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Asesinado el jefe de la Fiscalía federal en Guerrero

Sicarios han acribillado al delegado de la dependencia en Chilpancingo esta mañana, cerca de su oficina, un par de días después del homicidio del fiscal regional de Tierra Caliente

Pablo Ferri
Fernando García, Chilpancingo, Guerrero
A la derecha, Fernando García, y a la izquierda, el vehículo en el que fue acribillado, en imágenes compartidas en redes sociales.

Hombres armados han asesinado este martes en Chilpancingo a Fernando García, jefe de la Fiscalía General de la República (FGR) en Guerrero. El ataque ha ocurrido pasadas las 8.30 de la mañana, según han informado medios locales, en la colonia Cipatli, en el sur de la capital. El asesinato de García se suma al del fiscal regional Víctor Salas, jefe de la fiscalía de Guerrero en la región de Tierra Caliente. Sicarios lo asesinaron en Coyuca el fin de semana.

No se sabe demasiado del ataque contra García. El subsecretario de operación policial del Estado, Irvng Jiménez, ha explicado en un mensaje divulgado en redes, que el funcionario manejaba su camioneta cuando sufrió un ataque a balazos. García habría perdido el control del vehículo, empotrándolo contra la puerta de un inmueble, según ha explicado el diario El Sur. Ahí, los sicarios lo habrían sacado de la camioneta y le habrían disparado. Los servicios de emergencias no tardaron en llegar, pero García habría muerto poco después. Una fuente cercana a la Fiscalía ha confirmado el deceso y la identidad de la víctima.

El asesinato del funcionario, en su cargo desde hacía cinco años, evidencia de nuevo el poder de las mafias en el Estado, concretamente en la zona centro. En julio, una disputa entre los dos grupos criminales más fuertes de la zona, Los Tlacos y Los Ardillos, puso en jaque a la capital. Criminales mezclados con líderes sociales organizaron bloqueos de carreteras y lanzaron a los suyos a un ataque sin piedad con piedras y machetes. Al menos seis transportistas murieron en la batalla.

El motivo de fondo de la pugna era precisamente el control de las rutas de transporte en la ciudad y las que la unen con los municipios de la Montaña Baja, región aledaña. Los manifestantes, mezclados con integrantes de Los Ardillos, según informó el Gobierno federal, exigían el fin de la violencia contra sus transportistas con más violencia. El Gobierno federal, que días antes había detenido a transportistas presuntamente vinculados con Los Ardillos, negó toda legitimidad de la protesta.

El exobispo de Chilpancingo, Salvador Rangel, que conoce a los grupos criminales de la zona centro y las áreas cercanas, sus dinámicas y movimientos, dijo entonces que las reivindicaciones de los manifestantes eran legítimas y que el problema era que Los Tlacos se habían hecho con el poder en la capital, gracias al apoyo del Gobierno de Héctor Astudillo, del PRI, predecesor de la actual gobernadora, Evelyn Salgado, de Morena. Sea así o no, el hecho es que Los Ardillos han tratado de acercarse al poder local de Morena.

Hace unas semanas, el líder del grupo criminal, Celso Ortega, se reunió con la alcaldesa de la capital, la también morenista Norma Otilia Hernández. La reunión, recogida en videos filtrados a la prensa, ocurría en este contexto de batalla entre Ardillos y Tlacos. Aunque se filtraron partes del audio de la reunión, nada de lo dicho revelaba el fondo de la charla. La alcaldesa reconoció el encuentro, pero no dio mayores detalles.

Todo lo anterior dibuja el contorno del ataque contra el delegado de la FGR. La batalla de Tlacos y Ardillos, los vínculos políticos de ambos grupos y el alcance de estos, sus intereses económicos, amparados o no por la legalidad, yacen detrás del atentado. Preguntado por la labor de García, fuentes cercanas a la FGR no han querido pronunciarse. La Fiscalía estatal ha informado de que ha abierto una investigación sobre los hechos, sin dar más detalles.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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