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Beatriz Paredes: “La estrategia de Movimiento Ciudadano son sólo fuegos de artificio”

La senadora priista asegura que no le corresponde sentarse a negociar con Máynez sobre una posible declinación y que no tiene ningún interés en regresar a la presidencia del PRI: “Soy antirreeleccionista”

Beatriz Paredes, senadora del PRI, en Ciudad de México, el 15 de mayo de 2024.
Beatriz Paredes, senadora del PRI, en Ciudad de México, el 15 de mayo de 2024.Gladys Serrano
Elías Camhaji

Declinar o no declinar. Esa es la cuestión que ha agitado el tablero político de la oposición a poco más de dos semanas de las elecciones presidenciales. La coalición del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha insistido a Jorge Álvarez Máynez, el abanderado de Movimiento Ciudadano (MC), que se baje de la contienda y deje el camino libre a Xóchitl Gálvez, su candidata, para medir fuerzas contra Claudia Sheinbaum, la aspirante de Morena y puntera en la mayoría de las encuestas. Máynez puso como condición que el priista Alejandro Alito Moreno y el panista Marko Cortés abandonen las dirigencias de sus partidos y su lugar como cabezas de lista de las candidaturas plurinominales en el Senado. Alito aceptó el reto y el martes puso su renuncia sobre la mesa. La polémica se agudizó cuando Luis Donaldo Colosio Riojas, figura de MC, pidió a las fuerzas políticas involucradas que tuvieran altura de miras y priorizaran los intereses de la ciudadanía que no comulga con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En medio del cruce de declaraciones emergió el nombre de Beatriz Paredes (Tlaxcala, 70 años), con quien Máynez, dijo, sí estaría dispuesto a negociar después del último debate de la campaña, el próximo domingo.

“Mucha gente menciona mi nombre, me sorprende que no lo hayan mencionado antes, creo que más bien usan mi nombre”, responde la senadora en entrevista con EL PAÍS. Ajedrecista y veterana de la política, Paredes cierra filas con el PRI y asegura que no le corresponde entablar una negociación con Máynez. “En el caso de las declaraciones que he encontrado en Movimiento Ciudadano, son más una estrategia de muchos fuegos de artificio”, zanja. Sobre un virtual ofrecimiento en el Gabinete de Gálvez, una posibilidad que la candidata planteó esta semana, Paredes agradece el gesto, pero dice que hay que esperar.

Pregunta. ¿Le sorprende que a dos semanas de acudir a las urnas se agite el tema de quién debe declinar por quién en la contienda por la presidencia?

Respuesta. No. En México las declinaciones siempre han sido al final. Forma parte de la historia política mexicana. No es raro. En general, las sumas o agregaciones se van dando sobre la marcha en los procesos. Pareciera que nos costara como personalidades, como agrupamientos, tener una visión de gran angular, con mayor serenidad en el tiempo y tomar esas decisiones estratégicas. Un caso muy claro fue, por ejemplo, el licenciado Muñoz Ledo, cuya declinación en favor del señor Fox fue muy al final, tanto que ya no pudieron quitar su nombre de las boletas y ya no tuvo valor electoral. La posibilidad tuvo importancia política simbólica, pero no tuvo ese efecto electoral. La propia suma en torno del ingeniero Cárdenas fue en las últimas semanas, en 1988.

P. ¿Usted había anticipado que esto podía pasar?

R. Desde el principio muchas voces estuvieron exhortando a Movimiento Ciudadano a que participara en el frente amplio. Desde el principio. Yo diría que en todo momento, independientemente de quién fuese su candidato, incluso antes de que postulara algún candidato, se le estuvo exhortando e invitando a Movimiento Ciudadano. Es más, muchas veces no se lograba entender cuál era la lógica de Movimiento Ciudadano para no participar en el gran frente opositor.

P. ¿Cómo interpreta que Alejandro Moreno ponga sobre la mesa su renuncia como dirigente y candidato al Senado?

R. Como un gesto para atender lo que arguyó el candidato de Movimiento Ciudadano como una condicionante. Me parece que fue un gesto positivo para intentar derribar barreras hipotéticas, que creo que fueron más bien pretextos del candidato de Movimiento Ciudadano para evitar sumarse.

P. ¿Es un farol, un bluff?

R. ¿De quién?

P. De Alito...

R. Más bien es un farol de Máynez, ¿no?

P. ¿Lo ve así?

R. Bueno, yo creo que la estrategia que hemos visto, en el caso de las declaraciones que he encontrado en Movimiento Ciudadano, son sólo una estrategia de muchos fuegos de artificio. Son estrategias válidas para deslumbrar, pero no sé si tengan mayor consistencia que eso.

P. Máynez mencionó su nombre expresamente...

R. Muchas gente menciona mi nombre, me sorprende que no lo hayan mencionado antes, creo que más bien usan mi nombre.

P. ¿Aceptaría sentarse a negociar con Máynez después del debate?

R. Yo no tengo personalidad para negociar, no soy personera de nadie y me parece que están muy claramente establecidos quienes son los interlocutores.

P. ¿Usted no tiene nada que hacer negociando con Máynez?

R. Yo soy una persona con los pies en la tierra y no sé si Máynez, al que respeto, tenga la personalidad para negociar su candidatura. Me parece que es un asunto que corresponde a su partido, no solo a él.

P. ¿La ha buscado o fueron fuegos de artificio?

R. Ya le dije cuál es mi opinión.

P. ¿Le interesaría llegar a la presidencia nacional del PRI?

R. Yo ya fui presidenta del PRI y cuando fui presidenta, en la asamblea que yo promoví, cambié los estatutos para que no hubiera reelección. Esa es mi posición. Yo soy antirreeleccionista por convicción. Por eso, no participo ahora para la reelección como senadora. Soy profundamente antirreeleccionista.

P. ¿El acuerdo entre el frente opositor y MC debería ser impulsado por las candidaturas presidenciales o por las mesas de las dirigencias nacionales?

R. Lo que importa en este tipo de acuerdos es que las bases, las militancias, estén convencidas. Si hubiese una perspectiva para este acuerdo es porque el conjunto de los militantes y de los simpatizantes de los partidos tengan la conciencia de que la aportación ―pequeña, mediana o grande― de cada uno de los partidos es conveniente que se sume para lograr un propósito superior. En este caso es ser mucho más competitivos en relación a la opción oficialista. Entonces, es un asunto de sentido común más que de otro tipo. Es sentido común, es de pragmatismo político. En ese sentido, quienes tengan mayor jerarquía y capacidad de motivar a los participantes son quienes deben participar y sin duda, tendrán que concurrir dirigencias y candidatos.

P. ¿Las dirigencias han actuado con responsabilidad o no han estado a la altura, como acusaba Luis Donaldo Colosio Riojas?

R. Mire, en el caso de Luis Donaldo Colosio Riojas, yo le tengo cariño. No solo lo respeto como un político en ascenso, al que espero que le vaya muy bien en su vida política, porque lo merece, yo le tengo cariño. No quisiera hacer mi comentario en función de lo que él analiza, porque él tiene la perspectiva de lo que ha vivido en su participación política reciente, que es en el Estado de Nuevo León.

Creo que la coyuntura de nuestro país ha sido una coyuntura crítica, muy compleja. Quienes han tenido responsabilidades al frente de los partidos políticos han enfrentado una circunstancia que no se esperaba, de un presidencialismo exacerbado. El presidente asumió el control del escenario político. Subsumió a su corriente política, tomó la decisión sobre los procesos internos, toma las decisiones sobre las estrategias fundamentales. En ese escenario inédito, me parece que quienes han tenido responsabilidades han hecho lo que ha sido posible, en el margen de una circunstancia muy compleja. No creo que este sea el momento para hacer un análisis crítico. Creo que tendremos que hacer un análisis muy serio en otro momento.

P. ¿Es viable un frente opositor unido en la próxima legislatura?

R. Sí. Veo una presencia importante de los distintos partidos de oposición en la próxima legislatura. Veo sano un mayor equilibrio entre los poderes. Veo que los mexicanos y las mexicanas tienen que evaluar muy bien el sentido de su voto y aquilatar que el voto por las cámaras también es un voto muy importante.

P. ¿Qué está en juego en el Congreso en la próxima legislatura?

R. En estas elecciones se está jugando, lo dice todos los días y es la propuesta central del oficialismo, la continuidad del proyecto de la 4T, con las reformas estructurales y constitucionales que han planteado. Quienes participan por la alianza opositora plantean la prevalencia del modelo constitucional de democracia representativa. Eso es lo que se está jugando. Eso significa la prevalencia de un modelo con tres poderes, con una Suprema Corte autónoma, que se elija como lo establece la Constitución vigente. Significa la prevalencia de un modelo federalista, como está establecido en la Constitución vigente, superando los problemas y los vicios que, sin duda, existen, pero sin una transformación radical como lo plantea la 4T. Son dos visiones de cómo caminar por la democracia.

P. Sheinbaum dijo que esta elección era un trámite. ¿Cómo caen estas declaraciones en la oposición?

R. No quisiera hacer un comentario sobre una declaración que espero haya sido sacada de contexto. No creo que lo crean, no estarían haciendo una campaña tan intensa por un trámite.

P. Esta semana, Xóchitl Gálvez la elogió y dijo que la consideraría eventualmente para un puesto en su Gobierno. ¿Le interesaría ser parte de su Gabinete?

R. Nos conocemos desde hace muchos años. Yo he estado interesada prácticamente toda mi vida en el tema indígena. Cuando ella dirigió la institución encargada de atender las cuestiones de política indígena, yo era presidenta de la Cámara de Diputados y líder de la bancada mayoritaria. Hicimos algunas cuestiones legislativas para respaldar a los pueblos indígenas. Después, tuvimos oportunidad de coincidir en el Senado de la República. Yo nunca adelanto mis opiniones. Primero, esperemos a ver las propuestas. De cualquier manera, es un gesto que aprecio y respeto que haya hecho ese comentario.

P. Se le ha insistido mucho sobre su renuncia o permanencia en el PRI. ¿Está firme en su militancia?

R. Fíjese que estoy muy desconcertada. ¿Por qué en esta época la lealtad, en lugar de ser un mérito, es algo que se critica? Ser leal a convicciones y a conceptos, en lugar de ser algo que amerite el reconocimiento cuando menos a una ética pública, es algo que se cuestiona. Parecería que es mucho más valioso ser oportunista.

Yo no soy oportunista. Si en algún momento reconsidero mi participación, será por cuestiones de fondo, no por cuestiones de forma ni por posiciones políticas. Nunca he participado en razón a posiciones políticas o puestos. He participado en función de impulsar proyectos. En la Confederación Nacional Campesina he jugado un papel. En el PRI impulsé que, dentro de sus documentos básicos, se asumiera como un partido social demócrata. Fui electa en un proceso interno, de democratización interna del PRI. He estado en muchos momentos asumiendo posiciones muy críticas hacia el interior del partido.

Creo que en nuestro país, en este momento, todos los partidos deben tener una revisión muy de fondo. Porque me parece que no satisfacen las expectativas de sus militantes o de los ciudadanos en general. Pero no sólo en México. Hay una crisis de representatividad. Hay otros modos de expresión de la gente, sobre todo de las nuevas generaciones. La irrupción de las redes sociales y otros mecanismos de comunicación requiere de la transformación de la política. Se está revolucionando la política. Y no estoy segura de que los políticos estemos entendiendo eso. Me parece que hay muchas cosas mucho más trascendentales que pensar que sólo la crisis de los partidos políticos y muchas respuestas nuevas que encontrar. Y seguramente, yo me encontraré reflexionando sobre esta nueva era de la política.

P. Hay mucha gente interesada en sus próximos pasos...

R. Seguro serán de baile, porque me parece que la danza es muy importante.

P. Sobre su futuro político...

R. Sobre mi futuro político, creo en la política. No pienso, como todos, que las épocas difíciles deban llevarte a renunciar a lo que significa la política de fondo. Pero tengo una vida muy rica, no sólo enclavada en la política. Me gusta la literatura, el arte, la danza y la música. Y me gusta la política.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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