El SAT replica: “Nunca pedimos la Constancia de situación fiscal, no es un requisito”

Los trabajadores formales en México han padecido en los últimos meses por las dificultades para obtener una Constancia de situación fiscal que acredite sus datos registrados ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Tras las kilométricas filas y los cientos de quejas para la obtención de este papel, este viernes la jefa del fisco mexicano busca poner un punto final a la controversia burocrática. “El SAT nunca pidió la Constancia de situación fiscal, no es un requisito”, expuso Raquel Buenrostro, titular de la autoridad fiscal mexicana, durante la conferencia de prensa con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

El origen de tanto papeleo, filas y dolores de cabeza para los contribuyentes asalariados, fue una petición de los empleadores o empresas, según ha dicho Buenrostro. “Esa es información que ya tenemos”, indicó la funcionaria. Sin embargo, con los cambios hechos en la miscelánea fiscal de 2022, se hizo requisito verificar el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), el nombre o razón social, así como el código postal registrado en el domicilio de los trabajadores. De ahí la petición de este documento, según la jefa del fisco.

“Fueron los propios gerentes de Recursos humanos, de las empresas que mandaron a los trabajadores a conseguir el dato del SAT”, expuso Buenrostro. Bien dicen que los mexicanos dejan todo para el último momento, lo que en su momento orilló al SAT a dar una prórroga para la migración a la facturación 4.0 hasta enero de 2023 y con ello, un tiempo de gracia para la entrega de la dichosa constancia.

Buenrostro recordó que en mayo empezaron a llegar las solicitudes para la obtención de la constancia, y muchas empresas empezaron a condicionar el pago a los trabajadores si no entregaban este documento. “El patrón no tiene por qué hacer exigible la constancia para timbrar (comprobar) la nómina”, dice. “Ningún empleador puede condicionar el pago de un trabajo ya devengado por el trámite administrativo de ningún tipo”, expuso.

Lo cierto es que la obtención de este documento le ha dado muchos problemas a los 47,2 millones de asalariados que pagan impuestos en el país. No solo se trata de la obtención de unos datos, sino que en muchos datos se les ha requerido otro tipo de información en el SAT después de realizar el papeleo.

Laura Grajeda Trejo, presidenta el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) señala en entrevista con EL PAÍS, que hay un exceso de carga administrativa que debería ser reconsiderado por el SAT. “Que surja una sensibilidad por parte de la autoridad y que se vuelva a la facturación 3.3, o que la versión 4.0 no contenga el exceso de información que se requiere forzosamente de la constancia de situación fiscal”, menciona

“Aún y cuando uno conozca su régimen, su domicilio o sus datos, es responsabilidad del empleador el cerciorarse que así está la disposición y la manera de cerciorarse es tener ese documento que emite el SAT, aunque la institución no lo solicita”, menciona la presidenta del colegio de contadores.

Los empleados siguen sin tener claro cuáles son los datos que deben entregar a sus patrones. “La dirección que aparece en la constancia, la ‘dirección fiscal’ de algunos es la de la propia empresa, otros tienen la dirección anterior de la misma empresa, algunos tienen la dirección de su primer trabajo y otros tienen su domicilio particular”, expuso un trabajador.

La titular del SAT detalla que ante condicionamientos por pagos o amenazas por no entregar esta constancia, se haga una denuncia al correo electrónico denuncias@sat.gob.mx o al teléfono 558 852 2222, disponible las 24 horas de todos los días.

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