Cuatro años buscando a Francisca Mariner y el cadáver siempre estuvo en la morgue
La madre de la adolescente, asesinada en 2020 por su expareja, la buscó por todo Cancún durante casi un lustro frente a la incompetencia de las autoridades, que tenían el cuerpo perdido en el Semefo
La búsqueda de Francisca Mariner terminó este lunes de forma imprevista. El cuerpo de la joven de 17 años, asesinada por su expareja en 2020, fue encontrado en el Servicio Médico Forense (Semefo) del Estado de Quintana Roo, en el sur de México, donde siempre estuvo entre cadáveres que yacían sin identificar. El anuncio del hallazgo lo ha hecho la madre de la víctima, María Patrón Pat, quien durante estos cuatro años ha luchado contra la incompetencia y desidia de las autoridades no solo para evitar que el feminicidio quedara impune, sino dar sepultura a la adolescente. “Ya encontré a mi hija. No en las condiciones que yo quería, pero ya está en mi casa”, ha informado la madre en redes sociales.
El crimen ocurrió en el 22 de junio de 2020, cuando la joven desapareció de la casa que compartía con su expareja, Ángel Conrado, y la hija de ambos. Medios locales relatan que tras ocultar el cuerpo, el hombre acudió a las autoridades para notificar la desaparición de la adolescente. María Patrón Pat, la madre, nunca creyó en la versión de Conrado e inició una búsqueda intensa de su hija, que incluyó el cierre de carreteras, protestas en las zonas hoteleras de Cancún, la joya turística del Estado, y presiones a las autoridades, incluida la gobernadora, Mara Lezama. Su ahínco fue tal, que Patrón Pat creó el colectivo Madres Buscadoras Quintana Roo, que comparte con otras organizaciones similares el doloroso trabajo de encontrar a hijos desaparecidos.
La presión del colectivo y de la madre hizo que la Fiscalía del Estado iniciara una investigación y emitiera una orden de arresto contra Conrado. Tras un largo y penoso proceso durante el que Patrón Pat no cejó en la búsqueda de su hija, la justicia de Quintana Roo condenó a 50 años de cárcel al hombre, hallado culpable por feminicidio. La sentencia, sin embargo, no representó el fin de la pesadilla de la madre, que mantuvo el coraje ante las autoridades para encontrar a Francisca Mariner. Lo que no se esperaba es que el cuerpo estuviera todos estos años en las morgues del servicio forense, lo que muestra la incompetencia de las autoridades locales y la dejadez con la que manejan los casos de feminicidios. México es un país sumamente violento para las mujeres, donde son asesinas 11 de ellas cada día, según datos de organizaciones de derechos humanos.
Un informe de la Red por los Derechos de la Infancia en México muestra un incremento de estos crímenes durante 2024. “Las cifras de incidencia delictiva del fuero común 2015-2024 que publica el SESNSP [Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública] demuestran que esta forma de violencia contra las mujeres de entre 0 y 17 años ha aumentado en el país durante el último año: mientras de enero a agosto de 2023 se registraron 46 incidentes de este delito contra niñas y adolescentes a nivel nacional, los feminicidios de niñas y adolescentes en México aumentaron a 54 en los mismos meses de 2024″, establece el informe. El asesinato de mujeres en el país ha aumentado cada año sin freno, hasta llegar a un máximo de 3.957 homicidios en 2020. Más del 90% de los feminicidios quedan impunes en el país. La violencia contra las mujeres se ceba con las más jóvenes, como Francisca Mariner.
La madre reaccionó al hallazgo de su hija en un emotivo video difundido por su colectivo de búsqueda. “Francisca estuvo cuatro años y medio en el Semefo”, dice la mujer a la cámara, conteniendo las lágrimas. “Cuatro años y medio buscándola por todos lados y mi hija estaba allí. Le doy las gracias a la ciudadanía, a mis amigos, a los que me conocen. Gracias por ser empáticos, por entender la angustia de las madres que salen a buscar a sus hijos, por entender cuando les cerramos las calles, cuando bloqueamos la zona hotelera. Gracias por apoyarnos. Sé que a muchos les provocamos ciertas circunstancias, pero es la única manera en la que podemos presionar a las autoridades para que trabajen”, agrega. “Lo único que quería era encontrar a mi hija, que se hiciera justicia, porque ella no le hacía mal a nadie”, afirma la madre buscadora.
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