Mexicana de Aviación, la aerolínea de López Obrador que “empezará a tener utilidades en un año”
La nueva aerolínea forma parte de un paquete más amplio para conceder al Ejército la gestión de varios servicios turísticos
La publicación de nuevos correos del Ejército mexicano ha permitido saber que el proyecto de Andrés Manuel López Obrador para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) va más allá de una aerolínea y se trata de explotar distintos servicios turísticos entre ellos tres hoteles, dos parques nacionales, el Tren Maya, varios aeropuertos y la nueva aerolínea que ya tiene nombre: a López Obrador le gusta Mexicana de Aviación.
El mandatario volvió a decirlo en la mañanera de este miércoles: “sería muy bueno que se usara el nombre de Mexicana de Aviación en esta empresa que posiblemente se constituya. Que no les extrañe que se va a tener una empresa pública de aviación, pues antes se tenían dos (Mexicana de Aviación y Aeromexico)”, explicó. Según los correos filtrados por un colectivo de hackers, el proyecto que Sedena y López Obrador tienen en la cabeza replicar el modelo de Cuba, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias explotan aeropuertos, hoteles y una aerolínea, entre otros negocios.
Según el mandatario, ya se está haciendo un análisis económico sobre la viabilidad de tener una compañía aérea pública y esta logrará “su punto de equilibrio o empieza a tener utilidades en poco más de un año”.
Tal y como publicó EL PAÍS y después confirmó López Obrador, la aerolínea contará con un avión insignia: el avión presidencial TP-01, que no se logra vender. Además del TP-01, la flota contará con otros 10 aviones rentados. “Hay muchos sitios a los que no se puede llegar por avión porque no son atendidos por las líneas actuales”, dijo el mandatario sobre las rutas que cubrirá esta aerolínea a estrenarse en 2023. El avión presidencial podría ser enviado, sólo a vuelos largos. “El avión presidencial cuesta mucho operarlo, nos ahorramos todo eso. Al pasar a esta empresa se va a rentar también para vuelos largos de aquí a Tijuana o Europa en 10 horas sin recarga de combustible”, dijo.
Según su diagnóstico empresarial la nueva Mexicana de Aviación logra “utilidades” o el “punto de equilibrio”, en solo un año. “La nueva empresa (…) no nos significa mucha inversión, prácticamente nada, porque tenemos los aeropuertos, contamos con la experiencia de la Fuerza Aérea, desde hace mucho tiempo hay talleres, pilotos, mecánicos, o sea, ya tenemos lo fundamental. Es rentar 10 aviones. Ya se está haciendo el análisis sobre el costo-beneficio, y resulta que la empresa logra su punto de equilibrio o empieza a tener utilidades a un poco más de un año”, dijo este miércoles.
El mandatario, sin embargo, no ha aclarado hasta ahora cómo esquivará el problema legal recogido en la ley para que el Ejército controle simultáneamente aerolíneas y aeropuertos, algo prohibido en la ley. Tampoco está claro si podrá utilizar la marca Mexicana de Aviación tras su quiebra en 2010 y que significó el despido de cientos de familias. Por el momento, a López de Obrador de Mexicana de Aviación lo que más le interesa es la carga simbólica del nombre.
Mexicana de Aviación suspendió sus vuelos en 2010, y entró un concurso mercantil para conseguir nuevos inversores y continuar con sus operaciones. La aerolínea, que comenzó en 1921, fue la tercera más antigua del mundo, tras la neerlandesa KLM (fundada en 1919) y la línea aérea de Colombia, Avianca (1919), lo que dota aún de mayor simbología al nombre. Unas 70 familias acamparon en el aeropuerto de la capital hasta que fueron desalojados en septiembre durante un operativo de la Marina y el Ejército, de una cafetería del aeropuerto, un local que pertenecía a la desaparecida aerolínea y que servía como mostradores antes de su desaparición hace 12 años.
La versión de López Obrador sobre la quiebra de la primera empresa de aviación del país, de capital público, es que “cuando llega Fox, como el señor Azcárraga, su nombre Gastón Azcárraga, era dueño de hoteles; entre otros hoteles, del Fiesta Americana, el que está en Reforma, enfrente a lo que era la estatua de Colón. Entonces, apoyó a Fox en su campaña, ahí vivía Fox en su hotel. Gana Fox y le entrega la empresa pública Mexicana a Gastón Azcárraga. Este señor, a pesar de que recibió la empresa con muchas facilidades, no supo administrarla, manejarla adecuadamente y la lleva a la quiebra, y deja a todos los trabajadores desempleados: pilotos, sobrecargos, trabajadores, administrativos. Esa es la historia”, resumió.
El objetivo de López Obrador es proporcionar ingresos extra al Ejército sin cargo al presupuesto, con un modelo similar al de Cuba, donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias controlan el sector turístico. En el caso de la isla, el conglomerado militar Gaesa gestiona, a través de distintas firmas, de las tiendas en divisas, hoteles, inversiones inmobiliarias, empresas constructoras, servicios portuarios, agencias de envío de remesas y de cambio de monedas, servicios aduanales y comercio electrónico, sin dar mayores explicaciones.
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