Luis Cresencio Sandoval admite que compró un departamento de lujo, pero niega que valga 30 millones de pesos

Luis Cresencio Sandoval sí compró un departamento de lujo en el exclusivo fraccionamiento de Bosque Real de Huixquilucan, Estado de México. Así lo reconoció el propio titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en la conferencia mañanera de este jueves. Sandoval, sin embargo, negó que el valor de la propiedad sea de 30 millones de pesos (alrededor de 1,5 millones de dólares) y aseguró que el costo fue de 9,2 millones (poco más de medio millón de dólares, al momento de la compra). El general agregó que no estaba al tanto de un posible conflicto de interés y que no sabía que la construcción estaba a nombre de una contratista del Ejército. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, acusó una campaña de “ataques” contra las Fuerzas Armadas y su Gobierno, y refrendó su confianza en el secretario. “Es una gente honesta, incorruptible, pero eso no lo van a aceptar nuestros adversarios”, afirmó el mandatario.

El departamento está en la cuarta planta de un edificio, tiene más de 400 metros cuadrados, tres recámaras con baño, una amplia estancia, vista a un campo de golf, ascensor privado, su propio cuarto de juegos y se ubica en un desarrollo que tiene una alberca techada y gimnasio, según un reportaje de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, que destapó la compra. Huixquilucan es considerado uno de los municipios más ricos y con mayor plusvalía del país. La investigación cuestionó el valor reportado por Sandoval de la propiedad, debido a que portales de inmobiliarias promocionan construcciones de características similares con precios que rondan los 30 millones de pesos. Otras ofertas de venta oscilan entre los 15 y los 20 millones de pesos.

Sandoval lo compró en febrero de 2020, prácticamente un año después de ser nombrado titular de la Sedena. “Lo adquirí en el precio que dice la nota, pero lo que no menciona esa nota es que el departamento era obra gris”, reviró. El secretario dijo que tuvo “la oportunidad” de comprarlo a una fracción del precio de mercado porque “por alguna razón”, los dueños no habían concluido los acabados después de construirlo 11 años antes.

El general dijo que no estaba al tanto de la identidad de los propietarios. La dueña, Alejandra Aguilar Solórzano, es accionista de Protective Materials Technology SA de CV, una constructora familiar que se adjudicó en febrero del año pasado un contrato por más de 319 millones de pesos con la Sedena. El contrato dice que la compañía debía abastecer 48.000 juegos de placas balísticas a las Fuerzas Armadas. Sandoval respondió que la empresa ha participado en varias licitaciones pero ha ganado “solamente una, casi dos años después de que yo adquirí este departamento”.

Sandoval defendió que la adjudicación se dio en los parámetros que dicta la ley y la Secretaría de la Función Pública, una cartera del Gabinete que supervisa el funcionamiento del resto de las secretarías, pero que al final rinde cuentas al propio presidente. “Inclusive, la empresa fue penalizada porque no cumplió con lo que tenía que tenía que hacer en cuanto a la entrega de los bienes, se le multó por algo así como más 16 millones de pesos por no cumplir con lo que estaba contratado”, dijo el secretario de Defensa. “Esa fue la última vez que ha ganado, las demás ocasiones en que ha participado muchas de ellas no cumple [con los requisitos] porque, precisamente, lo que se busca es que se obtengan los bienes que dentro de la ley se pueden adquirir en menor precio, con la mejor calidad y evitamos que haya esa corrupción”, agregó.

“No tuve contacto con la persona dueña, sino con los agentes inmobiliarios hicimos la negociación y hasta el día de firmar las escrituras tuvimos contacto con la persona”, señaló Sandoval. El secretario dijo que la compra fue gracias a un crédito otorgado por el Banco Nacional del Ejército, una institución perteneciente a las Fuerzas Armadas y que se encarga de dar servicios de banca y financiación a militares. La investigación cuestionó, además, que el general no incluyó la propiedad en su declaración patrimonial del año pasado, al menos en la versión pública, pero que otras declaraciones sí la incluyen. El titular de la Sedena tampoco se pronunció sobre otra investigación periodística sobre viajes al extranjero de él y su familia con una amplia comitiva militar y bajo la sospecha de uso excesivo de recursos públicos.

“¿Me preguntas si le tengo confianza a las Fuerzas Armadas? Claro que sí. ¿Y le tengo confianza al general? Claro que sí”, dijo López Obrador. El presidente minimizó los hechos, aseguró que “en los últimos días ha habido más ataques” a su Gobierno y dijo que Sandoval “ha estado en la mira porque está actuando con rectitud y de manera honesta”. El mandatario acusó de los ataques al empresario Claudio X. González, fundador de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y adversario político de López Obrador, e insistió en que son parte de las organizaciones financiadas por el Gobierno de Estados Unidos para desestabilizar a su Administración.

Tras el mayor ataque cibernético en la historia de las Fuerzas Armadas, acusaciones de espionaje y sospechas de gastos onerosos en el Ejército, el presidente ha reiterado su confianza en la Sedena, a la que ha encomendado la construcción de proyectos insignia de su gobierno, tareas de seguridad pública y misiones clave como el reparto de medicinas y de vacunas contra la covid-19. “No hubiese llegado a la presidencia si hubiera sido deshonesto”, respondió López Obrador ante otras investigaciones sobre supuestos negocios y tráfico de influencias de su familia. La sombra de los escándalos ha vuelto a ponerse sobre las Fuerzas Armadas, uno de los principales compañeros de viaje del actual Gobierno.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país