El incómodo despido de Irma Eréndira Sandoval
El cese de la secretaria de la Función Pública evidencia el enfado del presidente con la funcionaria por impulsar la candidatura de su hermano a la gubernatura de Guerrero en contra de Félix Salgado Macedonio
Irma Eréndira Sandoval ha sido el último despido y uno de los movimientos más polémicos del Gabinete de López Obrador. Su salida de la Secretaría de la Función Pública (SFP) representa la culminación del malestar que la secretaria había despertado desde hace meses en Palacio Nacional por operar desde su puesto para que su hermano, Pablo Amílcar Sandoval, fuera el candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, en lugar de Félix Salgado Macedonio, la apuesta del presidente.
Era 17 de febrero de 2021 y el presidente defendía desde su tribuna de todas las mañanas a su candidato en Guerrero, denunciado en dos ocasiones por violación y con otros tres señalamientos por acoso y abuso sexual. López Obrador minimizaba las denuncias contra Salgado Macedonio y las achacaba a la guerra sucia que se produce en el periodo electoral. “En todo esto siempre hay que preguntar: ¿y de parte de quién? Son tiempos de elecciones y hay acusaciones de todo tipo”, señalaba López Obrador.
“Lo otro es quítate tú porque quiero yo. Porque a mí me tocaba”, decía el presidente. Con esa declaración, López Obrador mandaba un mensaje con dedicatoria a los hermanos Sandoval. A Pablo Amílcar que aprovechó su puesto como superdelegado del Gobierno en Guerrero para promocionar su cara en más de 50 anuncios espectaculares como adalid de la llamada cuarta transformación. Y a Irma Eréndira, que desde la Secretaría de la Función Pública había empujado para que se conocieran las denuncias contra Salgado Macedonio. El escándalo ahondó la guerra de guerrillas dentro de Morena y puso al movimiento feminista de todo el país contra el dedazo del presidente.
“A Andrés Manuel le molestó mucho cómo estaban jugando porque más que pegarle a Félix, le estaban pegando a él; estaban socavando sus designios y eso no lo perdona”, señala una fuente cercana al Gobierno. “[Al presidente] No le gustó que hicieran esa jugarreta, pero no quería sacarla de manera abrupta y darle la razón a sus enemigos”, agrega.
La salida de la hasta ahora secretaria llega 20 días después de que Morena ganara las elecciones en Guerrero. Finalmente, Salgado Macedonio fue sacado por las autoridades electorales de la contienda y reemplazado por su hija, Evelyn Salgado Pineda. A través de un vídeo, López Obrador comunicó el cambio en la Función Pública y agradeció a Sandoval “su colaboración en el inicio del Gobierno”. Con el rictus serio, el ceño fruncido y las manos sobre el escritorio, el mandatario escucha a la funcionaria dar cuenta de la labor que ha hecho al frente de la dependencia. 11 minutos y 17 segundos tensos en los que la exsecretaria aprovecha para lanzar varios mensajes al presidente: “Procedo de una familia de lucha. Mi abuelo murió tranquilo de verlo en esta oficina y mi padre caminó con usted gestas históricas y heroicas de lucha por la democracia y la justicia. Sabe de dónde vengo y a dónde voy. Voy a estar siempre del lado correcto de la historia”, le dice al presidente.
“Sin duda López Obrador le dio la oportunidad de terminar así por deferencia a su abuelo y a su padre: Pablo Sandoval Cruz y Pablo Sandoval Ramírez”, apunta Sergio Montes, fundador de Morena en Guerrero. Procedente de una dinastía de luchadores sociales guerrerenses muy respetados por la izquierda radical mexicana, Sandoval había sido señalada como parte del núcleo duro del presidente y una de las funcionarias más fieles a la Administración de López Obrador. Las fuentes consultadas coinciden con que la interferencia en la campaña de Guerrero le costó el puesto, pero ya existían varios descontentos desde antes.
A principios de año, la prensa nacional destapaba los bienes inmobiliarios que Sandoval y su esposo, el académico John Ackerman, han acumulado en la última década. Un patrimonio de más de 60 millones de pesos compuesto por varias casas en zonas adineradas de la capital, — algunas de ellas pagadas al contado — y un terreno de 253 metros cuadrados en Coyoacán, regalado por el Gobierno de la Ciudad de México, en la época de Marcelo Ebrard, según una investigación del portal Latinus. Todos los bienes fueron adquiridos cuando ambos recibían un salario de investigadores de la UNAM.
Cercana al círculo de intelectuales de la llamada Cuarta Transformación y militante de izquierda, fue elegida para encabezar el combate a la corrupción, la línea más importante en el discurso del presidente. Bajo su gestión, la SFP exoneró a funcionarios del Gobierno de irregularidades, como el caso de las casas de Manuel Bartlett, titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). “La forma en que manejó muchas cosas fue muy desaseada”, señala la fuente cercana al Gobierno. “Si bien el presidente quería exonerar a Bartlett y esas eran las instrucciones, la forma en que lo hizo fue muy burda. Lo mismo pasó con la multa a la revista Nexos, de Aguilar Camín”, apunta la fuente. “Se vio como una cacería contra los opositores. La Función Pública no instrumentó bien las decisiones”, comenta.
“No había manera de limar asperezas”, opina una fuente cercana a Irma Eréndira Sandoval. La Secretaría de la Función Pública es en estos días un hervidero de intrigas palaciegas y rumores. Desde hace meses en los pasillos se comentaban los trascendidos que aseguraban que Sandoval había dejado de pertenecer al círculo de confianza de López Obrador. Pese a que dejará el cargo el próximo 30 de junio, ha mantenido un perfil bajo y no ha hecho ningún comentario más allá de compartir su declaración frente al presidente. “Ella es muy reflexiva, estratega, de carácter y convicciones fuertes, muy humana. Para ella su familia siempre ha sido una parte fundamental, así que creo que volvería a hacer lo que hizo”, asegura una fuente cercana.
Pablo Amílcar Sandoval renunció a ser candidato de Morena y acabó siendo electo como diputado federal beneficiándose del voto mayoritario que obtuvo el partido en Guerrero. “Es un hombre al que no le gusta Guerrero, lo mejor que le pudo haber pasado es que ahora sea diputado y esté en la Ciudad de México”, señala Sergio Montes.
El fin de Sandoval al frente de la Función Pública coincide con el arranque de la segunda mitad del sexenio del obradorismo, que pone la dependencia en manos de Roberto Salcedo Aquino, hasta ahora subsecretario de Fiscalización y Combate a la Corrupción. Salcedo, un veterano político priista afín al salinismo, es experto en la Administración Pública y trabajó junto a Manuel Camacho Solís en la Secretaría de Relaciones Exteriores en los años 90. “Llevaremos a cabo una reforma administrativa y vamos a profundizar más en el combate a la corrupción y en hacer un Gobierno austero, sin lujos”, ha mencionado el mandatario en el paso de estafeta. Fuentes cercanas al Gobierno comentan que existe un rumor cada vez más fuerte de querer desmantelar la Secretaría de la Función Pública para que las dependencias sean las encargadas de auditarse a sí mismas.
Tras el repudio de la Cuarta Transformación, Sandoval vuelve como académica al Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia de la UNAM. Su salida se ve en Morena como un castigo del presidente. No ha recibido ningún nuevo cargo dentro del Gobierno o el cuerpo diplomático. En la despedida, López Obrador se mantuvo firme y sobrio: “El poder es humildad, no es prepotencia, extravagancia, lujos, fantocherías. No debemos ser funcionarios, sino servidores públicos”.
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