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Fuego cruzado entre Santiago Nieto y el panismo: el extitular de la UIF es acusado de blanqueo y fraude fiscal

El exsenador Roberto Gil denuncia ante la Fiscalía al primer zar antilavado de López Obrador. Nieto, aspirante a senador por Morena, esgrime “fines políticos” en el último episodio de una enrevesada serie de choques entre ambos

Santiago Nieto
Santiago Nieto en agosto de 2022.Mónica González Islas
Zedryk Raziel

Un nuevo escándalo ha alcanzado a Santiago Nieto, exdirector de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), el brazo contra el blanqueo de capitales del Gobierno mexicano. Nieto, que fue un funcionario de toda la confianza de Andrés Manuel López Obrador en la primera mitad de su sexenio, ha sido denunciado ante la Fiscalía General de la República (FGR) por presunto blanqueo de dinero, el delito que la unidad a su cargo debía vigilar y perseguir. El autor de la denuncia es el abogado Roberto Gil Zuarth, exsenador del PAN y colaborador cercano del expresidente Felipe Calderón. La denuncia sostiene que Nieto y su cuñado Sergio Eduardo Humphrey Jordan crearon una red de empresas fachada para blanquear recursos, evadir impuestos y hacer transferencias al extranjero en el periodo en que Nieto fue titular de la UIF, entre 2018 y 2021. El extitular antilavado, que ahora ejerce como fiscal de Hidalgo y ha anunciado sus intenciones de convertirse en senador por Morena, ha respondido que la denuncia de Gil se basa en información falsa y tiene “fines políticos”. “Yo no tengo participación en ninguna de las empresas que se mencionan”, ha dicho a través de X.

La denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, sostiene que Nieto está relacionado con la compañía estadounidense Entra Consulting LLC. De esta firma, cuya finalidad es “estructurar empresas y transacciones en el sector energético”, derivó una filial mexicana, Entra Consulting México S. de R.L. de C.V., constituida en 2014 y que en julio de 2019 designó a Humphrey como representante legal. Gil, que sostiene que recibió toda la documentación de la denuncia de forma anónima, afirma que la filial mexicana no reporta ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) activos fijos, maquinaria o equipo, y tampoco ingresos o deducciones, una característica de las empresas fantasma. La denuncia da cuenta de operaciones financieras entre unas 17 firmas relacionadas con Entra Consulting México y de las que Humphrey también es representante legal. Las empresas, de nombres semejantes, fueron constituidas casi en las mimas fechas de julio de 2019, periodo en que Nieto aún era titular de la UIF, precisa el documento.

Mauricio Tabe Echartea
Roberto Gil Zuarth en 2016.Isaac Esquivel Monroy (Cuartoscuro)

“De lo anterior se advierte que en un período muy limitado de tiempo pudo haberse implementado una estrategia de creación sistemática, sucesiva y coordinada de empresas encaminada a perseguir fines distintos a un patrón ordinario de negocio”, dice el escrito. La denuncia precisa que las firmas comparten el mismo domicilio fiscal; registraron el mismo correo ante el SAT; se asociaron entre sí para crear otras empresas; se han traspasado recursos entre ellas; “tienen un comportamiento fiscal atípico, pues algunas registran altos volúmenes de operaciones fiscales, mientras otras no realizan movimientos relevantes”; “todas las empresas deducen prácticamente la totalidad de sus ingresos, es decir, operan fundamentalmente con pérdidas fiscales”, y, finalmente, que “varias de estas empresas registran compra de divisas, lo que hace suponer que realizan transferencias al extranjero”.

El cuñado y supuesto socio de Nieto es hermano de Carla Humphrey, consejera del Instituto Nacional Electoral (INE). Antes de contraer matrimonio con Nieto, en 2021, la funcionaria electoral estuvo casada con Gil cinco años. La denuncia afirma que Eduardo Humphrey —excuñado de Gil— no tuvo operaciones económicas con ninguna de las empresas de las que era supuestamente representante legal. Sostiene que el operador se benefició de las atribuciones y la influencia de Nieto como titular de la UIF, “valiéndose de la información que poseían o compartían en razón de su cargo y de la relación personal y/o profesional que mantienen, con el propósito de obtener para sí o para terceros un beneficio económico o de otra naturaleza”. El escrito presenta una transcripción de una charla en la que, supuestamente, Humphrey afirma que Nieto es un “nuevo socio” que “arregla en México” lo relacionado al blanqueo de recursos.

“Este tipo de estrategias corporativas y fiscales puede ser muy eficaz, sobre todo si las personas que las diseñan, constituyen y operan tienen vínculos estrechos, profesionales y familiares con el más alto cargo de la autoridad que se encarga de recibir, recopilar, detectar y analizar las pruebas, constancias, reportes, documentación e informes sobre la comisión de las conductas que pudieran favorecer, prestar ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, así como los delitos de naturaleza fiscal en general”, lee la denuncia. Gil sostiene que Nieto y Humphrey podrían ser responsables de los delitos de tráfico de influencias, operaciones con recursos de procedencia ilícita (blanqueo), defraudación fiscal y asociación delictuosa.

Viejo encono

Gil ha contratado como su defensa al despacho de Javier Coello Trejo, una influyente firma de abogados que también ha defendido al exgobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, acusado por el Gobierno de López Obrador de fraude fiscal, blanqueo de capitales y delincuencia organizada. La UIF de Nieto participó activamente en la elaboración de denuncias contra el exmandatario. En su respuesta a la nueva denuncia de Gil, Nieto tachó a los abogados y al propio exsenador de “secuaces” de Cabeza de Vaca. El extitular de la UIF asegura que la denuncia ante la FGR no tiene sustento, “como las anteriores”.

El abogado Javier Coello (centro) y Roberto Gil (derecha), en una conferencia de prensa en septiembre de este año.
El abogado Javier Coello (centro) y Roberto Gil (derecha), en una conferencia de prensa en septiembre de este año.Moisés Pablo Nava (Cuartoscuro)

En efecto, ya en 2022, el exsenador calderonista había acusado a Nieto de participar en un esquema de blanqueo de dinero con empresas constituidas en Oaxaca. Según esa denuncia, Nieto, siendo titular de la UIF, recibió pagos millonarios por concepto de asesorías y rentas de parte de una red de lavado de recursos. En el centro de la acusación estaba la firma CAES Soluciones y Capacitaciones Empresariales, que hizo depósitos directos a las cuentas de Nieto; la empresa también hizo pagos a otra firma, Álvarez & Barrios Inmobiliaria, que a su vez “rentaba” una propiedad de Nieto y le pagaba por ese concepto. CAES tenía pocos empleados registrados ante las autoridades, pero recibió depósitos por 150 millones de pesos de tres firmas diferentes. Nieto respondió en aquel momento que la información era mentira y advirtió de que presentaría una demanda contra Gil por daños morales. “Ni empresas fachada ni simulaciones. Quiere esconder la corrupción que lo acompaña desde Calderón”, escribió el exfuncionario federal en X.

La rivalidad entre Nieto y Gil ha sido pertinaz. Nieto fue el primero en abrir fuego cuando, en 2021, denunció a al exsenador ante la Fiscalía por presuntos actos de corrupción, como parte de la indagatoria de los sobornos pagados por Odebrecht a diversos políticos del PAN. Para entonces ya habían caído Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, y Jorge Lavalle, exsenador que compartió bancada con Gil. La UIF quería establecer un nexo entre la corrupta constructora brasileña y quien había sido secretario particular del presidente Calderón y cabeza del Senado. La denuncia documentaba que Gil había recibido en sus cuentas bancarias sospechosos pagos millonarios en efectivo y en cheques entre 2015 y 2020. También sostenía que los gastos de las tarjetas del exsenador no se correspondían con lo que había declarado como ingresos. Gil ganó un amparo para que la unidad hacendaria no hiciera pública la información de sus cuentas. “Mi patrimonio y mis ingresos están perfectamente declarados”, declaró el panista a Milenio en esa coyuntura.

Nieto fue un hombre muy poderoso durante la primera mitad del Gobierno de López Obrador. Sin embargo, su boda ostentosa con Humphrey en Guatemala, sumada a una serie de escándalos sobre las propiedades inmobiliarias del zar antilavado, provocó el desencanto del presidente, que pidió la renuncia a Nieto y en su lugar nombró a Pablo Gómez, un economista sobrio, de la vieja guardia y que ha colaborado con el obradorismo desde hace 25 años. Nieto fue cobijado por el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca, que lo nombró encargado de despacho de la Fiscalía estatal, desde donde Nieto ha indagado desvíos en la universidad hidalguense. Nieto declaró su apoyo al proyecto del excanciller Marcelo Ebrard cuando este quiso hacerse con la candidatura presidencial de Morena. Ahora, el extitular de la UIF se ha acercado a la vencedora de interna morenista, Claudia Sheinbaum, y ha dicho que buscará ser candidato al Senado por Querétaro, su Estado natal.

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Sobre la firma

Zedryk Raziel
Reportero de EL PAÍS México, especialista en la cobertura de asuntos políticos y de corrupción. Licenciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha sido colaborador en el diario Reforma y el portal Animal Político. Es coautor de ‘El caso Viuda Negra’ (Grijalbo, 2022).
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