Marcelo Ebrard encabeza por la mínima la carrera de los posibles candidatos presidenciales en 2024

Las elecciones presidenciales de 2024 ya no son solo un simple horizonte, sino que marcan la rutina política de México desde hace al menos un año. El país convive con su campaña electoral más larga mientras los debates y las proyecciones sobre los posibles candidatos se dan esencialmente dentro de Morena, el partido que sostiene al Gobierno. En el espectro de la oposición, desarticulada y sin liderazgos fuertes, no ha habido aún postulaciones formales y todos los escenarios son, por el momento, unas hipótesis. El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, es quien encabeza la intención de voto tanto en una lista virtual de aspirantes de todas las posiciones políticas (un 56%) como en las filas de su formación (un 34%). En ambos casos le sigue muy de cerca la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, según una encuesta de SIMO Consulting para EL PAÍS.

Tanto el canciller como la alcaldesa han manifestado en repetidas ocasiones su determinación a concurrir al proceso interno que decidirá al sucesor del presidente, Andrés Manuel López Obrador. También lo ha hecho el jefe de la Junta de Coordinación Política del Senado, el veterano legislador Ricardo Monreal. Los tres son los favoritos en la carrera por tomar las riendas de la Cuarta Transformación, aunque el estudio de opinión sitúa a este último lejos de sus contrincantes. Un 26% de los encuestados declara que sí podría votar por él y un 13% lo prefiere como candidato de Morena.

Sheinbaum, que según varias voces del oficialismo partiría como la favorita del presidente, está prácticamente empatada con Ebrard cuando se cuestiona a los electores sobre si estarían dispuestos a apoyarla. En ese caso logra un 54% de las preferencias, apenas dos puntos por debajo del secretario de Relaciones Exteriores. La ventaja de este dirigente, muy activo en el Gobierno, se amplía, en cambio, cuando se restringe el espectro a Morena. En ese supuesto, ganaría a Sheinbaum con un 34% frente a un 30%.

Especialmente significativo resulta, sin embargo, el porcentaje de indecisos o de encuestados que no saben cómo pronunciarse u optan por no contestar esta pregunta del sondeo, realizado entre el 8 y el 12 de marzo: un 20% que puede mover la aguja de la balanza en cualquier dirección. En definitiva, faltan dos años para las elecciones presidenciales y el panorama todavía no está del todo definido. Quedan las votaciones internas y, sobre todo, las campañas, que pese a ser cada vez más evidentes no han comenzado formalmente. López Obrador abrió los juegos el pasado verano, reflexionando sobre el relevo durante una de sus conferencias de prensa matutinas, y de forma implícita dio permiso a los interesados para moverse y empezar a tantear el terreno. No obstante, todos desempeñan aún funciones de primer nivel en la Administración, por tanto no tienen plena libertad de acción.

La encuesta de SIMO también explora la disposición de los votantes a apoyar candidatos de la oposición. Partiendo de la premisa de que no ha emergido un aspirante natural a competir con Morena, y teniendo en cuenta también que los principales partidos tradicionales (PRI, PAN y PRD) se unieron en una misma plataforma llamada Va por México, destaca un nombre sobre todos. Se trata de Luis Donaldo Colosio, alcalde de Monterrey, quien ya ha aparecido en otros sondeos. Colosio ganó las elecciones locales de junio en las filas de Movimiento Ciudadano, aunque ha tratado de construir un perfil propio al margen de la formación. Un 53% de los mexicanos encuestados se muestran dispuestos a votar por él. El joven político, hijo del candidato presidencial del PRI asesinado en 1994, se sitúa así en la tercera posición de una lista abierta de candidatos de todos los partidos, solo por detrás del canciller y de la jefa de Gobierno de Ciudad de México. Colosio no ha descartado por completo la idea de concurrir, aunque ya en enero aseguró que no le parece el momento de hablar de candidaturas presidenciales.

Otro de los principales dirigentes de Movimiento Ciudadano, el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro, apenas contaría, en cambio, con un 20% de intención de voto. Y entre otros posibles nombres del PRI y del PAN los números son muy parecidos. Un 24% se declara abierto a apoyar al panista Ricardo Anaya, quien ya concurrió a las elecciones de 2018 y obtuvo un 22% de los sufragios. Al mal resultado cabe añadir las acusaciones de corrupción por el caso Odebrecht y el hecho de que el año pasado decidió salir del país. La diputada federal Margarita Zavala, primera dama durante el mandato de Felipe Calderón, también tendría un 24% de apoyo popular, mientras que el gobernador priista del Estado de México, Alfredo del Mazo, se quedaría en un 22%.

FICHA TÉCNICA DE LA ENCUESTA

Representatividad: Nacional. Población Objetivo: Hombres y mujeres mayores de edad (18 años o más). Metodología de muestreo: 800 casos efectivos. Método de recolección de datos: Entrevistas telefónicas. Error de estimación: ±3,46% (95% de confianza). Fecha de levantamiento: del 8 al 12 de marzo.

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