La Profeco apunta a que Ticketmaster vendió por duplicado casi 2.000 entradas del concierto de Bad Bunny
El titular de la dependencia, Ricardo Sheffield, afirma que la distribuidora es la “única responsable” del caos ocurrido el pasado viernes en el Estadio Azteca. La empresa mantiene que el problema fueron los “boletos falsos”
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha señalado a la empresa Ticketmaster como la “única responsable” del caos ocurrido el pasado viernes en el concierto de Bad Bunny en el Estadio Azteca. Ricardo Sheffield, titular de la dependencia, ha revelado los primeros datos de qué falló en el primer show que el artista puertorriqueño dio en Ciudad de México. “Ticketmaster emitió por lo menos 1.600 boletos dobles, en otras palabras, sobrevendió el concierto”, ha afirmado tajante Sheffield, “tenemos 1.600 del viernes plenamente identificados, creemos que hay 200 más por identificar y 110 del sábado”. Todos ellos, ha insistido mucho el procurador, tienen derecho a recibir el 100% de reembolso del costo del concierto y un 20% de indemnización. Además, la Profeco está llevando a cabo una investigación contra la distribuidora, que durará un par de semanas y en la que se valorará la sanción le va a imponer a Ticketmaster. Por su parte, la compañía ha negado que hubiera sobrecupo sino que las complicaciones se debieron a la “cantidad sin precedentes de boletos falsos”.
El pasado viernes era una fecha marcada en el calendario para los casi 80.000 mexicanos que iban a ver a Bad Bunny en el primero de sus conciertos en la capital. El artista, el más escuchado del mundo, había hecho sold out en sus dos citas en el Azteca. El precio de las entradas, que salieron en febrero y se agotaron en horas, iban desde los 2.000 hasta los 90.000 pesos, en los últimos días. “La demanda por boletos de Bad Bunny en Ciudad de México fue la más alta de la historia del país, al registrar más de 4,5 millones de personas en búsqueda de una de las apenas 120.000 localidades disponibles en el Estadio Azteca sumadas ambas fechas”, ha alegado TicketMaster.
Desde 48 horas antes del inicio del show había gente acampada y haciendo fila en las inmediaciones del estadio para conseguir un buen lugar. El caos se desató pronto. Los controladores de acceso rechazaron a muchos jóvenes con boletos en la mano alegando que eran falsos, estaban clonados o habían entrado ya al recinto. A muchos los mandaron a las taquillas para tratar de solucionar el problema, y a otros, directamente les arrancaban las entradas. Estos conflictos retrasaron mucho el ingreso al Estadio y terminaron con la decisión del Azteca de cerrar las puertas de acceso, dejando a cientos personas fuera del recinto. Ante esta situación, la Profeco asegura que el estadio no tiene nada que ver con lo ocurrido y que todo fue responsabilidad de Ticketmaster.
En varios comunicados, Ticketmaster insiste en que el problema fueron los boletos falsos. “Esta situación, además de confusión en el personal de control de acceso, generó intermitencia temporal en el sistema de lectura de boletos lo cual lamentablemente impidió reconocer por algunos momentos la identificación de boletos legítimos”, ha dicho la compañía, “resulta importante subrayar que no existió sobrecupo alguno ni sobreventa de boletos”.
Sin embargo, Sheffield rechaza parte de esta versión. “La empresa emitió dobles los boletos, no había ninguno falso porque todos estaban emitidos por Ticketmaster. Es un problema interno de ellos: sobrevendieron el evento”, ha afirmado en una entrevista con el programa radiofónico de Ciro Gómez Leyva. El procurador ha ido más allá y ha asegurado que la compañía tiene “funcionarios corruptos y delincuentes”. “Me parece muy selectivo la manera en que corrigen de un día a otro, eso también levanta sospechas. Los errores son difíciles de solucionar, pero cuando hay dolo, retiras el dolo y lo arreglas rápido”, ha manifestado el funcionario en referencia a que estos problemas no se registraron el sábado, que era la segunda fecha del concierto.
Para el sábado, la Profeco montó un operativo especial en el que sus trabajadores vigilaron los accesos y atendieron a las personas afectadas. Ese día solo se registraron 110 boletos dobles. Una cifra similar a la que se registra en otros eventos, ha dicho Sheffield y que sí puede ser causada por revendedores, que los clonan: “Eso lo administramos y sabemos cómo proceder. Pero lo que sucedió el viernes con Bad Bunny es otra cosa. Es la primera vez que detectamos una cantidad tan grande”. El procurador ha hecho un llamamiento a los asistentes afectados que todavía no se han comunicado con Profeco: “Creemos que hay hasta 200 más que no se han percatado de que tienen ese derecho, de que el reembolso total debe llevar un 20% adicional”.
Sheffield ha sido muy duro contra Ticketmaster, a la que acusa de llevar años dando un mal servicio y subir las comisiones por la distribución de boletos: “Tenemos varios procesos en su contra, este no es el primero, esperemos que sí sea el último, porque es una empresa que está dando muy mal servicio, es un monopolio, es el único que emite boletos para eventos deportivos y artísticos, antes había más de una empresa y se cobraba el 7% de comisión, ahora anda en el 15%”. Así, el titular de la Profeco ha señalado que la investigación contra Ticketmaster, que está obligado a responder ante ellos, puede acabar con una sanción de hasta el 10% de las ventas anuales de la empresa y que dependerá de la colaboración de la distribuidora, además puede terminar incluso en un proceso judicial.
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