El cartel inmobiliario, armamento para Brugada y un daño que Taboada no está dispuesto a pagar
La investigación que develó el Gobierno de Sheinbaum y manchó al PAN en Ciudad de México se convierte en un factor clave para la elección del próximo 2 de junio
Las encuestas en Ciudad de México han comenzado a alertar de una posible tendencia que preocupa a Morena. La brecha entre su candidata, Clara Brugada, puntera en las mediciones, y el número dos, Santiago Taboada, de la alianza opositora Va por la CDMX, ha empezado a estrecharse. A cinco semanas de las elecciones que definirán quién será el próximo jefe de Gobierno capitalino, la carrera se ha tensado. El partido guinda ha apostado sus caballos a una idea, quizá la que más daño ha generado a su rival: vincular el cartel inmobiliario, la red de corrupción nacida en la Benito Juárez, con el candidato opositor. El representante del PAN ha intentado frenar esa estrategia con el árbitro electoral, y ha pedido que no se le vincule con el tema, ya que la justicia no ha podido probar esa relación. La disputa, que podría parecer menor a primera vista, toma otra dimensión en una pelea que se avista pareja.
La investigación del cartel inmobiliario comenzó a mitad de 2021, pero se dio a conocer recién un año después. La Fiscalía había detenido a algunos funcionarios de la Benito Juárez por corrupción y buscaba estrechar el cerco sobre otros miembros del PAN capitalino. Les acusaba de haber montado una red ilegal para facilitar permisos de construcción, muchas veces excediendo los límites de pisos establecidos por ley, a cambio de sobornos, que en algunas ocasiones llegaban en forma de departamentos. Las autoridades calculaban entonces que la operación movía miles de millones de pesos cada año, y que se usaba una serie de empresas fachada para lavar el dinero. Además, creían que parte de ese dinero se destinaba para pagar campañas políticas.
El caso judicial, que acabó con una docena de detenidos —algunos ya condenados— sirvió de gasolina para las críticas de la entonces jefa de Gobierno y actual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, hacia el partido de derechas. Y con la llegada del proceso electoral se convirtió en combustible para la campaña, mientras que la Fiscalía ha continuado con sus movimientos en contra del partido blanquiazul, con mensajes públicos que han puesto bajo fuego a los ahora candidatos de oposición. Entre los más afectados están Taboada, y el candidato panista a la alcaldía Benito Juárez, Luis Mendoza, que fue asociado con el cartel inmobiliario a partir de su hermano, que está prófugo de la justicia.
El caso ha sido la mochila más pesada que tenido que cargar Taboada estos meses de campaña. Algo que ya no está dispuesto a hacer. Hace unos días, el candidato solicitó al Instituto Electoral de Ciudad de México que no se le vinculara más con el caso, porque nunca pudieron probarle nada judicialmente. Federico Döring, coordinador de campaña de Taboada, explica a este periódico por teléfono que lo que buscan es evitar el “Santiago Tajada”, un mote que Brugada le puso en el primer debate electoral y que está asociado a los sobornos, e impedir que el partido gobernante le acuse públicamente de ser un representante del cartel inmobiliario. En esta misma línea, el PAN ya había conseguido un revés en la justicia, cuando logró que un juez prohibiera a las autoridades referirse a este caso de corrupción como cartel inmobiliario, una frase que tuvieron que dejar de usar.
Lo que ahora pide la campaña blanquiazul es “veracidad en la información”, señala Döring, que dice que no se puede hacer campaña a base de mentiras. “No puedo decir lo que me de la gana, porque eso influye en los electores”, agrega. El coordinador ejemplifica con una tendencia que ha aparecido en redes sociales en los últimos días, que acusa a Brugada de ser salvadoreña. Para él, que Morena acuse a su candidato de estar vinculado a este caso de corrupción es como si Taboada difundiera el mensaje de que su rival no es mexicana. “Lo que no se puede hacer es calumniar”, comenta. “Eso no es libertad de expresión, es campaña política orquestada”.
Como respuesta al pedido de Taboada, Brugada llamó a conferencia de prensa para reclamar censura. Incluso antes de que el Instituto Electoral le diera la razón al panista la noche de este miércoles. “Es querer aplicar mordaza”, dijo acompañada de algunos cuadros del partido y miembros de su equipo. Detrás de ella salieron decenas de morenistas a repetir las mismas frases, y acusar al opositor no solo de ser miembro del cartel inmobiliario, sino de ser el líder. Algo que ha quedado prohibido, después de la resolución del árbitro electoral.
Con el fallo del Instituto Electoral capitalino, Morena pierde su herramienta más potente en unas semanas que se esperan ajustadas. La vinculación que tanto pregonaron hizo mella a la campaña de su opositor, y ya no podrán seguir usándola, al menos públicamente. Según un recuento hecho por este periódico, más de 4.100 personas buscaron cartel inmobiliario en Google entre el domingo pasado, cuando sucedió el segundo debate, y el día posterior. En lo que va de abril, unas 6.900 personas hicieron esa misma búsqueda o una con palabras asociadas. Con información de Julieta Sanguino.
Con una diferencia clara en la carrera presidencial, el partido guinda ha optado por fortalecer su ejército en la capital. Perder Ciudad de México, una metrópolis que ha servido de bastión para la izquierda durante tantos años, sería un enorme golpe para la formación del presidente. Los comentarios del mandatario, que ha dicho que la ciudad se ha “empanizado” —en referencia al PAN—, no han ayudado. El resto del movimiento luego reculó. E incluso López Obrador dejó de hablar de eso y comenzó a mencionar al cartel inmobiliario en sus conferencias matutinas. Una batalla revestida de retórica, pero que guarda dentro la clave para el próximo 2 de junio.
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