano con la actividad física a la hora de resistir a las enfermedades relacionadas con la edad. Juntas tienden a prevenir el deterioro muscular que puede acabar en incapacidad.
“La ingesta adecuada de proteínas parece eficaz para prevenir la incapacidad natural”.Nuno Mendoça, investigador de la Universidad Nueva de Lisboa
El proyecto analizó los datos de cuatro grandes estudios realizados en Europa y Norteamérica. Las conclusiones de InDEPENDEnt se suman a las pruebas de que una ingesta adecuada y sostenida de proteínas a lo largo del tiempo puede retardar el proceso de envejecimiento.
El resultado era esperable. “La buena nutrición desempeña un papel muy importante en la prevención”, afirma Mendoça. “La ingesta adecuada de proteínas parece eficaz para prevenir la incapacidad natural”.
Todavía queda mucho que entender, como, por ejemplo, las necesidades de proteínas en condiciones específicas en adultos mayores. Se plantean interrogantes acerca de qué diferencias existen, si es que existen, entre las fuentes de proteínas y el papel de los aminoácidos, que son los componentes básicos de estas. Asimismo, el aumento de las pautas dietéticas proteicas en adultos mayores sanos sigue generando cierta controversia, a pesar del amplio acuerdo en la comunidad científica.
Estos estudios, junto con otros, pueden servir de base para el desarrollo de nuevas directrices sobre proteínas en la dieta de los adultos mayores y las intervenciones de salud pública. Para seguir con su investigación, el equipo tiene en preparación un nuevo proyecto llamado IPHUNCTION, cuyo objetivo es estudiar la interacción entre las proteínas y la actividad física.
La edad es inevitable, pero los alimentos y la nutrición pueden ser la clave para asegurar un proceso de envejecimiento saludable y positivo.
La investigación descrita en este artículo se financió con fondos de la UE. Artículo publicado originalmente en Horizon, la revista de Investigación e Innovación de la Unión Europea.
Traducción de NewsClips.
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