La Sedena detiene al hermano de ‘El Marro’, Juan Rodolfo Yépez ‘El Rudy’
El líder del grupo criminal Santa Rosa de Lima estaba en posesión de 60.000 dólares cuando fue capturado por la Secretaría de la Defensa
Juan Yépez Ortiz, alias El Rudy, supuesto líder del grupo criminal Santa Rosa de Lima desde la captura en agosto de 2020 de su hermano El Marro, ha sido detenido este martes en la ciudad de Tecate, Baja California, según ha informado Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de Defensa (Sedena). El Rudy, originario de Santa Cruz de Juventino, Guanajuato, fue detenido junto a otras tres personas en un vehículo en el que además se encontraron 60.000 dólares y 40.500 pesos (unos 2.000 dólares). Su grupo criminal está dedicado al robo de combustible y el tráfico de drogas en Guanajuato, donde tiene una disputa territorial desde hace tiempo con el Cartel Jalisco Nueva Generación.
El Rudy fue detenido de madrugada en el Puesto Militar Estratégico El Centinela, construido en 2018 por el Ejército para dar seguridad a los más de 3,7 millones de vehículos que transitan la autopista Centinela-Rumorosa, cercana a la frontera con Estados Unidos. El puesto de revisión se creó para proteger a las personas y mercancías que circulan por esa vía, “pero también porque es una ruta utilizada por quienes buscan transportar sustancias prohibidas”, aseguró Francisco Vega, el gobernador de entonces, a los diarios regionales. Fue en ese punto donde se revisó el coche en el que viajaban El Rudy y sus tres compañeros, que han sido detenidos después de que los uniformados encontrasen casi 62.000 dólares que no pudieron justificar.
Su hermano Jose Antonio Yépez El Marro fue detenido en agosto de 2020 y se convirtió en la primera gran detención del presidente Andrés Manuel López Obrador. A finales de junio fueron capturadas 30 personas conectadas con el grupo criminal, entre ellos la madre de El Marro. El antiguo líder del cartel Santa Rosa de Lima, basada en Guanajuato, se dedicaba al robo de combustible de los ductos de Pemex y otros delitos de extorsión y secuestro. Tras su detención, las autoridades liberaron a una empresaria local que había sido secuestrada por la banda.
La familia de los Yépez era una compuesta de conductores de camiones antes de formar parte del mundo criminal. Al principio eran unos litros de gasolina, que corrían a cargo del patrón y luego vendían para sacar un dinero extra. La familia, comandada por El Marro, fue poco a poco convirtiéndose en uno de los carteles que más guerra daría al gobierno de la nación y al Estado de Guanajuato durante una década. Cuando las gasolineras comenzaron a sentir la presión de Hacienda y dejaron de comprar combustible ilegal, la actividad del grupo criminal tuvo que diversificar y dedicarse a otro tipo de delitos. Estos fueron el secuestro y el asesinato, que regaron de cadáveres el Estado y dejaron negocios y coches quemados que sembraron el terror entre la población.
La batalla entre este grupo criminal y el cartel Jalisco Nueva Generación ha convertido a Guanajuato en uno de los Estados más violentos del país. Si en 2014 y 2015 la región no registró más de 1.000 asesinatos, en los años siguientes la cifra se disparó hasta llegar a 2.285 asesinatos en 2017 y 3.517 en el año siguiente. El aumento de los datos en el número de secuestros y homicidios coincidió con la proliferación del robo de combustible. En 2018, la empresa petrolera Pemex detectó 1.547 tomas clandestinas en los ductos que controlaba en ese Estado. Los militares acampaban encima para evitar el robo.
La colaboración entre el Ejérctio, la policía y la fiscalía de Guanajuato han ido acorralando a la organización en los últimos años, especialmente después de que El Morro amenzase a Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México. “Ya viste que me metí con tus pinches policías y que si me tumbaste a X de mi gente yo te voy a reventar el doble, y por cada gente que me chingues, dos tuyas la van a pagar”. Sin embargo, el que tenía los días contados era él, y en los meses siguientes se sucedieron las operaciones policiales, a las que el cartel respondía generando el caos en la ciudad, quemando vehículos y negocios y obstaculizando las calles para evitar que se llevara a cabo la operación.
Después de su detención en 2020, su hermano y su padre tomaron el control del grupo criminal, pero la violencia no ceja. Guanajuato volvió a ser el Estado más violento durante el primer trimestre de 2022, según el Informe de Incidencia Delictiva Fuero Común. La región registró 766 víctimas de homicidio doloso en los primeros cuatro meses del año, superando a Michoacán (756) o el Estado de México. En 2020 la cifra de homicidios alcanzó la cifra de 4.964, récord histórico en Guanajuato, alentados por la guerra entre el cartel Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación, que no da tregua a su población.
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