La autopsia de María Fernanda Sánchez en Berlín demorará ocho semanas
La Fiscalía alemana advierte a la familia de que el cuerpo de la estudiante mexicana, encontrada muerta el 22 de julio, no será entregado hasta la conclusión de los estudios forenses
El sábado pasado, un breve comunicado dado a conocer a las 20:15 horas por la policía de Berlín vía Twitter enterró para siempre las ilusiones de la comunidad latinoamericana en Berlín y de los padres de María Fernanda Sánchez Castañeda de encontrar a salvo a la joven mexicana, de 24 años, que desapareció misteriosamente de su vivienda el 22 de julio pasado. “La persona desaparecida fue encontrada sin vida por un transeúnte en el canal de Teltow en Adlershof esta tarde. De acuerdo con el conocimiento actual, no se puede asumir ninguna culpa de terceros. Nuestra Kripo [policía criminal] está investigando”, decía el comunicado de la Policía.
El descubrimiento del cadáver de la estudiante dio inicio a una nueva búsqueda, esta vez destinada a descubrir los motivos del deceso de la joven. La policía local señaló a este periódico que ya no daría más información sobre el caso y que la Fiscalía deberá ordenar la autopsia del cadáver para determinar las circunstancias de su muerte, un proceso formal previsto para culminar en el curso de la próxima semana.
Pero la Fiscalía de Berlín, agobiada por la falta de personal y, posiblemente, poco presionada para ofrecer resultados sobre la muerte de María Fernanda, señalo a este periódico que la institución había identificado el cuerpo de la joven y que se había ordenado la autopsia. “La implementación aún no ha tenido lugar. Debido a la carga de trabajo, actualmente se espera que pasen alrededor de ocho semanas antes de que el resultado esté disponible. Solo entonces, y posiblemente solo después de la conclusión de más investigaciones, se puede tomar una decisión sobre la liberación del cadáver”, admitió Karen Sommer, portavoz de la Fiscalía.
El hallazgo del cadáver de María Fernanda flotando en un canal en Teltow impactó a la comunidad mexicana de Berlín y también a la Embajada, que se formularon de inmediato una pregunta que aún no tiene una respuesta. ¿La joven se suicidó o fue asesinada?
La interrogante se originó a causa de un comunicado dado a conocer por la policía de Berlina tres días después de su desaparición y que sugería que la joven tenía un grave problema emocional. “Dejó su apartamento en Büchnerweg y nunca regresó. Hay indicios de que la joven se encuentra en una situación psicológica excepcional”, señalaba un comunicado de la policía, Otro elemento que sugería que la joven sufría un trastorno o que fue secuestrada, fue el hecho de que la policía encontró su teléfono celular sobre la cama.
La Policía no pudo dar informaciones sobre lo que sucedió con la joven desde el día en que desapareció. ¿Dónde estuvo, que hizo? Misterio
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