La tradición morenista de marcar otro nombre en la boleta por la presidencia
Inició en 2006 con López Obrador, en la que postuló a Carlos Monsiváis dentro del apartado ‘candidato no registrado’. La nueva presidenta electa ha continuado la costumbre obradorista
Antes de que López Obrador ganara las elecciones presidenciales en 2018 se postuló en dos ocasiones anteriores. En los comicios de 2006, el panista Felipe Calderón ganó. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió por segundo sexenio consecutivo unas elecciones que terminaron un reinado que se aproximaba a los 100 años. Aquella vez, hace ya 18 años, el actual presidente izquierdista convocó a un plantón sobre avenida Reforma, una de las vialidades principales de la Ciudad de México, y popularizó el “voto por voto, casilla por casilla”. El lema, sin embargo, no logró revertir la decisión y el país vivió su segundo sexenio bajo el mando del Partido Acción Nacional (PAN).
Desde ese 2 de julio de 2006 y en las siguientes dos elecciones, 2012 y 2018, López Obrador marcó la casilla de ‘candidato no registrado’ con nombres de tres intelectuales mexicanos y activistas e inició lo que parece ser una nueva tradición que Claudia Sheinbaum, ganadora de los comicios de 2024, retomó este domingo.
Carlos Monsiváis
El primero nombre que Obrador registró en la boleta en 2006 fue el de Carlos Monsiváis. El escritor nació en Ciudad de México en 1938. Escritor, ensayista, “desde luego, nuestro máximo cronista”, dijo Cristina Pacheco cuando lo presentó en su programa de televisión, antes de proceder a entrevistarlo. Cuatro años después de que fuera votado a la presidencia por el actual Ejecutivo, falleció el 19 de junio por problemas respiratorios que lo tuvieron hospitalizado dos meses. Monsiváis es considerado uno de los más grandes intelectuales mexicanos.
El escritor y López Obrador sostuvieron una relación cercana durante años. En 2023, en el marco del 85 aniversario de su nacimiento, el jefe del Ejecutivo contó que en la marcha del Éxodo por la Democracia de 1991, en la que denunció fraude electoral en su natal Estado de Tabasco y emprendió una caminata hasta Ciudad de México, en la que tardó 50 días en llegar a la capital, se acercó a Monsiváis un día antes de llegar a la plancha de Zócalo y le pidió que redactara el discurso del otro día. “Estábamos platicando y él estaba escribiendo. A los cinco o diez minutos dice: ‘Ahí está. Ahí está el manuscrito’”, contó el presidente.
José María Pérez Gay
Para las elecciones de 2012, López Obrador se decantó por otro intelectual y escritor, también nacido en Ciudad de México, para la presidencia. José María Pérez Gay estudió Filosofía en la Universidad Libre de Berlín, dominó el idioma alemán pese a que de niño tartamudeaba, fundó el Canal 22 y en su última etapa de vida se dedicó a la política.
Pérez Gay también fue un gran allegado al presidente. Perteneció al gabinete de López Obrador cuando fue Jefe de Gobierno y fungió como asesor en materia internacional. En palabras de tabasqueño, fue precisamente Monsiváis quien le recomendó a Obrador invitar a Pérez Gay a su gabinete. “En las relaciones más íntimas, fue una persona entrañable y su muerte dejó un gran vacío”, dijo el jefe del Ejecutivo cuando el escritor y activista falleció en 2013.
Rosario Ibarra de Piedra
En la última boleta que Obrador llenó antes de convertirse en Presidente de la República postuló a la activista y política izquierdista Rosario Ibarra de Piedra, nacida en Saltillo, Coahuila, en 1927. Ibarra de Piedra fue la primera mujer en la historia de México en postularse para presidenta y lo hizo en dos ocasiones, en 1982 y 1988. También fue senadora y diputada.
Inició en la política cuando su hijo Jesús Piedra Ibarra es acusado de pertenecer a un grupo comunista, arrestado y desaparecido por las autoridades. Rosario Ibarra de Piedra dedicó su vida a buscarlo, demandando información y acciones de las instituciones gubernamentales para esclarecer la desaparición. Murió el 16 de abril de 2022 sin conocer el paradero de su hijo. “Nunca olvidaré que mi madre votó por ella para presidenta de la República”, publicó López Obrador el día que falleció la activista. “Fue una mujer extraordinaria”, agregó.
“Misterio, el voto es secreto”
Para estas elecciones de 2024, el actual presidente no comentó a quién votó a la presidencia de México. Ante las preguntas de los reporteros que lo esperaron afuera del Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, López Obrador se limitó a decir con fuerza “ánimo”, mientras caminaba de la mano junto a su esposa, Beatriz Gutiérrez.
Este domingo 2 de junio, la tradición que comenzó el líder izquierdista “quizás por una cuestión de vanidad. Le da pena votar por él”, como mencionó Gutiérrez en contiendas pasadas, la continuó la candidata electa del oficialismo, Claudia Sheinbaum, que arrasó logrando un 59,23% de los votos, con más del 90% escrutado y se convirtió en la primera mujer a cargo del Ejecutivo en 200 años. Votó por Ifigenia Martínez, líder histórica de la izquierda y fundadora del PRD.
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