El caso de Marilyn Cote acumula cinco denuncias y pasa a la fase penal
La Fiscalía de Puebla investiga a la abogada por usurpación y falsificación, mientras la presidenta Claudia Sheinbaum señala la gravedad de prescribir “medicamentos controlados” sin licencia
La Fiscalía de Puebla ha anunciado este jueves que ya ha recibido cinco denuncias contra Marilyn Cote. La dependencia estatal ha abierto una carpeta de investigación por el delito de usurpación de profesión y por falsificación de documentos. “Se pudieron haber causado daños a la salud de personas, por lo que la investigación será amplia”, ha anunciado el ministerio público en un comunicado, en el que presenta a Mariliyn N como “acusada de proporcionar atención psiquiátrica y prescribir medicamento controlado a pacientes”. El caso ha llegado ya a oídos de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien ha afirmado en su conferencia matutina: “Este es un caso de fraude, pero además vinculado con temas de salud, lo que es más grave. Además de un tema administrativo, es un tema penal”.
La evolución en el caso de Cote ha sido muy rápida. Hace poco más de una semana que el médico detrás de la cuenta de Charlatanes Médicos, en X, revelaba cómo la abogada se había hecho pasar durante años por psiquiatra y había recetado medicamentos, como antipsicóticos. A los días, la Secretaría de Salud de Puebla le clausuró el consultorio, situado en las Torres Médicas de Angelópolis, en la ciudad de Puebla, y le dio un ultimátum para entregar la documentación que probara que era médica. En un primer vistazo, la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) encontró que Cote “no contaba con aviso de funcionamiento, licencia sanitaria, ni título y cédula que permita ejercer la consulta médica”. El plazo que la autoridad había impuesto a la poblana para aportar las pruebas se ha cumplido este jueves.
El fiscal de Puebla, Gilberto Higuera, ha anunciado que se realizó un cateo en el que “se aseguró documentos con aparente falsificación para ejercer profesiones sin contar con los requisitos y autorizaciones legales”. El funcionario ha afirmado que se va a trabajar junto a la DPRIS y a su homóloga nacional, la Cofepris: “Se tiene que realizar una investigación completa porque puede haber delitos del orden federal y no solo del orden común”. También la Secretaria de Educación Pública (SEP) va a presentar su denuncia. Eurípides Flores, de la Unidad de Asunto Jurídicos de dependencia, ha explicado este jueves que al viralizarse el caso se hizo una revisión en el Registro Nacional de Profesionistas: “Después de la revisión, no se encuentra ningún registro de alguna cédula profesional en áreas de la salud de esta persona y nosotros tenemos la responsabilidad de presentar las denuncias correspondientes para que se deslinden responsabilidades”.
Hasta donde se sabe, Marilyn Karina Cote Mendieta es licenciada en Derecho, con una maestría en Criminalística y un doctorado en Psicología Clínica. Sin embargo, en un recetario utilizado este año se hacía pasar por médica cirujana, médica psiquiatra y psicóloga clínica, para lo que ponía tres números de cédula falsificados. Cote había recetado medicamentos para la esquizofrenia y fuertes antidepresivos. Sobre esto, la presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado: “Una persona no puede ofrecer servicios de salud, que es algo delicado, cuando no tiene la cédula profesional para ello. Si es importante que el ciudadano se informe, pero también todas las denuncias que tenga que haber, porque puede ser muy grave, además en este caso, eran medicamentos controlados”.
Hace por lo menos cinco años que Cote se presentaba como una “importante neuropsicóloga” en Puebla. Alitzel García acudió en septiembre de 2019 a su consulta con signos de ansiedad y desde la primera sesión, la doctora le recetó medicación: un antipsicótico y dos antidepresivos. Todos de toma diaria. Los medicamentos causaron fuertes efectos adversos en García, que tenía entonces 26 años: temblores, más ansiedad y una incapacidad para relajarse. “Nunca tuve mejoría. El antipsicótico me lo estuvo cambiando por otros y como no mejoraba, me dijo ‘si no se te quita la ansiedad te voy a mandar un antipsicótico inyectable’. Eso me dio miedo, le dije que no y dejé de ir”, contó la joven a EL PAÍS, que estuvo seis meses en su consulta. A Regina, quien también llegó con ansiedad, le diagnosticó esquizofrenia y la amenazó con que si no se tomaba sus medicamentos iba a suicidarse.
Como ellas, decenas de pacientes han alzado estos días la voz contra la falsa psiquiatra y ahora la denuncia de cinco de ellos puede llevarla a consecuencias penales. Las penas por usurpación de profesión pueden ir de uno a seis años de cárcel en Puebla.
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