Daniela Villa, la diseñadora que transformó el altruismo en su mayor éxito: “Quería ser torera, pero nací para hacer moda”

La diseñadora de moda Daniela Villa (Tijuana, 43 años) comenzó su carrera por accidente y por altruismo. Cuando cumplió 30 años empezó a hacer ropa de manera autodidacta para la Fundación de Apoyo para Niños Especiales (FANE), a la que llevaba a su hija Nicole, en Tijuana. “La verdad, yo quería ser rejoneadora y durante cinco años me dediqué a cuidar a mis caballos. Esto fue hace más de 13 años”, cuenta Villa tras su presentación en Mercedes Benz Fashion Week México. Contesta con la mirada distraída mientras la gente pasa y se despide de ella. “¡Felicidades, Dani! Nos ha encantado”. “Te amo, amor. Gracias por venir”, dice ella y olvida que se ha quedado a media respuesta.

Cuando el sueño de torear terminó, Daniela Villa comenzó a estudiar arte. Recuerda que garabateaba en un cuaderno prendas como un pasatiempo, porque en esa época estaba dedicada 100% a su hija. Trabajaba en una galería y el dueño le sugirió presentar una colección. Ese fue el empujón que necesitó para ponerse a trabajar en sus diseños. “Hice una primera presentación para apoyar a la fundación, y tuvo muy buen recibimiento. Después organizamos otra en el Museo El Cubo, en Tijuana, y se llenó. Además, la gente empezó a pedirme más prendas. Fue entonces cuando supe que yo había nacido para esto”, expresa con mucha pasión. “Yo le pedí a Dios que me ayudara, porque estaba muy perdida. No tenía un camino”.

Las pasarelas para la fundación, el buen recibimiento y la iluminación divina sucedieron alrededor de 2011. Ocho años después, Villa se presentó en el máximo foro de moda en México, el Mercedes Benz Fashion Week, con la colección Borderline, una oda a Tijuana. Describe la ciudad como “muy castigada por la frontera. Mi carrera la comencé peleando con los outlets y los precios. Son estos dos factores, entre muchos, que hacen difícil cimentar una carrera en la moda al norte de Baja California”.

Reconoce que hacer moda en Ciudad de México tiene más sentido porque “es donde están las plataformas más importantes”; sin embargo, la ciudad que le abrió las puertas al mundo fue Tulum. “Cuando pisé ese lugar sentí algo distinto. La gente me decía ‘tus prendas tienen algo muy Tulum’, lo cual es verdad”. Villa abrió una tienda y gracias a esto fue que sus diseños llegaron a ciudades en Europa, como Madrid, y su nombre empezó a tener peso en el mundo internacional de la moda.

Por el momento, Villa no colabora con ninguna fundación, aunque afirma estar siempre abierta para hacerlo. “Estoy dispuesta a ayudar, ya sea para recaudar fondos o cualquier otra cosa que se presente. No sólo por el tema de Nicole que tiene síndrome de Down. Yo apoyo la inclusión. Tal vez mis prendas no lo demuestran tanto, pero son genderless. Estoy a favor de todas las causas”.

En octubre de 2024, presentó La Piscine, una colección pequeña de 23 piezas. Durante el desfile, una de las modelos caminó junto a Matcha, una shiba inu. “Es la perrita de compañía de Nicole. Yo le dije que pensaba usarla para el desfile y ella se emocionó muchísimo. Diseñamos una playera que dice en la espalda: ‘Cuidado con la perra’. El mensaje lo puede interpretar cada quién a su manera”.