López Obrador sobre el ‘caso Ayotzinapa’: “Encinas es un hombre íntegro. Hay pruebas suficientes y se van a ir reforzando”
El presidente evita referirse al mensaje del GIEI, que este lunes tumbó una parte importante de las pruebas que presentó la comisión en agosto, sobre el ataque contra los normalistas
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, volvió a defender este martes que las cosas se han hecho bien en el caso Ayotzinapa. No hay matices para el mandatario, que ataca o defiende en bloque, sin espacio a la autocrítica, en este y otros temas. Así ha ocurrido a lo largo del actual sexenio y así ocurre desde agosto con el caso Ayotzinapa. Preguntado este martes por el mensaje del grupo de expertos internacionales (GIEI) del día anterior, que desechaba parte de las pruebas que ha acumulado el Gobierno estos años, López Obrador ha contestado que el caso es sólido.
No es un tema menor. En agosto, la comisión presidencial que investiga el caso Ayotzinapa, junto a la Fiscalía y el GIEI, presentó un informe de su trabajo estos años. La comisión incorporó al documento 467 capturas de pantalla de presuntas comunicaciones entre integrantes de la red criminal de Iguala, responsable del ataque contra los estudiantes normalistas, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en el municipio.
En los mensajes, los criminales señalaban el posible destino de los estudiantes. Las capturas de pantalla mostraban además la participación de militares en el ataque, entre ellos el general José Rodríguez, entonces comandante del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala. Los screenshots dibujaban un escenario distinto lo que se sabía, por las concreciones sobre el asesinato de estudiantes y la participación de autoridades.
Este lunes, el GIEI dijo, partiendo de un peritaje sobre la información de la comisión, que era imposible garantizar la veracidad de esos mensajes. En algunos casos, además, señaló que parecían directamente falsos. Preguntado por la posible precipitación de la comisión, López Obrador ha dicho: “No. Son elementos sólidos. Hay pruebas suficientes. Hay más de una prueba, en cada caso. Es otro tipo de cosas. En el fondo, es el deseo ferviente del conservadurismo, de que no cumplamos con el compromiso que tenemos con los padres de Ayotzinapa”.
La prensa ha preguntado al mandatario por Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos y presidente de la comisión. “Le tenemos toda la confianza a Encinas. Es un hombre íntegro, recto, incapaz de falsear información. Se tienen todos los elementos para sostener la investigación. Y se van a seguir haciendo averiguaciones y se va a ir consolidando, fortaleciendo esta investigación. Se va a hacer justicia”.
López Obrador ha dado rienda suelta igualmente a su lectura de lo ocurrido los últimos meses. En paralelo a la polémica del informe y sus capturas de pantalla, la Fiscalía General de la República se ha convertido en un polvorín. El fiscal general, Alejandro Gertz, desplazó en agosto a la unidad especial del caso Ayotzinapa. Gertz exigía la captura inmediata del exprocurador Jesús Murillo Karam, primer investigador del caso, en 2014 y 2015 y la detención de militares, así, sin especificar. Por las presiones, el encargado de las investigaciones, Omar Gómez, acabó por renunciar.
Para el presidente, las presiones de Gertz fueron en realidad una defensa ante la rebelión al interior de la Fiscalía. El mandatario no culpa a Gómez Trejo, pero evita decir quién está detrás de esta rebelión o por qué usa ese calificativo. “Pensaban que no íbamos a actuar. Les sorprendió la decisión que se tomó de hacer detenciones, sobre todo al procurador Murillo Karam. Y a militares. Porque no tenían esa intención. Entonces cuando se toma la decisión de que no va a haber impunidad para nadie y se actúa, pues eh, se les descuadra, ¿no? Sus cálculos. Pero existen todas las pruebas y se van a seguir reforzando. Por eso, hubo una especia de rebelión al interior de la Fiscalía, porque no esperaban que se actuara como se hizo”.
Lo cierto en realidad es que la intención de la unidad especial para el caso Ayotzinapa era, sí, consignar el caso de Murillo. La unidad pidió un mes a Gertz, calendario que no le pareció al fiscal general. La unidad obtuvo en paralelo 83 órdenes de detención, 20 de ellas contra militares. Fue el fiscal Gertz, amparado en la opinión de López Obrador sobre la prevalencia del informe de la comisión, sobre el trabajo de la unidad y el fiscal Gómez Trejo, quien sostuvo la cancelación de 21 de las 83 órdenes, 16 de las 21 contra militares.
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