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Columna

Democracia sonámbula

Según Pedro Sánchez, se puede legislar sin Parlamento y gobernar sin Presupuestos; y celebrar elecciones paralizaría el país

Puesto que el negociador habitual del Partido Socialista con Carles Puigdemont se encuentra en prisión preventiva por corrupción, tuvo que hacer de emisario ...

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Puesto que el negociador habitual del Partido Socialista con Carles Puigdemont se encuentra en prisión preventiva por corrupción, tuvo que hacer de emisario el presidente de la Generalitat. Un año antes, el prófugo había intentado boicotear la investidura del presidente con una aparición anunciada en Barcelona, tras la que logró esfumarse ante cámaras, policías y un operativo especial que no pudo enfrentarse al desafío del cambio de una “fase semafórica”. Esta reunión, por tanto, es un paso más hacia la normalidad y quién podría dudarlo.

El objeto del encuentro no está claro porque no se han dado explicaciones. El secesionista seudoirredento depende de Madrid, el presidente del Gobierno depende del prófugo y en su intento de apropiación del espacio pujolista Illa tiene que ser amable con formas de delincuencia que florecieron en el oasis. Una de las interpretaciones es que la cita allane el camino de los Presupuestos Generales del Estado. Pero ya ha dicho el presidente que piensa seguir aunque no tenga Presupuestos. Más señor Valdemar que nunca, avanza hacia una democracia sonámbula: se puede legislar sin Parlamento y gobernar sin Presupuestos; celebrar elecciones paralizaría el país. Nadie presta crédito a sus palabras, empezando por los suyos. Estos días sale en la prensa extranjera como un político pintoresco que, ante el cúmulo de casos de corrupción en su entorno, ataca a los jueces: puede decir que le persiguen por ser progresista, pero la melodía podría recordar fácilmente a Trump, a Netanyahu, Ley y Justicia o Bolsonaro. Su esperanza es que la exasperación del contrario se convierta en frustración. Si te preocupa que se degrade la democracia, mira la calidad de los argumentarios: ministros dicen que el Gobierno nos quita la deuda, como si no la siguiéramos teniendo tras mutualizarla.

Entretanto, el Congreso apunta que no acreditará a medios que tengan menos de 10 trabajadores, Youtubers o televisiones digitales. Algunos señalan la falta de adecuación de la norma a la realidad y otros lamentan que la regulación no solo perjudique a quienes pretendían castigar: cómo imaginar que dar más poder al poder podría acarrear consecuencias negativas. Quizá estén condenados a la melancolía quienes consideran que la reforma puede ser inconstitucional. La constitucionalidad de una norma es como aquel retrato que Picasso hizo a Gertrude Stein. La escritora estadounidense protestó diciendo que no se le parecía y Picasso respondió: “No se preocupe: ya se le parecerá”.

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