México, contra la lógica en Qatar: el Tri línea por línea
El equipo mexicano tiene como carta fuerte a sus laterales y extremos, pero carece de una defensa sólida y de un delantero que anote goles
México se juega los octavos de final en el partido contra Polonia. El resultado de este martes determina, en mayor parte, su desempeño en Qatar. La estadística, el último Mundial de Messi y el buen nivel de su selección hacen de Argentina la favorita del grupo. Mexicanos y polacos batallarán por el tentativo segundo lugar del grupo. Arabia Saudí es el rival con menor peligrosidad debido a que su mejor participación en un Mundial fue en 1994 cuando pasó a los octavos de final. Aunque, este martes a primera hora mexicana, la Albiceleste cayó con estrépito frente al conjunto asiático 1-2. El juego contra Polonia “es de vital importancia para lo que pueda suceder en el futuro del grupo”, admitió Tata Martino este lunes. México, con un 57% de probabilidades de quedar fuera en la primera ronda, quiere ir en contra de la lógica.
Ochoa, líder inamovible de la meta mexicana
La portería mexicana tiene a su guardián. Guillermo Ochoa ha viajado a cinco Mundiales y ha jugado en los últimos tres, donde ha dado las actuaciones de su vida. Con 37 años, juega su última Copa del Mundo con el rango de líder y con buen ritmo. En el último torneo corto en la Liga mexicana jugó 20 partidos con el América donde recibió 21 goles, casi un gol por encuentro, según el promedio. En las eliminatorias jugó 14 partidos en los que encajó ocho goles. En los últimos encuentros amistosos de cara al Mundial, jugó cuatro veces y se llevó cinco goles en contra. Es decir, Ochoa llega con una racha de 38 encuentros por 34 anotaciones. El meta mexicano ha mostrado seguridad y cada año destaca por la cantidad de atajadas (más de 50 en los últimos seis meses), sin embargo, esa estadística releva que tiene una defensa débil.
Moreno, Araujo y Montes, la médula de la defensa
Tata Martino afronta el cambio generacional en la línea de defensas. Rafa Márquez colgó los botines después de Rusia 2018 y Carlos Salcedo, la gran promesa para tomar el relevo, dilapidó su carrera con una baja de juego. Héctor Moreno, que ha jugado con México desde 2007, es uno de los fijos en la central para disputar su cuarto Mundial. Fue titular la mayor parte de los minutos en el Monterrey. Su pareja se disputará entre el veterano Néstor Araujo, que prefirió dejar el Celta para jugar en su país y tener mejores minutos, y César Montes. La apuesta de Araujo le valió para ser convocado. Hace cuatro años no pudo ir debido a una lesión a última hora. Montes, de 25 años, tendrá su primer gran torneo internacional. El central con menos probabilidades será Johan Vásquez, quien juega en Italia con el Cremonese, que pelea por no descender. El problema es que la línea defensiva mexicana ha tenido problemas como las jugadas a balón detenido de los rivales, ya sea en tiros de esquina o tiros libres. Así encajó goles en los amistosos frente a Colombia y Suecia.
La juventud toma los laterales de México
Una de las decisiones más celebradas de Martino fue la de agitar el tablero y darle cabida a los juveniles. Así se subieron al barco Jorge Sánchez (Ajax) y Kevin Álvarez (Pachuca) por el costado derecho. Sánchez, un portento físico bien equilibrado con la velocidad, sabe cómo abrirse paso; Álvarez, el más joven de la convocatoria, tiene una buena conexión para encontrar los centros. Ellos se encargarán de romper el muro polaco que jugará a la contra. Por la izquierda se le dio continuidad a Jesús Gallardo, un atacante reconvertido en defensor que abrió grietas a la Alemania de 2018. El suplente, nada despreciable, es Gerardo Arteaga, el velocista que dejó la comodidad en México para hacerse de un nombre en el fútbol de Bélgica con el Genk. Es en esta posición del campo donde el Tri puede mostrar sus estrategias de salida rápida con el balón y la de encontrar el hueco en el rincón.
Exceso de mediocampistas y de dudas
El seleccionador de México ha apostado, desde su llegada en 2019, a un esquema de cuatro defensores, tres mediocampistas y tres atacantes. En el centro del campo Tata Martino convocó a ocho centrocampistas. Los que mayor posibilidad tienen de ser titulares con Carlos Rodríguez, alumno destacado del argentino; Héctor Herrera, que en los últimos meses se mudó al fútbol de EE UU y Andrés Guardado, capitán. Otros fuertes candidatos son Edson Álvarez, que gusta de ser usado en un rol más defensivo, y Luis Chávez, quien es la sorpresa mexicana al debutar este mismo año. El más rezagado, al parecer, es Luis Romo, quien brilló en el 2020 y que ha decaído en las últimas temporadas.
La creatividad en los extremos
México perdió desde agosto al hombre que tenía la llave para irrumpir en el área enemiga. Jesús Tecatito Corona sufrió una fractura del peroné. Iba a ser el socio ideal para un Hirving Lozano que puede desenvolverse bien por cualquier lado en el ataque. Ante esa baja, Martino eligió darle el mando a Alexis Vega para asumir el lado izquierdo. Ahí, otro acierto del estratega. Vega ha respondido con dribles, picardía y buena asociación de pases. Los suplentes serán el enchufado Uriel Antuna, Orbelín Pineda y Roberto Alvarado. Pineda pasó las últimas semanas en el fútbol griego con una buena participación en el AEK Atenas, mientras que Alvarado es un jugador multifuncional que intentará darle la razón a su entrenador, quien le prefirió por encima de Diego Lainez.
Los goles, en la sala de espera
Martino tomó una osada decisión: convocar a Raúl Jiménez que salía de una lesión muscular. Jiménez es el delantero predilecto del argentino porque le ayudó en momentos clave como la Copa Oro que ganaron en 2019 y sus goles durante la eliminatoria. El rosario, que cree en las jerarquías, le prefirió por encima de Santiago Giménez, un delantero que este año había aterrizado en el fútbol europeo con el Feyenoord. Jiménez apenas ha jugado tres partidos en la actual temporada y su rendimiento está lastrado por la fractura de cráneo que sufrió en 2020. La más reciente lesión le apartó 77 días. Volvió una semana antes de que iniciara el Mundial en un amistoso contra Suecia donde poco pudo mostrar.
Las otras dos apuestas del gol son Henry Martín y Rogelio Funes Mori. El primero se ha ganado su lugar desde que ayudó a ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio y por sus 13 goles en 21 partidos en el América. Funes Mori, que decidió jugar por México, tuvo que recuperarse para agarrar ritmo. En 13 partidos jugados en México solo marcó cinco veces. Desde que obtuvo el pasaporte mexicano, ha aportado seis anotaciones en 16 encuentros. La carta no tan secreta, pero útil para Tata Martino es utilizar como nueve fijo a Hirving Lozano o incluso a Roberto Alvarado.
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