Ir al contenido
_
_
_
_

El controversial historial de Raúl Rocha Cantú, el dueño de Miss Universo investigado por delincuencia organizada

El empresario con negocios en la exportación e importación de hidrocarburos es requerido por la Fiscalía por una trama de tráfico de combustible y armas desde Guatemala, donde fue cónsul honorífico hasta este jueves. En 2011, se marchó de México después de la tragedia de Casino Royal, del que era propietario

Micaela Varela

Raúl Rocha Cantú, el controvertido magnate dueño de Miss Universo, ha entrado en el radar de las autoridades de nuevo con la investigación abierta contra él por la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada. Pero no es la primera vez. El empresario, con un ostentoso recorrido en el mundo de los negocios y en la exportación e importación de hidrocarburos en México, es buscado por su participación en una trama de contrabando combustible, armas y, drogas desde Guatemala que lo conecta con el Cartel Jalisco Nueva Generación y La Unión Tepito. Tiene una orden de captura en su contra, que él ha negado sin haber dado explicaciones sobre las acusaciones levantadas y que ha esquivado hasta ahora gracias a un supuesto acuerdo con la fiscalía para ser testigo protegido. Ya, en 2011, se marchó del país después de la tragedia del Casino Royal de Monterrey, que dejó 52 muertos en un incendio provocado por el crimen organizado.

Hoy, la carpeta de investigación abierta contra él lo señala, según recoge Milenio, por inyectar capital a sus empresas de las ganancias ilícitas del contrabando de combustible desde Guatemala -donde fue cónsul honorífico hasta el jueves pasado-, recursos con los que además pagaba a un intermediario que le facilitaba información, precisamente, de las pesquisas que la Fiscalía federal especializada en crimen organizado lleva contra él. El expediente está nutrido con intervenciones telefónicas a sus colaboradores. Los documentos judiciales a los que ha tenido acceso este diario muestran que junto a Rocha, hay otros 12 involucrados, incluidos también policías y funcionarios de la propia Fiscalía General de la Republica (FGR).

Las andanzas de Raúl Rocha Cantú en el mundo de los hidrocarburos comenzaron en 2017 y en cosa de tres años ya tenía permisos de las autoridades mexicanas para importar y exportar combustibles. Apenas siete años después de haber emprendido en el sector, ya con un rol consolidado, comenzó la investigación en su contra. Emprendió fundando una estación de servicio en Monterrey con otros dos socios para la venta de gasolina y diesel suministrados por Pemex. Un año después constituyó BSE Combustibles, una empresa de distribución y comercialización de gasolina con permiso del Gobierno para operar en México. Durante la pandemia, pegó el gran salto a más corporaciones dedicadas a la energía, la mayoría con sede en su ciudad natal. Latin America Energy Group y Global Solutions Energy Group, ambas constituidas en 2020, le permitía la exportación e importación de combustibles. Expansión 2000 la usaba para la construcción de instalaciones productoras de energía y ductos, con clientes como Pemex, según su portafolio, y replicaba el modelo en Panamá con Orbison Energy.

Durante esos años, comenzó a volver a mostrarse públicamente -se apartó de la primera línea tras la tragedia de Casino Royale- en encuentros para impulsar acuerdos comerciales. Posó para la foto con el expresidente de Brasil, Michel Temer, en una conversación para expandir la relación bilateral y consiguió que le nombraran cónsul honorario de Guatemala en el Estado de México en 2021, en la sede de Toluca. Ese mismo año también comenzó a trabajar como representante del sector privado en la Junta de Gobierno de la Comisión de Energía de Tamaulipas y como presidente del Consejo Coordinador Empresarial. Los fantasmas de Casino Royale empezaban a desvanecerse. Ya consolidado de vuelta en México, fue nombrado vicepresidente de Relaciones con Órganos Empresariales de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México (Canaco).

Rocha Cantú tiene un conglomerado de empresas que van desde el entretenimiento, las casas de juego, aviación, materiales industriales y bienes raíces, además de la distribución y transporte de hidrocarburos. Comenzó en Monterrey, donde nació, en la empresa familiar regiomontana que dirigía su madre. Cuando terminó de estudiar Administración de Empresas, se lanzó como accionista y director general de Cymsa, una empresa de fabricación y exportación de mangueras industriales, con apenas 21 años, según su biografía empresarial. Desde ahí, fue expandiendo sus negocios, empezando por la industria de casinos y juegos en línea. Uno sus primeros lanzamientos fue Casino Royale en 2007, que cuatro años después se convertiría en el sangriento escenario de una de las tragedias civiles más grandes de la guerra contra el narcotráfico del presidente Felipe Calderón.

El 25 de agosto de 2011 un grupo armado irrumpió en la casa de apuestas en Monterrey. Comenzaron a disparar y robar a las personas que se encontraban en el edificio, mientras otros rociaban bidones de gasolina por el lugar. El opulento casino ya había sufrido amenazas de extorsión y asaltos en el pasado, pero esta vez los criminales —miembros del grupo Los Zetas— cruzaron la línea del atentado. Casino Royal quedó devorado por las llamas, mientras los clientes y trabajadores se asfixiaron por monóxido de carbono dentro o fueron pisoteados por el gentío aterrorizado que intentó escapar sin éxito por las salidas de emergencia, que estaban cerradas con llave según los testimonios de los supervivientes. El saldo total fueron 52 muertos, entre ellos una mujer embarazada.

Los días posteriores, supervivientes y familiares de las víctimas exigieron a las autoridades que investigaran a los propietarios del local, entre ellos a Raúl Rocha. Una mujer que consiguió escapar narró cómo los criminales apuntaron contra la gente y les advirtieron de que si no salían, los liquidarían ahí mismo. Entre el pánico, las personas se agruparon en las puertas, demasiado pequeñas para la evacuación o directamente cerradas. El entonces alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, denunció ante la prensa que Casino Royale carecía de permisos municipales de protección civil.

Fue ahí cuando las autoridades reclamaron a Raúl Rocha que se presentara ante los tribunales a rendir cuentas, pero él ya había abandonado México en medio de la investigación y el reclamo de las familias. En una carta a la sociedad civil de Nuevo León, el empresario aseguró desde el exilio que él también era una víctima y no un delincuente. “Ofrezco una sincera disculpa a todos. Pero las razones que me llevaron a salir del país antes de que se emitiera cualquier orden de presentación y realizando como cualquier mexicano los trámites ante migración, son fáciles de entender: el temor fundado de que atentaran en contra de mi vida”, escribió en el documento. A final de ese año, un juez giró una orden de aprehensión contra él por la presunta violación a la Ley Federal de Juegos y Sorteos, pero nunca respondió ante ella.

Los siguientes años los pasó en Estados Unidos, donde continuó creando empresas y viviendo con su familia. Desde allí incursionó en el mercado inmobiliario, restaurantes o la industria de la maquinaria pesada y la construcción. Incluso fundó la Asociación Niños Mujeres Ancianos Protegidos A.C para garantizar el acceso a prótesis y medicamentos de los sectores de la población más vulnerables. Pese a la tragedia de Casino Royale, nunca abandonó la industria y siguió operando salas de apuestas en México. Los beneficios le permitieron adquirir una mansión de 12 millones de dólares en Miami, según documentaron varias revistas del sector inmobiliario.

Otra vez en la cima, decidió apostar a lo grande y adquirir a través de su firma Legacy Holding Group el 50% del concurso de belleza televisivo Miss Universo, justo antes de que México fuera la sede en 2024. En la última edición, los espectadores aplaudieron las palabras de Rocha cuando salió a defender a Fátima Bosch, la candidata mexicana, cuando fue reprendida por el vicepresidente de la región oriental del concurso, Nawat Itsaragrisil, durante una ceremonia en Tailandia. “Ya basta, Nawat”, declaró en un video Rocha molesto. Cuando Bosch se hizo con la corona del concurso, las acusaciones de amaño no tardaron en aparecer tras la renuncia de dos jueces. Entonces salió a la luz que Rocha tenía un contrato firmado en 2023 con Pemex, la petrolera en la que es directivo desde hace 35 años Bernardo Bosch, el padre de la ganadora. Este negó en una carta los señalamientos y aseguró que conoció a Rocha apenas el 13 de septiembre pasado, cuando se llevó a cabo la final de Miss Universo en Guadalajara.

La sospecha de un complot llegó hasta la presidenta, Claudia Sheinbaum, quien calificó los rumores de ridículos. Sin embargo, el ruido terminó por estallar esta semana con la orden de aprehensión de la fiscalía para Rocha. La investigación de la que se van conociendo cada vez más detalles apunta a que el empresario está en la cúspide de la red de contrabando que movía combustible en pipas desde Chiapas y Tabasco hacia Querétaro y que abastecía de armas a miembros del Cartel de Jalisco Nueva Generación en Querétaro y La Unión Tepito en la Ciudad de México.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Micaela Varela
Es periodista de EL PAÍS en Ciudad de México. Nacida en Argentina y criada en Valencia, España. Graduada en la carrera de Periodismo en la Universitat Jaume I y máster de Periodismo en EL PAÍS. Escribe sobre derechos humanos, sociedad y cultura.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_