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El futuro de la Marea Rosa: “No tiene dueño, no es de nadie y llegó para quedarse”

Los representantes de algunas de las organizaciones de la sociedad civil que integran el movimiento barajan la opción de convertirse en una formación política. Todas apoyan a la coalición opositora en su campaña contra la reforma judicial

Marcha 'Marea Rosa'
Una marcha de la Marea Rosa en Monterrey, el 19 de mayo.Miguel Sierra (EFE)
Elia Castillo Jiménez

“La Marea rosa llegó para quedarse y está vivita y coleando”, sostienen quienes le dan voz a la organización de génesis ciudadana. Las copiosas convocatorias del movimiento que surgió en 2022 como un rayo de luz en medio de la sombría oposición mexicana pintaron de rosa las calles de las ciudades más importantes del país en tres ocasiones. La última, la más volcada al apoyo partidista a la coalición opositora. De poco sirvió y tras los desastrosos resultados electorales del 2 de junio para la oposición, la pregunta en el aire es ¿qué pasará con el movimiento? “La Marea rosa no es de nadie, no tiene dueño”, sostiene Guadalupe Acosta Naranjo, vocero del Frente Cívico Nacional una de las seis organizaciones concentradas en Unid@s que han decidido someter a consulta si ellos, por separado, se registran como partido político. La Marea rosa es punto y aparte.

Aunque el movimiento parece aletargado por la vorágine de la elección, analizan su siguiente golpe. Primero observan con atención la discusión de la reforma al Poder Judicial, que entre sus ambiciosas modificaciones busca que jueces, magistrados y ministros sean electos por voto popular en las urnas. Primero piensan ejercer presión a los senadores de oposición para que no se logre la mayoría calificada en el Senado. Morena, de acuerdo a los cálculos preliminares de la conformación del Congreso, está a tres votos de lograrlo.

Acosta Naranjo lleva sangre amarilla por las venas, en su momento fue uno de los líderes del PRD más importantes. Hoy, como vocero del Frente Cívico Nacional señala que será la ciudadanía quien tenga la última palabra sobre el futuro de la organización. “Nosotros creemos que la Marea rosa debe conservarse en el ámbito ciudadano para que quienes han decidido explorar la creación de una nueva fuerza política y quienes no buscan hacerlo, tengamos una amplitud de coordinación en el ámbito de la sociedad civil”, explica.

Los resultados de la elección les tomó por sorpresa, los números no coincidieron con las lecturas que les arrojaban las movilizaciones ni el apoyo a Xóchitl Gálvez, la candidata presidencial del bloque opositor electa por el empuje ciudadano. En todo caso, la Marea rosa, por el momento, se mantiene unida al bloque opositor con todo y las crisis que enfrentan al interior. Se conforme o no como partido el Frente Cívico Nacional, se mantendrá unido a la Marea Rosa. “No es de nadie, es un movimiento muy amplio, muy ciudadano y así queremos que se mantenga porque no se contrapone con la creación de nuevas fuerzas políticas”, subraya el vocero.

Dos años bastaron a la Marea Rosa para crecer como la espuma y en cada convocatoria superaron las expectativas. El movimiento pasó por varias metamorfosis: de la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) en 2022 ante el llamado Plan B electoral, a dar su respaldo al Poder Judicial ante los ataques presidenciales. Para finalmente terminar empujando la candidatura de Xóchitl Gálvez.

También sostiene que el movimiento rosado se queda fuera del partidismo el empresario Claudio X. González, líder de las asociaciones Mexicanos Primero y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, y uno de los responsables de acercar posiciones entre los partidos de la oposición como antesala a la coalición. De hecho, el artífice del movimiento refiere que parte del acuerdo es continuar aliados a la coalición Fuerza y Corazón por México.

“Decidimos que la Marea Rosa debe ser fiel a su génesis y a su naturaleza que es ciudadana-política, pero no partidista. El partido de la Marea Rosa son sus causas, el partido de la Marea Rosa es México”, refiere el empresario más criticado por el presidente mexicano y a quién le atribuyó la presunta designación de Gálvez como candidata de la oposición.

La Marea Rosa llegó para quedarse y está vivita y coleando” refiere González al ser cuestionado sobre el silencio que ha mantenido el movimiento tras los resultados de la elección. El empresario reconoce que se confiaron, que se quedaron con lo que veían en las calles. “Sobrestimamos el poder de ese llamado a México. Quizá sobreponderamos lo que significaban nuestras causas para todos los mexicanos”, refiere el empresario.

Gabriel Sterling, presidenta nacional de Poder Ciudadano, otra de las organizaciones, se ha pronunciado en el mismo sentido. “La marea rosa no tiene líderes. La ciudadanía decidió vestirse de rosa y salir a las calles”, subraya. La organización que dirige está enfocada en la integración del Congreso y en frenar la mayoría calificada de la que ya alardea el oficialismo. El 9 de julio mantendrán una reunión con los consejeros del INE, pondrán sobre la mesa la inconstitucionalidad de la sobrerrepresentación de la que pretende hacerse Morena y aliados. “Vamos a hablar con ellos y explicarles que tiene que hacer un análisis muy claro”, cierra.

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Sobre la firma

Elia Castillo Jiménez
Es periodista mexicana, está especializada en temas de política: Congreso de la Unión, partidos y elecciones. Ha trabajado en distintos medios como Milenio, Radio Centro y El Heraldo de México. Es licenciada en Periodismo y Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México.
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