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De mansiones a vecindades: el rostro de la vivienda en México se muestra en un nuevo museo

El Infonavit inaugura el primer espacio dedicado a la composición de los casi 35 millones de hogares en el país

Museo Nacional de la Vivienda
Un espacio interactivo para que los visitantes puedan diseñar el interior de las habitaciones de su hogar ideal, en el Museo Nacional de la Vivienda.AGGI GARDUÑO
Darinka Rodríguez

Lejos de lo que se podría pensar, más de la mitad de los mexicanos preferiría vivir en una casa pequeña, pero que esté cerca de su trabajo a vivir en una mansión alejada. O tener muchas avenidas conectadas que un espacio de estacionamiento. Pero algo que casi todos quieren y pocos pueden es poder ser propietarios de su vivienda, un deseo que los más jóvenes solo pueden acariciar con la mente. Lo cierto es que en México, la mayor parte son dueños. Según el Inegi, 84% de los hogares son viviendas propias y pagadas, 15,9% sigue pagando por su espacio y 16,4% vive rentando, es decir, 5,8 millones de viviendas en México.

Ya sea que se traten de vecindades, departamentos pequeños, casas con varios pisos o mansiones en barrios exclusivos, los 34,9 millones de viviendas son más que una casa para los mexicanos que las habitan, y constituyen un espacio esencial y un derecho. Ese es el tema central del Museo Nacional de la Vivienda, un espacio de 700 metros cuadrados al sur de Ciudad de México que este martes inaugura el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), como el primer espacio museístico de su tipo en el país.

Para construir la vivienda de las viviendas se invirtieron 48 millones de pesos y abre sus puertas a una exposición permanente sobre las viviendas en México, e inicia también con una exposición temporal, Objetos que hacen hogar, en la que han participado las 32 Delegaciones Territoriales en los Estados donde el Infonavit tiene presencia.

Dos maquetas interactivas de una ciudad para que los visitantes ubiquen el espacio ideal para colocar viviendas.
Dos maquetas interactivas de una ciudad para que los visitantes ubiquen el espacio ideal para colocar viviendas.AGGI GARDUÑO

“Hay algunas generaciones que piensan que necesitan ser propietario de su casa para entonces tener, como se dice, ‘en dónde caer muerto’”, dice en entrevista Athenea Papacostas, gerente del Museo Nacional de la Vivienda. “Otras generaciones han entendido que sea nuestro o sea prestado o sea rentado, si lo disfrutamos y lo habitamos, es nuestro espacio”, reflexiona en torno a la propiedad de la vivienda. Esta arquitecta se encarga de dirigir este nuevo museo que busca hablar de los hogares en México en función de las necesidades de los mexicanos.

El hilo conductor de este espacio son los siete elementos para una vivienda adecuada, reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas. Si bien, conceptos como la seguridad de la tenencia pueden resultar un poco ajenos para algunos. “Intentamos resumir y dejar los conceptos lo más claro posible para que cualquier persona reconozca cuáles son los derechos y necesidades, desde lo más básico como el acceso al agua potable”, dice Papacostas. “El derecho a la vivienda es un articulador de otros derechos y de bienestar social”, refiere.

El reto de encontrar un lugar para vivir

Tener un techo sobre la cabeza puede ser un privilegio. En el país, más de 14 millones de personas no tienen los medios o las condiciones adecuadas para comprar o construir una vivienda, en tanto que unas 7,5 millones de casas son irregulares. “Suena muy fuerte escuchar este concepto, pero la irregularidad, por ejemplo, es que haya problemas con las escrituras, aunque también puede hablar de que los materiales no son totalmente óptimos para brindar seguridad a los habitantes”, explica la directiva de este museo. Claro que la irregularidad de las viviendas también se revela por el acelerado crecimiento de las poblaciones, principalmente las urbanas. Entre 1980 y 2017, según datos del Infonavit, la superficie de las ciudades crecieron dos veces más rápido que décadas antes por el crecimiento poblacional, lo que llevó a construir, básicamente, donde hubiera oportunidad.

Una línea del tiempo interactiva que recorre la historia de la vivienda en México desde principios del siglo XX hasta hoy.
Una línea del tiempo interactiva que recorre la historia de la vivienda en México desde principios del siglo XX hasta hoy.AGGI GARDUÑO

En 1948, surgieron las primeras unidades habitacionales en Ciudad de México, espacios que a la postre, marcarían una de las tendencias de vivienda de los mexicanos que viven en las grandes ciudades. Poco después, en 1954 se fundó el Instituto Nacional de la Vivienda, el antecedente del Infonavit, para facilitar el acceso a la vivienda de los sectores con menores posibilidad de financiamiento. El año pasado, el Infonavit facilitó 295.206 créditos a los trabajadores para adquirir casa, algunos a pagarse en poco tiempo, algunos a pagarse en varias décadas.

Imaginar la casa ideal

Con ventanales, internet, con un refrigerador inteligente o simplemente con una cama y un comedor para acoger a una familia. Imaginar el hogar ideal no solo es para satisfacer las necesidades más básicas, sino para fomentar el desarrollo de sus habitantes. “Una persona que busca independizarse encontró aquí mucha información sobre cómo hacerlo, es uno de los propósitos de este museo, el que nos cuestionemos cuáles son las cosas que necesita una casa”.

Pero una casa no solo son las personas que la habitan o los muebles que la componen, sino los parques, las escuelas, oficinas, edificios y comercios que la rodean. Una maqueta con un videomapping proyectado de una gran ciudad plantea a los visitantes de este museo las necesidades que debe de tener una colonia o un barrio, la cercanía, la conexión que tienen con los centros de trabajo o lugares de esparcimiento.

Ya sea que una persona construya su propia casa, viva en una serie de edificios producidos en serie o habite espacios compartidos, la idea del espacio que se habita va más allá de cuatro paredes. “Todos tenemos necesidad de una vivienda, pero aquí podemos reimaginar, cuestionar y aprender qué es lo que necesitamos”, reflexiona Papacostas.

Athenea Papacostas, directora del nuevo Museo Nacional de la Vivienda.
Athenea Papacostas, directora del nuevo Museo Nacional de la Vivienda.AGGI GARDUÑO

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Sobre la firma

Darinka Rodríguez
Periodista nacida en Iztapalapa, en Ciudad de México. Es licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (2006-2010). Formó parte del equipo de Verne México desde julio de 2017 y en 2021 se sumó a la redacción de EL PAÍS México. Le apasiona andar en bicicleta.

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