Ir al contenido
_
_
_
_

La gentrificación de los ‘dorilocos’ y la otra Fórmula 1 en México

El Gran Premio mexicano tiene otra faceta desde los barrios alrededor del circuito donde conviven el arduo trabajo de los vecinos, negocios ambulantes y alternativas ante los elevados costos

GP México
Diego Mancera

Rocío Basán tiene una rutina fija este fin de semana: montar su puesto de tamales, atole y pan dulce para que esté listo a las cuatro de la mañana. Su nicho de mercado a esa hora son todos los trabajadores de mantenimiento, vigilancia y logística del Gran Premio de México. Su puesto está en la esquina de un triángulo de viviendas que conforman la colonia Cuchilla Agrícola Oriental. Frente a la olla de metal y el anafre está el Autódromo Hermanos Rodríguez. “La Fórmula 1 nos ofrece más oportunidades de vender y también ya la gente conoce nuestros productos”, dice. Frente a ella pasan miles de aficionados que buscan entre la marea de gente la puerta que les corresponde.

Como Rocío Basán un grupo de vecinos ponen negocios de comida o servicio de baños públicos. Lo hacen, como explica Fátima Reyes, porque es una forma de “compensación” tras 10 años en los que durante un fin de semana sus calles están bloqueadas. “Nos afecta muchísimo la Fórmula 1 porque nos cierran, porque luego hay violencia entre los vecinos y las autoridades. Luego hay uno que otro percance con los borrachos que salen de la carrera por la noche”, cuenta Reyes al frente de un negocio de tacos de cochinita pibil. “Nosotros tenemos permiso de vender porque somos vecinos y lo vemos como un beneficio por el relajo de no poder entrar en coche aquí”, agrega. A lo lejos de ella, otra de su compañera alista la terminal bancaria porque “aquí hay que estar a la vanguardia tecnológica”, dice entre bromas.

Una diminuta puerta metálica está abierta para dar paso a un viejo edificio de cinco departamentos que se ha adaptado para vender tacos y chilaquiles. “Estamos bien acreditados ante la gente por el buen sabor. Nos va re bien en el negocio, no nos podemos quejar”, lanza Raymundo Severiano mientras apura a encender el carbón de un anafre. Sobre la posibilidad de montar un televisor para ver la carrera, Severiano él mismo se sorprende: “No habíamos pensado en eso, pero en las carreras la mayor parte de nuestros clientes ya está en el autódromo”.

Por los pasillos del circuito no hay lugar desperdiciado: o es un lugar para comprar alcohol o comida, o ropa de los equipos de la F1. Los separan apenas unos 100 metros en las zonas de mayor concentración de aficionados. De allí emerge un negocio con pantallas digitales que promociona los “dorilocos”, un ingenio mexicano en el que se usan unas papas fritas para agregarle verdura, todo tipo de salsas, carne, elote e incluso golosinas. Esta creación culinaria también ha sido abstraída de los barrios para llevarlo al evento más exclusivo de México por 150 pesos, un precio que a veces triplica lo que cuesta en cualquier otro sitio de la capital. El país ganará 20.000 millones de pesos tras el paso de la Fórmula 1 en México, según datos de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Ciudad de México.

El negocio de Fátima Reyes, fuera del circuito, combina la cochinita pibil con todo tipo de frituras, a las que ha bautizado como “Chicharrones Hamilton Happy”, en honor al piloto británico de Ferrari. “Antes los vecinos te alquilaban las azoteas para que pudieras asomarte y ver la carrera. Ahora ya no porque cada vez ponen más muros y barricadas para que no veas nada hacia la pista”, dice. “Es casi nuestra Navidad en estos tres días de las carreras. El domingo hay mucha más gente. Hago 200 tamales al día, ahorita ha bajado la producción, hace cuatro años se vendía más y pues esto es porque ya hay más negocios”, opina la señora Basán.

Otro negocio que ha emergido es el de los bicitaxis, comandados por jóvenes como Óscar Lara que ofrecen la potencia de sus piernas (impulsadas un poco por un motor eléctrico) para llevar a los aficionados a encontrar su puerta rápido o incluso para llevarles al Centro Histórico. “Llevo musiquita para que no se estresen los clientes. Al día me hago 15 viajes”, dice antes de emprender la carrera porque se aproximaba una camioneta con funcionarios de la alcaldía Iztacalco.

“El sol sale para todos”, reza uno de los dichos mexicanos. Y así lo asumen los cientos de negocios y vendedores alternativos alrededor del autódromo. “Se va a romper récord en turismo y derrama económica, son casi 9.000 empleos que se generan solo para estos tres días”, contó Clara Brugada, jefa de Gobierno de Ciudad de México. Los empleos informales, sin embargo, engrosan esa cifra. Nadie quiere dejar pasar darle una mordida al millonario pastel de la Fórmula 1.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas digitales de la edición América, que incluyen México, US, Colombia, Chile y Argentina. Empezó a trabajar en la edición de México en 2016 escribiendo historias deportivas. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_