Secuestrado en Guanajuato el alcalde del municipio Doctor Mora y la contralora de Atarjea

La violencia en el Estado de Guanajuato permea también a sus políticos y funcionarios públicos. Este jueves, Egdar Javier Reséndiz, alcalde del municipio de Doctor Mora —ubicado a unos 300 kilómetros de Ciudad de México— fue interceptado en la carretera que va desde León hacia Querétaro, por hombres armados que lo sacaron de su vehículo, lo tuvieron retenido durante unas dos horas y le quitaron sus pertenencias. Unas horas después, en el municipio de Atarjea, también en ese Estado, familiares de Flora Sánchez Guillén, reportaron el secuestro de la mujer, quien después fue identificada como contralora de su municipio. La mañana de este viernes, un comunicado del Ayuntamiento confirmó que Sánchez Guillén había sido localizada “sana y salva”.

“Sí, llegué a la ciudad de México, pero sin cambiarme de ropa, y un compañero tuvo que prestarme unos zapatos”, ha relatado la mañana de este viernes, el alcalde morenista de Doctor Mora, Egdar Javier Reséndiz, en Radiofórmula. El presidente municipal se dirigía, la tarde del jueves, hacia la capital, donde la presienta Claudia Sheinbaum encabezaba el Encuentro Nacional Municipal con Alcaldes y Gobernadores.

A la altura del municipio de Villagrán, en una vía carretera que conecta los estados de Guanajuato y Querétaro, una camioneta interceptó su vehículo y de ella bajaron hombres armados que lo llevaron hacia otro municipio, donde lo tuvieron unas dos horas. “Me preguntaban las contraseñas de teléfonos, mis cuentas de banco, verificaron la banca electrónica”, cuenta.

La oficina de prensa de la Fiscalía de Guanajuato, ha confirmado que hay ya una carpeta de investigación abierta en este caso por el robo de la camioneta del presidente municipal.

Unas horas más tarde, la mañana de este jueves en el municipio de Atarjea —conocido por sus paisajes debido a su localización en la Sierra Gorda, y por ser uno de los municipios más alejados del Estado—, Flora Sánchez Guillén, quien se desempeña como encargada de la Contraloría de ese Ayuntamiento —la oficina fiscalizadora— fue reportada como secuestrada en las calles del municipio. “A mis amistades, por favor compartan, mi prima Flora fue obligada a subir a una camioneta Hummer hoy 16 de enero de 2025 en el municipio de Atarjea”, publicó en Facebook una familiar. Tras estos reportes, la oficina de Comunicación de la Fiscalía aseguró mantener en reserva la información, pues se trataba de delitos en los que “se resguarda la integridad de las posibles víctimas”.

Sin embargo, durante la mañana de este viernes, un comunicado en la página del Ayuntamiento de Artajea, confirmó la localización con vida de su funcionaria: “Sobre los hechos ocurridos el día de ayer jueves donde se privó de la libertad a nuestra compañera María Flora Sánchez Guillén, Contralora Municipal, quien ya se encuentra sana y salva queremos agradecer el apoyo de todas y cada una de las personas que proporcionaron información, a quienes apoyaron y estuvieron al pendiente del seguimiento, así como a las autoridades del Estado de Guanajuato y Querétaro que colaboraron en la investigación. No se había emitido algún comunicado al respecto para no comprometer más la integridad de nuestra compañera y no entorpecer la investigación en proceso”, dijeron.

En sus declaraciones de este viernes, Reséndiz aseguraba que lo único que deseaba era que su Estado fuera un lugar seguro: “Me doy cuenta de que mucha gente padece de lo mismo, pero veo las redes sociales y también veo que no hay empatía, dicen que qué bueno que le pasó a un político para que lo viva. Pero yo soy un ser humano y no le deseo esto a nadie. Lo que queremos es que Guanajuato esté en paz y tranquilo”.

Guanajuato registra niveles de violencia que lo colocan ya como la entidad con más homicidios en 2024. Solo en diciembre pasado, se registraron al menos 17 asesinatos durante una tríada de hechos violentos que han sido clasificados como “multihomicidios” por la fiscalía local. Los crímenes con mayores decesos ocurrieron en Irapuato, donde un ataque directo acabó con la vida de dos hombres y una mujer; en San Miguel de Allende, con una balacera con tres muertos, y en Juventino Rosas, con un triple asesinato.

Ese mismo mes, siete policías estatales fueron asesinados por sicarios. De los siete agentes, cinco eran parte del cuerpo de custodios de la cárcel estatal.