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‘Juegos Interrumpidos’, la serie que confronta y encauza casos de trata infantil

La nueva producción de ViX hace un llamado a la acción y busca encauzar casos de maltrato, abuso y trata de menores con el apoyo de la organización independiente Save the Children

El personaje de Arturo, protagonista de la serie.
El personaje de Arturo, protagonista de la serie.Vix
Armando Mora

En un contexto donde la tragedia de la trata infantil es cada vez más evidente, Juegos interrumpidos emerge como una serie de ficción que no solo busca entretener o explorar esta problemática, sino que también pretende alertar sobre uno de los temas más dolorosos y urgentes de nuestra sociedad: la desaparición y tráfico de menores de edad.

La nueva producción original de ViX, ambientada en California y estrenada una semana después de que el Gobierno de Estados Unidos reconociera que le ha perdido el rastro a más de 30.000 niños migrantes y alertara sobre el riesgo de que puedan ser objeto de trata de personas y sufrir explotación o trabajos forzados, sigue la historia de Arturo, un niño que es víctima de un sistema que lo arrebata de su madre biológica y es dado en adopción a una familia mexicana radicada en el sureño Estado de EE UU. Todo parece ser una historia feliz hasta que su nueva madre descubre que su hijo le fue dado en adopción a través de una red de trata de humanos.

Vanessa Bauche en un cuadro de la serie de la serie 'Juegos Interrumpidos'.
Vanessa Bauche en un cuadro de la serie de la serie 'Juegos Interrumpidos'.Vix

La actriz Vanessa Bauche, con 23 años de activismo a sus espaldas y quien interpreta a Victoria, una madre cuya vida es devastada por la desaparición de su hijo, no se acerca a esta historia desde la distancia, sino desde una profunda conexión con las causas que representan. Su interpretación busca contar una historia para generar empatía y una comprensión profunda de la crisis de los desaparecidos. “Para reconocerlo y sanarlo, tenemos que llevar la historia desde un lenguaje atractivo, interesante, digerible, para que la información realmente haga tomar conciencia y tener empatía”, asegura en entrevista con EL PAÍS.

La serie de 10 episodios no escatima en señalar que el tráfico de personas es un problema que trasciende fronteras y que toca a todos, un punto que Bauche subraya al mencionar la importancia de los personajes secundarios, como el del actor David Chocarro, quien personifica a un terapeuta que encarna la necesidad de atención para prevenir y sanar estos traumas. “No podemos pensar en sanar porque quienes hacen esto [traficar con niños] están evidentemente endiablados o enfermos. Si esa gente hubiera tenido acceso al amor o a una terapia temprana, probablemente muchos no se dedicarían a lo que se dedican”, reflexiona la intérprete.

El productor de Juegos interrrumpidos, Carlos Moreno, comparte esta visión, consciente de que se enfrenta a un tema tan crudo que podría resultar insoportable si no se maneja con cuidado. “Tenemos una serie muy importante, fuerte, potente, muy bien interpretada. Es una ficción, pero sí señalamos el tema de robo de infantes que sucede en todo el mundo y que muchas veces no nos enteramos. En esta serie levantamos la mano y les decimos a todas las Madres Buscadoras que sí las escuchamos y que sí las vemos”, asegura.

El actor David Chocarro (derecha), en la serie.
El actor David Chocarro (derecha), en la serie.Vix

La serie cuenta con las colaboraciones de Save The Children y Fundación Televisa, que han sido cruciales para su desarrollo por su experiencia y porque añade un llamado a la acción concreto al final de cada episodio. “Save The Children se ha subido a este proyecto para poder ayudar a cualquier persona que esté en una situación similar. Van a encauzar los casos que les lleguen y ojalá podamos ayudar a alguna persona”, apunta Moreno.

“Con una vida que se toque, con un caso que pudiera resolverse de alguna mamá y un niño que se pudieran encontrar, alguna familia que pudiera volver a reunirse a partir de este proyecto, podemos decir que lo logramos”, puntualiza Bauche, dejando claro que el objetivo va más allá de la ficción.

Fernando Garcilita, adaptador de la historia, ve la ficción como una herramienta poderosa para arreglar el mundo que nos rodea. “Hay algo con lo que nos estamos peleando los escritores en la actualidad, que es la verosimilitud”, explica. En su proceso de investigación, descubrió que las cifras de desaparición infantil en América Latina y entre las comunidades hispanas en Estados Unidos son alarmantemente altas, y que contar esta historia desde una perspectiva empática y realista era esencial para el proyecto. “La trata infantil es una cifra que va en aumento y no en descenso, así que viene una urgencia de contarlo de la mejor manera posible. La gente tiene que saber del sufrimiento, de la lucha, de cómo afecta a un entorno y cómo destruye núcleos familiares completos”, enfatiza.

La esperanza, según Garcilita, es el motor que impulsa a los personajes de Juegos interrumpidos, y aunque la serie aborda temas dolorosos, nunca pierde de vista la posibilidad de un final esperanzador. La historia de Victoria, el personaje de Vanessa Bauche, es un testamento del poder del amor de madre, una fuerza que trasciende las barreras impuestas por sistemas políticos y judiciales corrompidos.

En la historia original escrita por Socorro González Ocampo e interpretada por Silvia Navarro, Jorge Salinas, David Chocarro, Luis Felipe Tovar, Irán Castillo y Roberto Sosa, el silencio no es una opción, porque, como expresa Bauche, “lo que no se nombra, no existe”.

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Sobre la firma

Armando Mora
Es redactor de redes sociales de EL PAÍS México. Estudió la licenciatura en Comunicación en la FES Acatlán de la UNAM y el Diplomado en Periodismo Digital en el Tecnológico de Monterrey. Ha sido colaborador en El Universal y Animal Político.
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