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Roban en la casa de los académicos Eréndira Sandoval y John Ackerman en Ciudad de México

La pareja ha denunciado que no se trató de un robo corriente sino de “un acto de intimidación”. Los hechos sucedieron el pasado 16 de junio mientras la familia estaba fuera

Irma Eréndira Sandoval y John Ackerman, en 2020.
Irma Eréndira Sandoval y John Ackerman, en 2020.Moisés Pablo Nava (CUARTOSCURO)
Erika Rosete

El pasado domingo 16 de junio, la casa de los académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Irma Eréndira Sandoval —también extitular de la Secretaría de la Función Pública (SFP)— y John Ackerman fue robada mientras la pareja se encontraba fuera. En un comunicado que ambos han compartido en sus redes sociales, explican que las personas que entraron ilegalmente en su residencia, ubicada en la alcaldía Coyoacán, se llevaron un equipo profesional de grabación que era propiedad de una “prestigiosa” universidad de Estados Unidos, tres computadoras portátiles, joyas, y otros objetos de valor. “Quisiéramos compartir que esta inaceptable agresión no fue un robo común y corriente, sino que al parecer fue un acto de intimidación”, han asegurado.

La Fiscalía de Ciudad de México ya ha puesto en marcha la investigación correspondiente sobre el caso, en el que presuntamente individuos forzaron las cerraduras de la entrada de la casa y entraron a robar los objetos. Según lo publicado por la pareja, hay artículos de valor que no fueron sustraídos y han destacado que los ladrones dejaron pertenencias y fotos regadas por todo el domicilio: “De manera conspicua, los agresores dejaron sin tocar muchos otros objetos de valor, con la evidente intención de demostrar que el propósito central del allanamiento no era un robo, sino enviar un mensaje de intimidación. Las cámaras de vigilancia revelan un operativo muy bien coordinado y sumamente profesional”, ha dicho Ackerman.

El equipo de grabación que ha sido robado de la casa de la pareja es propiedad de una universidad estadounidense, y había sido utilizada un par de días antes del robo en una visita a la Escuela Rural Normal Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa, el Estado de Guerrero. Además, los afectados han relatado que se llevaron tres computadoras laptops “con información sensible”.

La académica proviene de una dinastía de activistas sociales guerrerenses muy respetados por la izquierda radical mexicana, y había sido señalada como parte del núcleo duro del presidente López Obrador en la primera parte de su Gobierno y una de las funcionarias más fieles a la Administración del morenista. Hasta el momento en el que el propio mandatario la relegó de su puesto en la SFP por haber impulsado la candidatura de su hermano, Pablo Sandoval, para el Gobierno de Guerrero, y no respaldar la de Félix Salgado Macedonio —denunciado en dos ocasiones por violación y con otros tres señalamientos por acoso y abuso sexual—, favorito del presidente.

Ackerman, además de ser investigador de la UNAM y de formar parte de Morena, se ha hecho de un lugar en los medios de comunicación como columnista y presentador de televisión. En 2020 se vio envuelto en una polémica tras ser denunciado por la escritora y su copresentadora en Canal Once, Sabina Berman, por machismo y acoso laboral. El programa fue suspendido tras la renuncia de Ackerman.

“Quienes hemos dedicado nuestras vidas a la lucha por la justicia y la democracia sabemos que siempre estamos en riesgo de represalias de parte de los intereses y poderes fácticos amenazados por nuestra labor, así que este nuevo acto de intimidación a nuestra familia de ninguna manera frenará mis labores periodísticas, académicas o políticas, ni detendrá ni por un segundo el incansable trabajo de Irma Eréndira Sandoval a favor de la honestidad y en contra del abuso de poder”, ha concluido Ackerman en su escrito conjunto.

Sandoval y Ackerman han sido señalados en distintas ocasiones por medios de comunicación debido a los bienes inmobiliarios que ambos han acumulado en la última década. Un patrimonio de más de 60 millones de pesos compuesto por varias casas en zonas adineradas de la capital mexicana —algunas de ellas pagadas al contado— y un terreno de 253 metros cuadrados en Coyoacán, regalado por el Gobierno de la Ciudad de México, en la época de Marcelo Ebrard, según una investigación del portal Latinus. Todos los bienes fueron adquiridos, según la misma información, cuando ambos recibían un salario de investigadores de la UNAM.

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Erika Rosete
Es periodista de la edición mexicana de EL PAÍS.
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