“Mis datos están mal”: la pesadilla de los trámites de jubilación para las personas de la tercera edad

Alicia Rubio lleva tres años queriendo pensionarse. Aunque por su edad ya tiene derecho a dejar de trabajar, no puede hacerlo por una inconsistencia con el registro en sus datos. “Mi hermana gemela y yo compartíamos la misma CURP (Clave Única de Registro de Población) y aunque ella ya falleció, me ha tenido en años de trámites y trámites sin poder recibir mi pensión”, comenta la trabajadora administrativa de 67 años.

Aunque se trata de un error extraordinario, miles de mexicanos que se encuentran en edad de retiro o que están planeando algún trámite ante su Administradora de Fondos de Ahorro para el Retiro (Afore) se encuentran con que no puede ser resuelto por algún problema en el registro de sus datos, o bien, inconsistencias que pueden ir tan lejos como al Registro Nacional de Población (Renapo).

Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), de enero a diciembre de 2021 se presentaron 8.739 quejas sobre las diez Afores en México, siendo más de la mitad por problemas de los trabajadores para poder llevar a cabo un trámite.

Anallely Monsalvo, agente promotor de Afores, indica que aproximadamente siete de cada 10 trabajadores que buscan pensionarse tienen problemas con el registro de sus semanas cotizadas (o trabajadas formalmente y registradas en la Afore) ante la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar). “Muchos empleados desconocen si les faltan semanas porque los registraron mal y no se dan cuenta hasta el momento en que quieren pensionarse”, dice en entrevista.

Adicionalmente, buena parte de los adultos mayores, aunque ha trabajado toda su vida y puede tener acceso a una pensión importante y de beneficio definido, si su documento ante la Afore tiene errores administrativos sencillos, puede afectar enormemente en la cantidad que vayan a cobrar al jubilarse. Monsalvo indica que el salario base con el que se da de alta al empleado en la última etapa de su vida laboral debe ser preciso. “Si el último salario es el mínimo, la diferencia puede ser de varios miles de pesos dependiendo del caso”, comenta.

Aunque no solo se trata de personas de la tercera edad. Si un trabajador no ha tenido un registro completo de sus semanas laborales, puede significar una pensión mínima para quienes se jubilan, y en el caso de los empleados registrados en el esquema de ley de 1997, puede ser una negativa de pensión y que tengan que seguir trabajando por varios años más.

Pero no solo se trata de trabajadores de la tercera edad. Teresa Madrid, de 52 años, había recibido puntualmente los estados de cuenta de su administradora cada cuatrimestre, hasta que el año pasado, debido a la crisis por la covid-19, perdió su empleo. “Pensé que todo iba bien hasta que quise hacer un retiro por desempleo y no pude hacerlo por supuestas inconsistencias con mi registro”, comenta en consulta.

Aunque pudo solucionar su problema ante la Afore, pasó más de un mes para rectificar los errores y tuvo que adquirir una deuda para sobrellevar sus gastos antes de encontrar un empleo. Según la Condusef, el tiempo de respuesta promedio de las Afores ante las reclamaciones es de 24 días hábiles, aunque en el caso de administradoras como Principal, PensionISSSTE o Inbursa, es mayor a 35 días.

Rubio, que pudo solucionar la duplicación de datos con su hermana, ahora se encuentra tramitando su pensión bajo el esquema de ley de 1973, ya que su Afore planeaba darle su pensión bajo el esquema de 1997 y con un monto mucho menor. “Si no es una cosa, es otra”, comenta.

Para Monsalvo, lo importante es que los trabajadores verifiquen sus datos ante las diferentes instancias, puesto que cada una de ellas es independiente: la Consar, el Renapo y los datos de su Clave Única de Registro de Población (CURP), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para verificar que todos los datos estén homologados y correspondan a la misma persona y no a un homónimo o a un registro erróneo que lo perjudique en el futuro.

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