El proyecto Chapultepec acelera tras el parón de la pandemia
La mayor apuesta cultural del sexenio, la remodelación del gran bosque de Ciudad de México, toma vuelo con cuatro obras cuya inauguración está programada para este mismo año
Un año de retraso. Ese es el mordisco de la covid al mayor proyecto cultural del sexenio, la intervención del Bosque Chapultepec, el inmenso pulmón verde de Ciudad de México. En abril de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciaba su gran apuesta: convertir Chapultepec en “el espacio cultural más grande e importante del mundo”. Una jugada que aspira al lavado de cara integral de un gigante con un tamaño total de, por ejemplo, dos veces el Central Park de Nueva York. Una intervención cultural, urbana y, sobre todo, ambiental para mejorar las conexiones entre los museos que ya existen en el recinto, recuperar amplias zonas en ruinas tras décadas de abandono, abrir centeneras de hectáreas hasta hora cerradas al público y conservar las áreas protegidas.
Al cruzar el ecuador del sexenio y con más de un tercio del presupuesto ejecutado -en torno a 4.000 millones de pesos-, el proyecto que mejor resume tanto los distintos ángulos de la intervención, como las dilaciones provocadas por la pandemia es el Parque de Cultura Urbana (Parcur). Uno de los espacios más especiales para Gabriel Orozco, el artista contemporáneo más internacional y cotizado del país, a quien el presidente confió la coordinación de todo el proyecto, por aglutinar la vertiente cultural, ambiental y social.
En lo setenta, la zona del medio del bosque vio como se levantaban entre los árboles, un parque acuático, un delfinario y hasta una playa artificial. Aquello no duró mucho y durante décadas el espacio ha permanecido entre abandonado y reutilizado por la comunidad del grafiti y el patín, con los que Orozco ha estado en permanente contacto para involucrarlos en el desarrollo del proyecto.
Sobre esas ruinas se ha montado el nuevo Parcur. Con el diseño de un arquitecto especialista en skateparks, las antiguas piscinas son ahora rampas para patinar, las gradas para ver a los delfines servirán para asistir a conciertos techados. Y la playa artificial también es otra sala al aire libre. Más servicios: restaurante, merendero, puestos, galerías para grafiti, cisternas para recuperar agua de lluvia aprovechando la infraestructura antigua. El recinto, del tamaño de 12 campos de futbol, aún no está terminado pero ya está siendo utilizado por los primeros aventureros con patineta. Las obras arrancaron en enero de 2021 y estaba previsto que terminaran en septiembre del año pasado. El final de todo el recinto se prevé para 2023.
Un antiguo aparcamiento a la espalda del Museo de Historia Natural está camino de convertirse en un pabellón circular con una cubierta de casi un kilómetro cuadrado que ya está montada al 50%. “Está concebido más bien como un jardín o un pabellón vivo”, apunta Rafael Ponce, el arquitecto a cargo de coordinar la operación del Centro de Cultura Ambiental (CCA). El área de exposiciones y eventos temáticos sobre crisis ambiental, más otro foro también al aire libre, será rodeado de jardines representativos del valle de México: pastizales, bosques templados, humedales y hasta la intervención de un lago de la zona.
También habrá una zona agroecológica, parcelas que serán cedidas a instituciones o investigadores. “Queremos ofrecer un contenido educativo, pedagógico, no solo paisajístico. Digamos que si se celebra en el foro una conferencia sobre el agave, podamos tener los agaves a mano en el jardín”, añade Ponce. La intervención prevé además ganar más de dos hectáreas de superficie verde gracias a la transformación del aparcamiento y las antiguas carreteras. Todo el reciento será peatonal. La fecha de inauguración del CCA está prevista para el segundo semestre de este año.
Sobre otro aparcamiento, a un costado del Auditorio Nacional, en el corazón museístico de la ciudad, está previsto levantar otro pabellón que sintetice la proyección de eventos culturales con la sustentabilidad del entorno. Para el llamado Jardín Escénico, dedicado a la música, danza y teatro, aun no han comenzado las obras, pero el despacho Michan Architecture, ganador de un concurso anónimo, ya tiene aprobado el diseño, que incluye también una importante tarea de reforestación en una de las zonas con más asfalto del bosque.
La zona más al sur, la llamada cuarta sección del Bosque Chapultepec, es el territorio más extenso y también más inaccesible. Sus decenas de hectáreas son propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la remodelación del parque va abrir por primera vez muchos de esos espacios al público. La obra estrella de este zona es la nueva Cineteca Nacional, cuyas obras, a cargo del arquitecto Mauricio Rocha, están también muy avanzadas y se prevé una inauguración parcial este mismo año. El nuevo edificio está siendo construido sobre una antigua ensambladora de armas militares y contará con ocho salas, restaurantes y cafeterías para un aforo total de 1.800 espectadores.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.