Estados Unidos reitera a México sus “importantes preocupaciones” por la reforma eléctrica
John Kerry y el embajador Ken Salazar insisten en que la política energética del Gobierno de López Obrador abre la puerta a la violación del tratado comercial
Buen tono y cortesía propia de unas relaciones diplomáticas fluidas, pero discrepancias de fondo. La visita a México del enviado de la Casa Blanca para el Clima, John Kerry, terminó sin avances sustanciales, al menos con respecto al propósito central del viaje. Estados Unidos planteó una serie de requerimientos al presidente Andrés Manuel López Obrador para qua la política energética de su Gobierno y, concretamente, la reforma eléctrica que propone, no perjudique las inversiones del país vecino, que se centran en fuentes limpias. Este ha dejado claro que la iniciativa -cuya votación está prevista para Semana Santa en la Cámara de Diputados- “se queda como está”. La Administración de Joe Biden, sin embargo, no se da por vencida y la tarde de este viernes ha reiterado su preocupación por la revisión del modelo vigente, que deja en manos de una empresa del Estado, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la gestión mayoritaria del sector.
Washington se ha pronunciado a través de un comunicado de la Embajada, que indica que “durante su visita, Kerry y el embajador Salazar reiteraron las importantes preocupaciones que los Estados Unidos han planteado sobre los cambios en la política energética de México, tanto la enmienda constitucional propuesta como los cambios a la Ley de la Industria Eléctrica”. En la extensa reunión mantenida con López Obrador y altos funcionarios del Ejecutivo mexicano, la delegación estadounidense insistió en “la posible violación de las obligaciones fundamentales del T-MEC”. Los riesgos para los compromisos del tratado comercial entre ambos países y Canadá no son una novedad. Tanto la Casa Blanca como la oposición mexicana lo han manifestado en varias ocasiones, pero el comunicado vuelve a resaltar que la reforma eléctrica compromete “miles de millones de dólares de inversión potencial en México” y supone un incremento “de las emisiones de gases de efecto invernadero”.
El embajador Salazar optó a principios de año por jugar la carta de la diplomacia y mantuvo reuniones con dirigentes de Morena, el partido que sostiene al Gobierno, para sondear la posibilidad de negociar algún cambio. Entre ellos, Ricardo Monreal, jefe de la Junta de Coordinación Política del Senado. La realidad es que el sector oficialista no tiene los números suficientes para acometer una modificación de la Constitución y los intentos de López Obrador para presionar al PRI no dado, de momento, sus frutos. Pero existe otra vía para cambiar el sistema eléctrico y es a través de las enmiendas a la legislación actual. La ley ya fue rediseñada el año pasado, pero aún no ha entrado en vigor. Se encuentra paralizada en los tribunales por una lluvia de recursos y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el máximo tribunal constitucional del país, tiene la llave para desbloquearla.
Con estas premisas, el enviado Kerry y el embajador Salazar abordaron con López Obrador “los principios básicos que deben guiar la política en el sector energético, incluida la aceleración rápida de la energía renovable, el fomento de la integración económica de América del Norte” El presidente “coincidió en que estos son principios importantes”, no obstante, durante la conferencia de prensa matutina de este viernes no se mostró abierto a escuchar las peticiones de Washington. Este era el tercer viaje a México en cinco meses del enviado para el Clima de Joe Biden, lo que refleja la importancia de la agenda bilateral. En este contexto, Kerry “reafirmó que los proyectos de energía renovable liderados por los Estados Unidos en México ejemplifican el despliegue rápido e importante de energía renovable que puede generar miles de empleos en México, reducir los costos de energía para el pueblo mexicano y las emisiones de gases de efecto invernadero para ayudar a limitar el calentamiento global”.
La protección de las inversiones estadounidenses es, a la postre, la prioridad de estos viajes. “Los proyectos y contratos existentes que una gran cantidad de proveedores de energía renovable de los Estados Unidos tienen con el Gobierno mexicano representan una base sólida para el desarrollo del futuro de la energía limpia de América del Norte. La plena implementación y adhesión a nuestros acuerdos comerciales es necesaria para promover nuestros intereses compartidos y la competitividad regional”, señala el comunicado. “Estamos en un momento crucial. Debemos acelerar la lucha contra el cambio climático, y para hacerlo, es necesario trabajar juntos para aprovechar la oportunidad económica que presenta el desarrollo de energía limpia”, enfatizó Kerry.
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