¿Se frivoliza el problema del feminicidio al presentarlo en un desfile de moda?
En este episodio de ‘Al habla con Warkentin’, la periodista analiza el debate que se ha generado en torno al desfile que la marca de ropa Dior hizo este domingo en Ciudad de México
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Vestimentas con bordados de lágrimas, palabras esperanzadoras (”Hope”) y corazones ensangrentados con el mensaje “¡Viva mi vida!”. Hasta ahí todo bien, si no hubiera sido por el contexto en el que tuvo lugar: un desfile de la marca internacional Dior, en el que las modelos mostraban sus vestidos blancos por el patio central del colegio San Ildefonso, en la Ciudad de México. En este episodio de Al habla con Warkentin..., la periodista Gabriela Warkentin analiza el debate que ha suscitado la puesta en escena de una de las casas de costura más importantes del mundo. “¿Se frivoliza el problema del feminicidio cuando se presenta en un desfile de moda, o permite que llegue a un público más amplio?”, se pregunta la periodista al comienzo de este episodio.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
