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El retiro de Arturo Zaldívar: la Corte le da pensión vitalicia, pero le niega camioneta y computadoras

El ministro retirado recibirá un pago proporcional por sus 14 años de servicio, y tendrá el apoyo de tres empleados, cuyos sueldos pagará el Supremo

Arturo Zaldívar
Arturo Zaldívar en la sede de la Suprema Corte, en julio de 2021.Gladys Serrano
Zedryk Raziel

El ministro Arturo Zaldívar ha acordado con sus excolegas de la Suprema Corte de Justicia los términos materiales de su renuncia anticipada. Zaldívar se separó del Alto Tribunal en noviembre, un año antes de concluir el periodo de 15 años para el que fue electo. Las leyes establecen que le corresponde un “haber por retiro” proporcional al tiempo que estuvo en el cargo, tomando como referencia el ingreso mensual pagado a los ministros por su trabajo. Se trata de una pensión de por vida. Los primeros dos años obtendrá un pago al mes de 192.000 pesos netos; pasado ese tiempo, el monto será de 154.000 pesos. El juez tiene la posibilidad de que se le asignen tres asistentes, cuyos sueldos serán pagados por el Supremo. La Corte no aceptó, sin embargo, la solicitud de Zaldívar de comprar a la institución la camioneta blindada que utilizaba siendo ministro, así como tampoco un conjunto de computadoras, tabletas y un sillón que estaba en su despacho, según han confirmado a EL PAÍS fuentes del Supremo y del equipo del propio juez.

La pensión asignada a un ministro en retiro es un derecho y está claramente establecido en la legislación. Las demás peticiones materiales suelen ser objeto de una negociación entre los jueces. La Constitución y la Ley Orgánica del Poder Judicial señalan que los ministros retirados tienen derecho a un pago vitalicio del 100% de sus sueldos y salarios mensuales durante los primeros dos años, y del 80% a partir de entonces. El pago debe ser proporcional al tiempo de su desempeño en el cargo. Los ministros cobran por su trabajo 207.000 pesos al mes, de acuerdo con el Manual de Remuneraciones publicado en el Diario Oficial de la Federación este año. Como Zaldívar estuvo 14 de 15 años en la Corte, su haber por retiro debe ser del 93% de sus ingresos mensuales. El mismo criterio establecido en la normatividad fue aplicado para determinar el ingreso por retiro del ministro Eduardo Medina Mora, que renunció en 2019, tras cuatro años en el cargo, en medio de señalamientos de corrupción, y que recibió una pensión del 27% de su sueldo mensual.

Al pago que se otorgará a Zaldívar mensualmente se deben sumar otros ingresos, establecidos en un acuerdo del pleno de la Corte aprobado en septiembre de 2013 y que define qué otros preceptos integran el haber por retiro. El acuerdo señala que cualquier ministro retirado también recibirá el pago del aguinaldo anualmente, seguro de vida y seguro de gastos médicos mayores para él y su cónyuge, y a ambos se les podrán reembolsar los gastos que realicen por la compra de medicamentos. También, únicamente durante los dos primeros años tras su retiro, el ministro recibirá prima vacacional y pago por riesgo. Ese mismo acuerdo establece la posibilidad de que se le asignen tres asistentes: dos con rango de mando superior y uno de profesional operativo, que suele ser un chofer. También establece la posibilidad de que compre los vehículos que haya tenido asignados para el desarrollo de sus actividades. Dicho acuerdo, que aumenta sustancialmente los recursos pagados a un juez retirado, fue aprobado en 2013 por varios de los ministros que actualmente despachan en el Supremo.

Arturo Zaldívar
Arturo Zaldívar con Claudia Sheinbaum, en una fotografía con la que anunciaron que el ministro se integraría al equipo de la candidata, el 7 de noviembre.Prensa Claudia (EFE)

Revancha en la Corte

Zaldívar quiso adquirir la camioneta blindada que le había prestado el Alto Tribunal, pero sus colegas le denegaron la petición, con el argumento de que el vehículo no estaba asignado a su ponencia, por lo que no podía ser objeto de compra, según fuentes del entorno del ministro. El juez decidió no optar por alguno de los otros autos que sí fueron puestos a su disposición. Zaldívar también pidió por escrito que se desincorporasen del patrimonio del Supremo diversos objetos de oficina para comprarlos y llevárselos consigo, pero sus excolegas también rechazaron esa solicitud. El juez pidió un sillón, una placa con su nombre y una bandera. También cuatro laptops, siete tabletas, tres computadoras de escritorio, una impresora y una bocina. Todos esos bienes fueron asignados a su ponencia a lo largo de los 14 años que estuvo en el pleno, desde 2009, y tienen un valor monetario conjunto de 522.000 pesos, de acuerdo con un anexo al que tuvo acceso este periódico.

El entorno de Zaldívar sostiene que, salvo algunos objetos con valor sentimental para el juez, como la bandera, la placa y el sillón, la intención de llevarse los aparatos informáticos era más una cuestión de seguridad. Las fuentes afirman que las computadoras guardan información delicada, dado que Zaldívar fue presidente del Poder Judicial durante cuatro años (2018-2022) y tuvo acceso a asuntos de seguridad nacional. Refieren que, aunque se haga un borrado de memoria a los equipos, existe el riesgo de que la información sea recuperable y extraíble. Estas consideraciones revelan la desconfianza del ministro hacia sus excolegas. Y, en general, las negativas de estos a sus peticiones también demuestran el encono que guardan hacia quien fue su presidente.

El círculo de Zaldívar afirma que, de manera consuetudinaria, los ministros se llevan objetos de sus oficinas, como la bandera, sin dar cuenta de ello a sus compañeros. Además, señalan que, durante la gestión de Juan Silva Meza como presidente del Supremo (2011-2014), el Comité de Gobierno de la Corte, al que perteneció Zaldívar, aprobó un acuerdo para que no sea obligatorio que los jueces del Poder Judicial devuelvan los equipos telefónicos y de cómputo, a fin de que mantengan a salvo su información confidencial. Si el ministro pidió por escrito autorización para comprar los bienes que tenía asignados, fue por solicitud de la presidenta de la Corte, Norma Piña, aseguran las fuentes. El entorno del juez cree que el trasfondo fue siempre dejar constancia de sus peticiones —que serían negadas— y exhibirlo ante la opinión pública. “Ni a Medina Mora lo trataron tan mal”, han afirmado.

La mala relación entre la presidenta Piña y Zaldívar es ostensible. La ministra rindió este jueves su primer informe de labores como cabeza del Poder Judicial e invitó a la ceremonia a varios ministros en retiro. La acompañaron Guillermo Ortiz, Mariano Azuela, Juan Silva Meza, Margarita Luna Ramos, e incluso Eduardo Medina Mora. Zaldívar no recibió la invitación. La decisión del ministro de renunciar anticipadamente para sumarse al equipo de campaña de Claudia Sheinbaum, abanderada presidencial del oficialismo, no fue bien recibida por la mayoría de los integrantes de la Suprema Corte, que cuestionaron la independencia de Zaldívar. El juez ya había dado muestras de sus coincidencias con el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador, que a su vez veía en él a un aliado para llevar a cabo una reforma profunda del Poder Judicial. Ahora, desde el equipo de Sheinbaum, Zaldívar retomará el proyecto de reformar la judicatura según los principios de la así llamada Cuarta Transformación. Es seguro que tendrá un nuevo encuentro con sus excompañeros.

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Zedryk Raziel
Reportero de EL PAÍS México, especialista en la cobertura de asuntos políticos y de corrupción. Licenciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha sido colaborador en el diario Reforma y el portal Animal Político. Es coautor de ‘El caso Viuda Negra’ (Grijalbo, 2022).
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