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EE UU ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por el hermano de El Chapo Guzmán

El Departamento de Estado busca capturar a Aureliano Guzmán, acusado por el Estado de Arizona de violar las leyes de tráfico de drogas

Alejandro Santos Cid
Ficha del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.
Ficha del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

Estados Unidos continua su guerra judicial contra el Cartel de Sinaloa. El Departamento de Estado ofrece una recompensa de cinco millones de dólares a cambio de información que pueda conducir al arresto de Aureliano Guzmán, hermano del histórico narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, quien, extraditado, cumple cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad del Estado de Colorado desde 2019. Además, la institución busca capturar también a otros tres miembros de la organización criminal, los hermanos Ruperto, José y Heriberto Salgueiro Nevarez, según ha difundido en un comunicado este viernes. Los cuatro mafiosos han sido acusados por el Estado de Arizona de violar las leyes de drogas del país norteamericano, con cargos de conspiración internacional por distribuir heroína, cocaína, metanfetamina, fentanilo y marihuana a lo largo de “muchos años”.

La Oficina del Fiscal de los Estados Unidos del Distrito de Arizona ha hecho público este viernes la apertura de dos acusaciones formales contra los cuatro miembros del Cartel de Sinaloa, después de que un gran jurado federal de la ciudad de Tucson emitiera acusaciones de reemplazo el 13 de noviembre de 2019 en su contra. El comunicado difundido por el Departamento de Estado remarca por encima del resto de cargos el tráfico de fentanilo, “que es responsable de más de un 63% de las 96.779 muertes por sobredosis ocurridas en Estados Unidos entre marzo de 2020 y 2021″. “Estas acciones son parte del esfuerzo de todo el Gobierno para combatir el tráfico de drogas y el crimen organizado transnacional globalmente y en México”, continúa el informe.

Aureliano Guzmán, alias El Guano, siempre tuvo un papel secundario a la sombra de El Chapo, tres años menor, quien llegó a ser considerado el narcotraficante más poderoso del mundo. Entregado primero al negocio de la marihuana, fue el último encarcelamiento de su hermano —anteriormente escapó dos veces de prisión— lo que lo colocó en primera línea de fuego. A su cargo quedó en 2016 la defensa de Badiraguato (Sinaloa), el centro neurálgico del grupo, tierra natal de los Guzmán, y la mayor zona productora de opio del Triángulo Dorado —una región montañosa y recóndita entre las fronteras de Sinaloa, Chihuahua y Durango—. Pese a que el principal dirigente de la organización seguía siendo Ismael El Mayo Zambada, según señaló hace cinco años a EL PAÍS el especialista en seguridad Alejandro Hope, en esos momentos no se conocía con certeza cuál era su posición dentro de la estructura criminal de los sinaloenses.

El heredero de El Chapo

El Guano heredó una organización debilitada ante el arresto de El Chapo, su líder histórico. El cartel comenzó a ser asediado por grupos rivales. Según la inteligencia militar mexicana, el exdirigente del primigenio Cartel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero, —otro mítico narco que salió de la cárcel por un error en una sentencia en 2013, donde cumplía condena desde hacía 28 años por el asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique Kiki Camarena— se alió con antiguos compañeros de armas enemistados con los sinaloenses. Entre ellos, el clan de los Beltrán Leyva y el Cartel Jalisco Nueva Generación.

En junio de 2016, un grupo de 150 hombres armados de los Beltrán Leyva aprovecharon una ausencia de Aureliano para irrumpir y saquear la casa de la madre de los hermanos Guzmán, una fortaleza en la recóndita comunidad de La Tuna. El ataque al santuario del Cartel de Sinaloa, todo una declaración de guerra, supuso una estocada directa al corazón y el orgullo de los narcotraficantes. Tras el enfrentamiento se contabilizaron al menos siete muertos. Una cruenta batalla por el control de la plaza había comenzado.

El Guano no se amilanó, y asestó varios golpes brutales contra sus enemigos, entre ellos una emboscada a un convoy militar que había arrestado a uno de sus hombres, en la que murieron cinco soldados. Como respuesta, el Ejército movilizó a miles de efectivos hacia Sinaloa, con el objetivo prioritario de capturarlo. Su perfil violento, similar al de El Chapo, era ya conocido de antemano. Las autoridades le atribuyen el asesinato en 2015 de Ernesto Guzmán Hidalgo, un hermanastro al que acusó de traición. El árbol genealógico de los narcos mexicanos tiene las ramas cortas, y Guzmán Hidalgo era nada menos que el padre de la esposa de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, uno de los líderes del clan que lleva sus apellidos.

Una de las principales debilidades del Cartel de Sinaloa es su organización. No cuenta con una estructura jerárquica, según el portal especializado en narcotráfico Insight Crime. Al contrario, está formado por células autónomas que cooperan entre sí. Como una multinacional más, que para sus negocios en el extranjero cuenta con la colaboración de socios locales que actúan como una especie de subcontrata criminal.

Esta autonomía entre sus facciones ha generado que desde la captura de El Chapo las luchas internas hayan sido frecuentes. Sus hijos, Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, conocidos popularmente como Los Chapitos, mantienen un conflicto abierto con El Mayo Zambada, uno de los últimos miembros de la vieja guardia del narcotráfico mexicano, y el único que nunca ha pisado una cárcel, gracias a un perfil más discreto que el de sus congéneres. A pesar de ello, se trata del segundo criminal más buscado por la DEA, que ofrece 15 millones de dólares por él, solo superado por Caro Quintero —por el que ofrecen 20 millones de dólares—. Los hijos de Guzmán también “han tenido desavenencias con su tío, Aureliano Guzmán, en cuanto a las operaciones del grupo”, de acuerdo con Insight Crime.

Los otros tres criminales por los que el Departamento de Estado ofrece también una recompensa de cinco millones de dólares, los hermanos Salgueiro Nevarez, son precisamente otro ejemplo de la independencia de las distintas células dentro de la organización. Su familia fundó Gente Nueva, un brazo armado que se asoció en 2007 con el Cartel de Sinaloa para combatir a Los Zetas, según La Silla Rota. El principal rostro de la dinastía de los Salgueiro Nevarez fue extraditado en 2019 a Estados Unidos, considerado como uno de los principales lugartenientes de El Chapo.

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Sobre la firma

Alejandro Santos Cid
Reportero en El País México desde 2021. Es licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Madrid y máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Cubre la actualidad mexicana con especial interés por temas migratorios, derechos humanos, violencia política y cultura.

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