Condenado a 20 años de prisión uno de los policías que participó en el asesinato del actor Octavio Ocaña
La familia celebra la condena de uno de los dos agentes, mientras espera que sea capturado el otro, que se encuentra prófugo de la justicia
Un tribunal del Estado de México ha condenado a 20 años y nueve meses de prisión Leopoldo Azuara, uno de los policías que participó en el asesinato del actor mexicano Octavio Ocaña. Así lo dio a conocer este martes su hermana en redes sociales, que ha explicado que los delitos por los que le sentenciaron fueron homicidio doloso y abuso de autoridad. “Acabo de recibir de los abogados una muy buena noticia”, ha señalado Bertha Ocaña en su cuenta de Instagram, “no hay más que decir, se logró y me siento muy feliz por ello”. La lucha de la familia del actor por conseguir justicia ha sido ardua. A partir el homicidio, que sucedió el 29 de octubre de 2021, la Fiscalía estatal intentó instalar la versión de que el actor se había disparado accidentalmente a sí mismo tras chocar en su coche. Pero sus familiares descartaron esa teoría y más de dos años después han podido comprobar que no era cierto.
El peritaje pedido por la familia fue difundido en marzo de este año. En él, se dejaba claro que el actor había muerto de un tiro en la sien ejecutado por uno de los dos agentes municipales que lo detuvieron ese día. Los acusados eran Azuara, y Gerardo ‘N’, el policía que permanece prófugo y sobre quién recae una recompensa de 300.000 pesos. Las conclusiones del estudio sostenían que el lugar de los hechos había sido manipulado por los agentes y que Ocaña no había accionado ningún arma esa noche, en contra de la tesis defendida por la Fiscalía estatal. El tiro había sido realizado a más de un metro de distancia, mientras Ocaña se encontraba tirado boca abajo sobre el asfalto del municipio de Atizapán de Zaragoza.
El informe echó por tierra la hipótesis de las autoridades estatales, que intentaron proteger a los agentes. El Ministerio Público sostuvo que Ocaña se había suicidado con una pistola Walther del calibre .380, pese a que las pruebas sugerían lo contrario. La bala que mató a Ocaña nunca apareció y en su cuerpo no encontraron rastros de la pólvora que deja un arma al ser disparada. Mientras que esas huellas sí aparecieron en uno de los agentes que detuvieron al intérprete.
Ocaña viajaba con dos amigos aquella tarde por la carretera Lechería-Chamapa cuando los dos policías comenzaron a perseguirles, supuestamente por exceso de velocidad. El vehículo conducido por los agentes de seguridad chocó con la parte de atrás del automóvil de Ocaña, provocando que el actor perdiera el control y chocara contra un montículo de tierra en la carretera Lechería-Chamapa. El primer relato de la Fiscalía defendió que Ocaña, que llevaba una pistola en su coche, la traía en su mano derecha, “y a consecuencia de la dinámica del evento [el accidente de tráfico] acciona el disparador del arma” y termina dándose en la cabeza.
El nuevo informe, sin embargo, estableció entonces una sucesión de los hechos distinta a la que había sostenido la policía. Tras el accidente, Ocaña y sus dos acompañantes fueron “sometidos y obligados a descender” por los dos agentes policiales. El actor se tumbó boca abajo, con la cabeza ladeada hacia la derecha sobre el asfalto. Entonces, “una persona que se encontraba bipedestada a su izquierda a una distancia mayor a un metro realiza un disparo hacia la región craneal” del intérprete. Posteriormente los policías volvieron a colocar el cuerpo “aún con vida” de Ocaña en el asiento del conductor.
Los que sí sabe con certeza México, porque pudo verlo gracias a varios videos grabados en ese momento, incluso por los propios agentes, es que el actor seguía con vida y agonizaba en el coche mientras se desangraba y los agentes no le asistieron. En una de las grabaciones se observa a Ocaña moviendo su mano hacia la oreja derecha, cerca del lugar donde había entrado la bala. La agonía del intérprete de Vecinos, una popular serie de Televisa, se difundió rápidamente y generó desconfianza desde el inicio hacia la versión oficial. Los padres de Ocaña han asegurado en varias ocasiones que irán por todos los culpables. De momento, el primer gran pendiente de la justicia es la detención del agente Gerardo.
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