Esta es la lista infalible de lugares para tener una buena cita este 14 de febrero en Ciudad de México
Si eres un romántico empedernido y de buen diente, pero no se te ocurre dónde ir, acá van algunas ideas, desde el restaurante ‘Cicatriz’, en la Juárez, hasta el ‘Zinco’, en el centro histórico
Ya casi es 14 de febrero, ese día edulcorante que un grupo de mercadólogos se sacó de la manga para levantar las ventas después de la época navideña. Un día de clichés adornados de rosas rojas y chocolates en forma de corazón. Esta columna trata del buen comer y beber, por eso, si eres un romántico empedernido y de buen diente, pero no se te ocurre dónde tener una buena cita, acá van algunas ideas para que logres llegar a la segunda cita y, si bien te va, al siguiente día de San Valentín.
No soy una especialista en citas, solo soy buena para comer (y beber), así que para hacer esta columna recurrí a amigos y amigas y, con su sabiduría y malas experiencias, logré completar esta guía amorosa.
Consejos de inicio
1. Comodidad. Elige un lugar donde te sientas cómodo, pero evita donde sabes que puedes encontrarte a todos tus amigos. Es incómodo salir con alguien que va por ahí como Lady Di saludando gente. Además, no falta el amigo imprudente que puede hacer una broma rara o instalarse varios minutos. Así que piénsalo bien, puede ser un lugar al que vayas seguido, pero tranquilo entre semana o a ciertas horas.
2. Servicio. Sácale la vuelta a bares atiborrados de gente con servicio lento, puedes perder la paciencia (o la persona con la que vas) y, si la cita no va bien, puede haber mucho silencio incómodo… Será una experiencia larga y torturante.
3. Ruido. Rotundo no a lugares muy ruidosos, pasarás la cita gritando.
Di ‘no’ a los tacos
A todos nos gustan los tacos, pero no es sexy quedarte con un pedazo de cilantro en el diente por horas, comenzar a moquear porque te enchilaste o dar un primer beso oloroso. Mejor un bar sencillo donde haya platos chicos para compartir, por ejemplo, Cicatriz (Juárez), donde puedes pedir nueces, un dip de berenjena o ricota con zaatar y pistache. Bulla (Polanco, Roma Norte, Cuauhtémoc) es un español con buenas croquetas, jamón serrano y aceitunas.
Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre
La luz es importante, una primera cita en un lugar con iluminación de hospital no va, y tampoco te metas a una cueva. Media luz mejor, y hasta romántica, ya que estamos en onda San Valentín. Lo primero que pensé fue un clásico recién remodelado: Felix Bar (Roma Norte) tiene buenos tragos y cervezas, además de una de las mejores papas a la francesa de la ciudad. Otra opción podría ser el Felina (Condesa), con buena coctelería, o Loup Bar (Roma Norte), si estás buscando algo más formal, tiene una gran selección de vinos y platos deliciosos. El menú varía un poco dependiendo de la temporada, pero la calidad siempre es buena, no hay pierde con las ensaladas, los platillos con hongos y la Flamanesa (milanesa de ternera), mejor si va con puré de papas.
Sentarse cerquita es mejor
Muchos de los sitios que ya he mencionado tienen barras o mesas pequeñas. Evita las mesas grandes o compartidas, la intención es estar cerca de quien te gusta. En la Ciudad de México cada vez hay más barras (los restauranteros por fin entendieron que a veces comemos solos o que vamos en pareja). Tacobar (Roma Norte) tiene buenos mezcales y, sobre todo, un gran Negroni, es para ir temprano porque se llena y tampoco son agradables los codazos mientras tratas de conquistar a alguien. Obviamente hay tacos, pero ya se discutió ese punto: si es primera cita, tacos no. Otra barra linda es la de El Tigre Silencioso —hace poco lo reseñé—: tiene buen vermut, coctelería y platos para compartir. Muy cerca está Meroma, con mini barra y bar en su planta baja que, si eres de martinis, es la opción ideal. Ya que estamos entre copas, un consejo con el martini y el negroni: beber dos es el límite si quieres que la cita termine bien.
Los doble A
Hablando de excesos, no siempre una cita implica tragos, una buena opción es un plan agradable a media tarde. Buendía Cafe y Pan (Narvarte) tiene una terraza escondida con ricas pizzas, panes y buen café; Niddo Café (Juárez) es un esquinita con bancos en una calle tranquila y venden excelentes galletas a la gringa, de esas crujientes y suaves en el centro; además está a unos pasos de Paseo de la Reforma, por si prefieres caminar un poco. Con la misma idea de cita-caminata puedes ir a Café Tormenta (Roma Norte), un puesto callejero con café de especialidad.
Una amiga me dijo que ella solía elegir neverías para las citas, le di vueltas a esa idea y, aunque suena ñoño, quién le diría que no a un helado de plátano o mamey de la Roxy (Condesa), a un gelato artesanal de Joe Gelato (Juárez), a un affogato —dos en uno, café y helado de vainilla— de Amilado (Juárez) o a un melancólico banana split de Chiandoni (Nápoles).
Una cita de altura
Si tu idea de cita es ir a un sitio icónico, lo mejor es el centro histórico. Hay un bar pequeño en el piso 40 de la Torre Latinoamericana, Nivel 40 Skybar, que está bien para una cerveza y que además tiene una vista espectacular de la ciudad, más aún si tienes la suerte de que sea un día despejado, pero no es apto para alguien con vértigo o estrés postraumático de los sismos (a mí me dio pánico). Unos metros más abajo está la terraza del hotel Downtown o el restaurante Balcón del Zócalo, con vista a la Catedral Metropolitana.
Soy Tímido
Un amigo prefiere no verse obligado a conversar durante mucho tiempo porque es tímido y, aunque al inicio mencioné que es mejor evitar sitios ruidosos, es muy distinto intentar conocer a alguien con música electrónica estridente, que escuchar buena música en vivo, mejor si es jazz. Zinco (Centro Histórico) es un lugar con mucha tradición en la ciudad, es íntimo y suele tener buenos músicos; el Parker and Lenox es una propuesta más actual, es muy lindo y también se puede picar algo de comida. La mejor combinación de planes quizás la proporcione el Cine Tonalá (Roma Norte): puedes compartir alguna botana o beber algo y entrar a una función. Cita redonda.
Ahora sí, el balón está de tu lado. Suerte en esa primera cita, que tiene su magia si sale bien. Si sale mal, será una buena anécdota, por lo menos, para echarte unas risas.
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