El escritor José Agustín se despide de sus lectores: “Mi trabajo aquí se va terminando”
El autor mexicano, de 79 años, ha recibido la extremaunción por parte de un sacerdote amigo y su hijo ha agradecido los apoyos en Facebook
Las horas del escritor mexicano José Agustín, de 79 años, parecen marchitarse, así lo ha publicado en su cuenta de Facebook uno de sus hijos, José Agustín Ramírez, al informar la tarde de este martes que su padre ha recibido la extremaunción por parte de un sacerdote, en su casa, donde se encuentra desde hace varios días. “La visita del padre José Luis, sacerdote católico, zapatista, viejo amigo de mi padre y fiel a la Teología de la Liberación, tras cuya unción de los enfermos, mi padre ha dicho: ‘Con esto ya mi trabajo aquí se va terminando”, ha escrito.
Su hijo ha agradecido las muestras de cariño que su familia ha recibido en estos últimos meses y días, y asegura que, aunque su padre está tranquilo, “la emergencia no ha terminado”. “Y sin duda José Agustín está un escalón más cerca del cielo, abrazos a todos y todas, feliz 2024″, escribió este martes. Hace un par de días, en la víspera de año nuevo pedía, también a traves de sus redes, “oraciones y buenas vibras” para la salud de su padre: “Porque el jefe está bastante delicado, debido a problemas de salud que hace años lo arrancaron del mundo literario, si creen en dioses o tienen alguna buena voluntad que puedan compartirle, se les agradecerá infinitamente...”.
José Agustín, un autor emblemático, creador de obras que por primera vez se escribían con desenfado y lenguaje coloquial, en cuyas páginas los jóvenes mexicanos de la época de los sesenta y setenta se sentían representados, ha estado alejado del ojo público y desde hace unos 40 años se trasladó a la casa familiar en Cuautla, en el Estado de Morelos. El pasado mes de abril reapareció, después de varios años de silencio, en una presentación de la reedición de su obra. Estaba en una silla de ruedas, pero aun con fulgor y vivacidad. Su estado de salud ha sido delicado desde 2009, cuando sufrió una caída mientras firmaba algunos de sus libros en Puebla. Entonces, el accidente, desde unos dos metros de altura, le causó severas fracturas en cráneo y costillas y lo mantuvo más de 20 días terapia intensiva.
Agustín es representante de lo que la escritora y crítica literaria Mago Glantz calificó como la Literatura de la Onda —un nombre con el que él nunca se sintió, identificado—. Es el autor de novelas tan emblemáticas como La tumba (1964), que terminó de escribir cuando tenía 16 años —y se publicó un par de años más tarde— que marcó el inicio de una vasta lista con otros títulos como Inventando que sueño, (1968), Se está haciendo tarde (1973), El rey se acerca a su templo (1977), Ciudades desiertas (1982), Cerca del fuego (1987), Dos horas de sol (1994), Vida con mi viuda (2004), entre muchas otras. También escribió obras de teatro, ensayos, cuentos, guiones para cine, trabajos periodísticos y es autor de su autobiografía titulada El rock de la cárcel.
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