Dos detenidos por la masacre de Salvatierra

A casi dos meses de una de las peores masacres en México de los últimos años, la Fiscalía de Guanajuato anunció este sábado la detención de dos hombres como presuntos autores materiales. La madrugada del pasado 17 de diciembre un comando armado acribilló a un grupo de amigos y a la banda de música durante una posada en una hacienda privada en Salvatierra, un municipio al sur del Estado del bajío. El suceso dejó 11 muertos y 14 heridos. La Fiscalía subraya en un comunicado que “los detenidos han participado en múltiples eventos delictivos registrados en la zona”.

El operativo que ha desembocado en la captura ha estado compuesto por miembros de la policía estatal y la militar. “El avance tecnológico en la ciencia forense actual ha permitido a la Fiscalía de Guanajuato el acopio de datos de prueba e información sobre la masacre, que será puesta en conocimiento de un juez para demostrar su contenido probatorio”, añade el comunicado.

Un comando del crimen organizado llegó a una posada que había organizado un grupo de amigos para celebrar la Navidad y mató a 11 jóvenes. Hirió a otros 14. En el lugar del crimen quedaron desperdigados 195 casquillos. “Solo llegaron, entraron y dispararon sin parar”, contaba en los días siguientes un familiar de dos de las víctimas, “el único objetivo era matar”.

El suceso retrató de nuevo la violencia descontrolada de México. Y en particular, en el Estado de Guanajuato, un zona económicamente próspera, sede de importantes empresas del sector automotriz o textil. En Salvatierra en particular, limítrofe con Michoacán, lidian desde hace años con el dolor de la desaparición, de la violencia descontrolada, del poder que asaltan los que llevan cuernos de chivo

Salvatierra es un municipio controlado por el Cartel Santa Rosa de Lima. Casi todo Guanajuato está en una disputa de territorio con el Cartel Jalisco Nueva Generación. La Fiscalía estatal señaló en su momento que los sicarios llegaron a la puerta de la Hacienda y los jóvenes no los quisieron dejar entrar, aludieron que era una fiesta privada. Su respuesta fue irrumpir a la fuerza y cometer la masacre.

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