Un incendio intencionado ocasiona la muerte de 11 personas en un bar de San Luis Río Colorado
Un hombre expulsado del local por violentar a varias mujeres volvió y prendió fuego. Seis heridos están siendo atendidos en hospitales de la localidad
Un incendio intencional ha ocasionado la muerte de al menos 11 personas y dejado heridas a seis más en un bar de San Luis Río Colorado la madrugada de este sábado. Las primeras noticias de lo ocurrido, según la Fiscalía de Sonora, indican que un hombre fue expulsado del local porque estaba violentando a varias mujeres, para volver después con gasolina u otro combustible con el que roció la puerta del bar y prendió fuego originando un fenomenal incendio. Los videos que grabaron los testigos muestran la enorme llamarada fuera y dentro del establecimiento, acompañada de constantes estallidos como si se tratara de un espectáculo de pirotecnia entre el estruendo de cristales reventados. Las sirenas se acercaban rompiendo el silencio de otra noche violenta en el fin de semana mexicano.
Los heridos están siendo atendidos en hospitales de Sonora y algunos familiares han mostrado su voluntad de trasladarlos a Estados Unidos, con quien San Luis es fronterizo. La mayoría de los muertos y heridos, aunque hay algunas “quemaduras al menos de segundo grado”, han sufrido lesiones por intoxicación de humo y gases, así como por las temperaturas que soportaron, según la Fiscalía estatal. Las cámaras de los locales quedaron calcinadas, pero la policía ha estado revisando otras grabaciones y tiene imágenes del agresor, según ha detallado el fiscal Gustavo Rómulos Salas Chávez en rueda de prensa. El alcalde de la localidad, Santos González Yescas ha informado de que se ha logrado detener al agresor.
El hombre había estado bebiendo en varios antros de la ciudad antes de llegar al Beer House alrededor de las 12.20 de la madrugada del sábado, donde siguió tomando y una hora después inició un altercado al violentar a algunas clientas, por lo que fue expulsado de lugar, como antes había ocurrido también en otros bares, según el fiscal. Bastante alterado, el borracho salió hacia su camioneta de trabajo, de color rojo, según las grabaciones revisadas. Dio reversa y logró situar el vehículo frente al establecimiento, ubicado en la colonia Comercial. Bajó, rodeó la furgoneta por la parte delantera y sacó el combustible con el que roció la puerta del bar. “Presumimos que usó un soplete para iniciar el fuego”, ha dicho el fiscal. No hubo ninguna bomba, como trascendió en informaciones anteriores. El hombre huyó en su vehículo y todas las policías, tantos las locales como las del Estado de Baja California y las fronterizas con Estados Unidos recibieron el aviso para poderle dar el alto.
El fuego, el humo y el caos pronto se propagaron en el interior del Beer House y los bomberos tuvieron que sacar 10 cadáveres, entre ellos algunos músicos que tocaban en la sala; otro más murió de inmediato en el hospital. En total siete hombres y cuatro mujeres. Los bomberos sacaron al resto de los jóvenes, todos mayores de edad, dice la Fiscalía, por las tres salidas que tiene el establecimiento. Todavía no se ha comprobado si las condiciones de seguridad del local estaban en regla, ha dicho el fiscal. Salas Chávez ha descartado categóricamente que lo ocurrido tenga que ver “con el cobro del piso” a los dueños del bar. “Es un agresor aislado, los testigos han declarado que estaba ofendiendo a unas damas”.
Pero no es un incidente aislado. Sonora, como buena parte del país, registra muertes violentas esporádicas. No hay fin de semana en México donde las víctimas no se cuenten por puñados. A veces son imputables al crimen organizado y otras veces, sencillamente a la violencia que atraviesa el país, donde cualquier altercado se dirime a golpes, ya sea en bares, estadios de fútbol, citas académicas, bautizos o peleas domésticas. El número de armas que maneja la población es causa de preocupación entre los gobernantes y la porosa frontera con Estados Unidos es el campo más abonado para ello.
San Luis Río Colorado es una localidad fronteriza con Estados Unidos y con la Baja California, ubicada en el desierto, donde el infierno normalmente se mide por las altas temperaturas, que estos días alcanzan entre 44 y 46 grados. A esa caldera algunos ciudadanos le ponen alcohol y violencia y hacen crecer las llamas. “¡Quemó el antro, quemó el antro!”, decían espantadas algunas mujeres ante el incendio.
Este año, como cualquiera de los anteriores, las cifras de muertes violentas en México arrojan un promedio diario de cerca de 100 personas, lo que sitúa al país en un contexto de guerra, como vienen señalando los reportes internacionales que miden estos parámetros. Hasta mayo se contaban 13.000 homicidios, según reconocieron las autoridades de Seguridad federales. Y ese mes, mayo, fue el más violento del periodo, con 2.660 homicidios dolosos y 63 feminicidios.
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