No podemos seguir así
‘Nuevo Orden’ no pretende moralizar ni dar respuestas fáciles. Muestra un México desgarrado, partido por la desigualdad y la pobreza, con un diagnóstico claro: el sistema capitalista moderno es insostenible
La primera escena de Nuevo Orden ocurre en una boda de clase alta mexicana. A partir de ahí, se desenlazan una serie de sucesos que rompen el statu quo social. La película comienza ahí, pero la historia no. Cualquier mexicano sabrá reconocer que detrás de esa boda está la historia de corrupción, racismo, clasismo y abuso general construida por las elites mexicanas. Ese es el trasfondo de la película. La boda y sus personajes son la revelación tácita de la desigualdad en México que se ha construido bajo el amparo de la corrupción y del poder. Nuevo Orden parte de ahí, de la premisa de que esa desigualdad es insostenible, que el statu quo es inviable e indeseable. No podemos seguir así.
A partir de ese diagnóstico, la película explora en los terrenos de la imaginación. Nuevo Orden no es un intento de prospectiva social sino un ejercicio cinematográfico que busca llevar la narrativa a sus límites. Mi visión cinematográfica fue imaginar una historia distópica y ficticia a partir de elementos que existen en la realidad. Estos elementos no solo existen en México sino en todo el mundo: la profunda desigualdad social que se sigue acrecentando; el racismo y la discriminación sistémica de los sistemas políticos, la instauración de un régimen plutocrático a escala mundial; el uso de la fuerza pública para reprimir; el poder acaparando más poder. Todo ello me preocupa y fue el punto de partida para crear una obra de ficción.
Nuevo Orden es una visión que no pretende moralizar ni dar respuestas fáciles. No tiene que ver con el deber ser, sino con el ser; el ser de un México desgarrado, partido por la desigualdad y la pobreza. Hay un diagnóstico claro: el sistema capitalista moderno es insostenible, pero a partir de ahí, Nuevo Orden busca explorar sus propias vías narrativas, desde la imaginación. Mi visión no es la única ni lo pretende ser, pero me gustaría pensar que puede aportar a generar una discusión sobre temas que nos aquejan como sociedad. Con ese objetivo, he puesto la película a la disposición de organizaciones no gubernamentales, universidades y colectivos de expertos que llevan combatiendo la desigualdad, el racismo y el clasismo por muchos años. Son ellos, junto a la sociedad en general, quienes pueden realmente enriquecer una discusión pública sobre estos temas y encontrar los cauces por los cuales podemos ir transformando nuestro entorno de manera positiva.
Abordar los temas que ocupan a Nuevo Orden siempre resulta complejo, sobre todo cuando se habla, como en mi caso, desde el privilegio. Sin embargo, me era muy importante plasmar las profundas injusticias históricas que el sistema capitalista ha sido incapaz de resolver. A estas injusticias se agrega mi preocupación por el uso de la violencia desde el poder. Los sucesos que llevaron al movimiento Black Lives Matter son una muestra de la creciente violencia del Estado, y a la vez son la revelación de que en casi todas las sociedades del mundo persiste un racismo y un clasismo sistémico indignante.
La idea de escribir Nuevo Orden me surgió en 2013, inspirada por acontecimientos sociales y políticos que sucedían en todo el mundo. Acontecimientos como el avance político de los grupos radicales de derecha en Europa, el creciente autoritarismo del Estado y la represión constante a las minorías y los grupos vulnerables. El guión de Nuevo Orden lo terminé en 2017 preocupado por la enorme desigualdad en México y el desinterés de las élites en transformar el modelo insostenible de país. Durante mi carrera siempre he preferido filmar en mi país, y por eso decidí utilizar a México como el escenario para plantear muchos de estos temas, que también son los temas que aquejan al mundo. Celebro que la película nos esté haciendo discutir y reflexionar temas sociales profundos, y espero, que independientemente de las diferentes opiniones sobre la película, podamos aprovechar esta oportunidad para hablar de cómo construir un nuevo orden más justo, más plural y más incluyente.
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